En la tradición Guna, se cree que el universo está conformado por varias capas de mundos. En el inframundo cuarto habitan espíritus con aspecto de mujeres muy bellas que se especializan en el uso de las tijeras y se dedican a crear bellos diseños con los que atraen a hombres a los que seducen para casarse con ellas
La mola es un tejido típico panameño elaborado a mano para hacer prendas de vestir y otros artículos. Atrae por sus intensos colores y la variedad de diseños que pueden encontrarse. En homenaje a este símbolo de la cultura indígena panameña, se ha creado el Museo de la Mola (MUMO). Estos textiles aparecen en el vestido típico femenino de la comunidad Guna y, hoy en día, su uso se ha extendido al arte decorativo, por lo que se elaboran tapices de variado tamaño y diseños. A la tribu Guna, que se asienta en islas que circundan el territorio continental panameño, también se conoce como ‘Kuna’ o ‘Cuna’, debido a la pronunciación de este vocablo por parte de la tribu. La palabra ‘mola’ significa ‘ropa’.
El MUMO se encuentra ubicado en el casco antiguo de la ciudad de Panamá. Cuenta con cinco exhibiciones: aquella que explica la técnica y evolución de la mola, seguida de un acercamiento a la cosmovisión indígena en torno a la mola, para concluir con una demostración gráfica de cómo se hace una mola en capas y a la vez permitir al visitante formar parte de la creación de una mola para contar una historia.
Con respecto a la técnica y evolución de la mola, lo que hay que recalcar es que su elaboración se hace en capas de telas que van recortándose en la forma que el diseño requiera para luego sobreponerse unas sobre otras, dando como resultado un tejido complejo desarrollado a base de cortes de tela de distintos colores y variadas grafías. Del hecho de que la mola implique un trabajo de varias capas y cortes, se puede deducir el motivo por el cual los costos de esta artesanía son tan altos. Por ejemplo, una mola auténtica hecha para servir como guante para tomar implementos calientes, puede costar entre 18 a 20 dólares si se regatea.
La mola coincide con la pintura corporal que usaban las tribus nativas de esta zona de Centroamérica, de manera que es posible encontrar variedad de formas geométricas. Las más comunes son aquellas que tienen líneas y ángulos rectos, pues permiten a la persona que elabora la mola, hacer converger los retazos de tela en ilustraciones textiles que semejan, por su complejidad, a las imágenes que vemos a través de un caleidoscopio.
En la tradición Guna, se cree que el universo está conformado por varias capas de mundos. En el inframundo cuarto, habitan espíritus con aspecto de mujeres muy bellas y que se especializan en el uso de las tijeras, por lo que se dedican a crear bellos diseños con los que atraen a hombres a los que seducen para que se casen con ellas. Cuenta la leyenda que solamente una mujer Guna ha sido capaz de entrar a este inframundo, donde recibió la enseñanza de cómo elaborar estos textiles para pasar el conocimiento a las mujeres de su comunidad. De esta creencia se conserva simbólicamente el trabajo de hacer las molas en capas (porque el universo mismo se compone de capas).
Las molas representan también a animales que se hallan en los territorios que ocupan las tribus indígenas; hay monos, tigrillos, arañas, ranas, perezosos, etc. También se representan escenas de la vida cotidiana y hoy en día, como prueba de la integración de las tribus al mundo contemporáneo, artistas expertos en mola se dedican a plasmar personajes icónicos de la cultura popular: Spiderman y otros superhéroes.
El museo permite al visitante apreciar un total de casi 200 molas y ponerse de pie sobre una estructura de vidrio elaborada para representar la visión del universo que tiene la comunidad Guna. Allí, se tiene la sensación de estar a punto de caer a un precipicio sin fondo donde se observa el cambio de colores y formas que se ven en las molas, pero siempre en movimiento. Esto simboliza el cuarto inframundo ya mencionado, donde se cree que el cielo y las nubes cambian constantemente de colores y formas gracias al trabajo textil que hacen los espíritus. El reproducir textiles en este mundo terrenal es no solamente una tradición, sino un conjuro de la comunidad Guna contra los malos espíritus, pues se cree que vestir prendas de mola ofrece protección contra la mala energía de la cual pudiesen ser víctimas las mujeres, consideradas como seres vulnerables.
WLa música tradicional que acompaña las exhibiciones en este museo, sumerge al visitante en el sentir que conlleva la mola para la comunidad Guna: una experiencia que no cualquier museo es capaz de transmitir