Por: Thalif Deen
Esta imagen de Vladimir Putin arrodillado ante Xi Jinping fue generada por una inteligencia artificial.
En las muchas elecciones que se celebrarán este año en todo el mundo, la Inteligecia Artificial, en combinación con las redes sociales, desempeña un papel cada vez más importante en la manipulación de las elecciones y la difusión de información errónea
NACIONES UNIDAS (IPS) – El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, advirtió durante la Tercera Cumbre para la Democracia, celebrada en Corea del Sur, que una «avalancha» maliciosa de desinformación amenaza a las democracias del mundo, provocada por el auge de la inteligencia artificial (IA).
“Pero la IA es también un ámbito crítico en el que la democracia está siendo desafiada. Así, mientras tratamos de aprovechar el poder de la IA y otras tecnologías digitales para el bien, algunos gobiernos están abusando de esas mismas tecnologías para hacer justo lo contrario”, dijo. Utilizan herramientas de IA, como el reconocimiento facial y los bots, para vigilar a sus propios ciudadanos, acosar a periodistas, defensores de los derechos humanos y disidentes políticos.
También difunden información errónea y desinformación que socava la celebración de elecciones libres y justas o enfrenta a un segmento de nuestras sociedades con otro, afirmó Blinken durante la jornada inaugural de la Cumbre, celebrada en Seul.
Un artículo del diario The Washington Post, publicado en enero y titulado «La IA está desestabilizando el propio concepto de verdad», se centra en las próximas elecciones legislativos y presidenciales de Estados Unidos, al tiempo que señala que los expertos en inteligencia artificial llevan tiempo advirtiendo de que los contenidos generados por IA podrían enturbiar las aguas de la realidad percibida. A pocas semanas de un año electoral crucial, aumenta la confusión en torno a la IA.
Políticos de todo el mundo han estado desechando pruebas potencialmente condenatorias (vídeos granulados de citas en hoteles, grabaciones de voz criticando a oponentes políticos) tachándolas de falsificaciones generadas por IA. Al mismo tiempo, las informaciones ultrafalsas (deepfakes), generadas por la IA, se utilizan para difundir desinformación.
El mes pasado, en Estados Unidos, el Departamento de Justicia del estado de New Hampshire informó que estaba investigando unas “robollamadas” en las que aparecía una voz generada por IA que parecía la del presidente Joe Biden, pediendo a los votantes que no acudieran a las primarias del llamado super martes. El primer uso notable de IA para reducir a los votantes en este ciclo electoral.
Mark Coeckelbergh, profesor de Filosofía en la Universidad de Viena y autor de «Why AI Undermines Democracy And What To Do About It» (Por qué la IA socava la democracia y qué hacer al respecto), publicado este año, dijo a IPS: “Como veremos en las muchas elecciones que se celebrarán este año en todo el mundo, la IA, en combinación con las redes sociales, desempeña un papel cada vez más importante en la manipulación de las elecciones y la difusión de información errónea”.
“Este es un problema inminente que deben abordar los responsables políticos. Pero, como muestro en mi nuevo libro Por qué la IA socava la democracia y qué hacer al respecto, la democracia no solo tiene que ver con las elecciones”, precisó.
La democracia, argumentó, también se ve socavada en sus principios fundacionales debido, por ejemplo, a la parcialidad y la vigilancia, que amenazan los principios democráticos básicos de justicia y libertad. Además, dijo, se necesita una base de conocimiento para la democracia, pero la IA puede conducir a la polarización y a burbujas epistémicas, es decir, a un clima en el que la gente no está interesada en opiniones diferentes y en el que los demás son vistos como enemigos.
En un clima así, señaló, los ideales deliberativos y comunicativos de la democracia no pueden florecer, sino que, por el contrario, se ven socavados. “Necesitamos urgentemente más acuerdos vinculantes a nivel nacional y mundial para abordar estas cuestiones con el fin de salvaguardar y desarrollar la democracia. La democracia es muy vulnerable, puede erosionarse fácilmente. Si dejamos las cosas como están, el desierto del totalitarismo está a la espera de emerger”, subrayó Coeckelbergh.
Nipuna Kumbalathara, responsable de Comunicación de Civicus, un alianza mundial de organizaciones de la sociedad civil, dijo: “Sin duda, una grave amenaza a los derechos y valores democráticos emana de los canales de medios de comunicación de derecha y portales en línea que son expertos en difundir desinformación y reforzar los prejuicios contra las minorías y las personas excluidas”.
También los políticos, argumentó, contribuyen a la creciente epidemia de difusión deliberada de medias verdades e información engañosa. Tales tendencias se aceleraron durante la pandemia de covid-19, cuando autoritarios y populistas intentaron suprimir la verdad sobre el impacto de la enfermedad y trataron de restar importancia a la eficacia de sus respuestas.
Esto llevó al secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres, a pedir un código de conducta sobre la integridad de la información pública en su informe Nuestra Agenda Común. No está claro cuánto se ha avanzado en el código de conducta. Además, en un momento en que las condiciones del espacio cívico se encuentran en mínimos históricos en todo el mundo, “los aparatos represivos del Estado están utilizando la tecnología como arma para vigilar, difamar y perseguir ilícitamente a los activistas de la sociedad civil y a los periodistas que se dedican a destapar mentiras y a descubrir la verdad”, dijo Guterres.
Cuando se le pidió una respuesta, el Copiloto de Microsoft generado por IA dijo:
1. Desinformación y manipulación: Una «avalancha» maliciosa de desinformación amenaza a las democracias en todo el mundo. La inteligencia artificial, con su capacidad para generar y difundir contenidos rápidamente, contribuye a esta amenaza. Siembra la sospecha, el cinismo y la inestabilidad explotando las fisuras dentro de las sociedades democráticas.
2. Interferencia electoral: Países que representan casi la mitad de la población mundial, incluida la India, celebrarán elecciones este año. Las campañas de información manipulada alimentadas por la inteligencia artificial pueden influir en los resultados electorales. Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 sirven como ejemplo de advertencia.
3. Desafíos en la detección de contenidos generados por la inteligencia artificial: Los potentes programas generativos de inteligencia artificial pueden engañar incluso a los consumidores de noticias más sofisticados. Detectar contenido generado por Inteligencia Artificial es un reto, y los adversarios blanquean astutamente su propaganda y desinformación.
4. Riesgos catastróficos: Un reciente informe encargado por el Departamento de Estado advierte de que la inteligencia artificial presenta «riesgos catastróficos «. Un sistema de inteligencia artificial capaz de una persuasión sobrehumana podría socavar los procesos democráticos.
Los esfuerzos para hacer frente a esta amenaza incluyen la promoción de la alfabetización digital y mediática, instando a las plataformas de medios sociales a etiquetar el contenido generado por la inteligencia artificial, y la sensibilización sobre los riesgos. La vigilancia y la colaboración son esenciales para salvaguardar las instituciones democráticas de la desinformación generada por la inteligencia artificial.