La antigua Guapondelig fue nominada Cuenca por los colonizadores españoles. El 12 de abril de 1557 empezó su nueva historia, que ha convertido a la ciudad en metrópoli del mundo y Patrimonio Cultural de la Humanidad
Al trajín de siglos, Cuenca modeló la imagen, el espíritu, la cultura y el destino de sus habitantes, bajo el esplendor poético del paisaje empavesado por ríos y vergeles y al abrigo de clima primaveral, entre montañas protectoras de la milenaria planicie grande como el cielo.
Al promediar la tercera década del siglo XXI Cuenca junta la plácida madurez secular a la agitada realidad contemporánea, y por sobre los adelantos de la ciencia, la tecnología, la industria y la relación con el mundo, acumula enjundias que identifican su pensamiento, su arquitectura, sus tradiciones y aconteceres de arte y la cultura.
Estas gráficas son expresiones de la encantadora belleza de elementos inconfundibles de la cuencanía: los templos de las devociones, las manos diestras y trabajadoras, el esplendor pirotécnico de las celebraciones solemnes, el encanto de sus ríos y paisajes y otras manifestaciones de vida e intelecto. *
* El reconocido escritor ecuatoriano Eliécer Cárdenas obsequió a la revista AVANCE un archivo digital de fotografías de Cuenca, cuando ejercía la dirección de la Biblioteca Municipal. De allí son las fotos que es oportuno difundirlas en el mes conmemorativo de la fundación española. No hemos podido identificar al autor de esta bellas estampas y ojalá su publicación nos facilite hacerlo. La foto del tranvía no corresponde al mencionado archivo. (N. del D.)