por: Rolando Tello Espinoza

 El monumento con las placas de la Casa de la Cultura y de la UPA, con fichas explicativas, en el libro “Epigrafía y Escultura Patrimonial de Cuenca”, de Felipe Díaz Heredia. 

Cuando la entidad periodística cumple 66 años, ha desaparecido la placa que colocó el gremio hace más de tres décadas en el monumento a su patrono a los dos siglos de su natalicio. El alcalde Jorge Piedra Ledesma, al desvelarla, elogió la vida y la obra del monje pionero del periodismo azuayo

En Cuenca, en la Sala de la Dirección del Diario El Mercurio, a las seis de la tarde del día veinte de Noviembre de mil novecientos cincuenta y siete, reunidos los periodistas residentes en el Azuay que suscribimos al pie, resolvimos dejar definitivamente constituida, y así lo dejamos, la entidad social que se denomina UNIÓN DE PERIODISTAS DEL AZUAY, que se regirá por las leyes del país y por los Estatutos que en esta misma sesión de Asamblea General dejamos aprobados en segunda y última discusión”.

Lo anterior dice el Acta Constitutiva del gremio que en este mes llega a los sesenta y seis años. Diez y seis periodistas oficializaron con su firma el nacimiento de la UPA, uno de los actos culturales perdurables del cuarto centenario de fundación de Cuenca.

Miguel Merchán Ochoa, director del diario, fue su primer presidente. Con él firmaron el acta Tomás H. Quintanilla, Saúl T. Mora, Julio Abad Chica, Miguel Ernesto Domínguez, Hugo Ordóñez Espinoza, José Antonio Cardoso, Alberto Cardoso, Juan Antonio Neira Carrión, Manuel Ignacio Neira Carrión, José Cuesta Heredia, Estuardo Cisneros Semería, Víctor Gerardo Aguilar, Darío Ordóñez Espinoza, Antonio Lloret Bastidas y Francisco Estrella Carrión. Son nombres reconocidos en el periodismo, la cultura y en diversas facetas de actividad privada y pública. Varios de ellos retomaron la publicación de La Escoba en los años 50 del siglo pasado, otro medio fundado por Solano.

En enero de 1964 la UPA, presidida por Hugo Ordóñez Espinoza, declaró a Solano patrono de la institución, en honor al sabio multifacético creador del primer periódico de Cuenca, El Eco del Azuay, que salió el 13 de enero de 1828. El Concejo y la Casa de la Cultura de Cuenca se sumaron al homenaje.

Vicente Solano, nacido el 15 de octubre de 1791, tenía treinta y siete años cuando fundó el periodismo en Cuenca, con su semanario salido de la primera imprenta traída a Cuenca por Tomás Ordóñez, donde también se editaron los libros del más ilustrado cuencano en las postrimerías coloniales e inicios de la República. Solano murió el 1 de abril de 1865. El periodismo fue una de sus facetas intelectuales, pues publicó estudios sobre física, historia natural, las plantas andinas, los minerales, los animales, las erupciones volcánicas, y sobre derecho canónico y teología.

La Unión de Periodistas del Azuay apareció bajo signo contestatario, por la unidad de la clase, para vigilar el respeto a la democracia, la libertad de expresión, y la capacitación de sus miembros. Por los cuatro siglos de fundación de Cuenca, del 12 al 16 de octubre de 1957, organizó la primera conferencia nacional de periodistas ecuatorianos, a la que no asistió la Unión Nacional de Periodistas (UNP), resintiendo a los periodistas azuayos que desde 1945 pertenecían a ella. En el evento se formó la Confederación Nacional de Periodistas del Ecuador (CNPE), en desacuerdo con la UNP, mientras los periodistas azuayos independientes fundaron la UPA.

Fotos del alcalde Cristian Zamora en Facebook, subidas la noche del 6 de agosto de 2023, al pie del monumento a Solano. Ya no está la placa de la UPA por los dos siglos del natalicio del personaje.

Hugo Ordóñez Espinoza, miembro fundador del gremio, en artículo publicado en diario El Universo el 25 de enero de 1991, sintetiza el origen de la UPA: “Y como los periodistas azuayos quedamos muy disgustados con la matriz de la U.N.P., porque se había opuesto a la reunión del Congreso que nosotros habíamos patrocinado con gran empeño y decisión, no bien se clausuró ese Congreso nos reunimos en asamblea general y por unanimidad resolvimos disolver el Núcleo de Cuenca de la U.N.P. y constituirnos en entidad independiente y autónoma que no fuese filial, sucursal ni dependencia de otra alguna, que no fuese “núcleo de nadie”, como nos gustaba repetir entonces, cuando estábamos con la sangre en el ojo, y esa entidad fue, y al cabo de treinta y tres años sigue siendo la Unión de Periodistas del Azuay, en Cuenca, más conocida simplemente por U.P.A”.

A sesenta y seis años de entonces, olvidadas las divergencias iniciales, conviven la UPA y la UNP, gremio este último que reapareció en 1979, cuyos miembros también admiran a Solano. Por el segundo centenario de su nacimiento, la entidad le rindió homenaje solemne, colocando en el pedestal de su monumento en el redondel de la avenida que lleva su nombre, la Avenida Solano, una placa de bronce alusiva a los dos siglos de su natalicio.

El monumento se había inaugurado en abril de 1957, por el cuarto centenario de la fundación de Cuenca. El busto en lo alto de la columna, del escultor Luis Mideros, donó la matriz de la Casa de la Cultura, presidida por Benjamín Carrión, en cuya representación intervino su delegado Carlos Manuel Larrea. Luego, el alcalde Luis Cordero anunció: “El monumento de Solano presidirá en esta misma Avenida, a la gran caravana de estatuas que irán surgiendo al golpe de la gloria, para perpetuación de los valores humanos de esta tierra pródiga en próceres de la cultura”. Hoy en la avenida están los monumentos a los personajes ilustres de Cuenca.

 Placa de homenaje a los dos siglos de Vicente Solano, extrañamente desaparecida del monumento erigido en 1957. 

La placa de la UPA fue colocada con permiso de la Municipalidad, cuyo alcalde Jorge Piedra Ledesma, que años antes presidió la entidad, destacó la trascendencia del acto en el periodismo nacional, y Miguel Ernesto Domínguez disertó sobre la fecha. Fue el 13 de enero de 1992, cuando presidía la UPA Rolando Tello Espinoza. La placa tenía fecha l6 de julio de 1991, pero se postergó colocarla para el Día del Periodismo Azuayo, luego de un concurso sobre la vida y obra de Solano, en el que el primer premio obtuvo Antonio Lloret Bastidas, a quien en 1993 nombró la Municipalidad Cronista Vitalicio de Cuenca.

La placa estuvo en el sitio hasta los meses iniciales de la actual administración municipal. Hay sospechas de una autoría maliciosa en la desaparición, pues un ratero común hubiera llevado además la placa grande, también al alcance de la mano, colocada por la Casa de la Cultura al inaugurar el monumento.

El 11 de enero de 2023 la Dirección de Áreas Históricas y Patrimoniales de la Municipalidad denunció la desaparición de dos placas del monumento a Benigno Malo en la avenida Solano, denuncia identificada por la Fiscalía del Azuay con el número 010101823010296, sobre las últimas placas perdidas en la administración municipal que terminó en mayo.

Periodistas en el redondel del monumento, luego del homenaje al fundador del periodismo azuayo, en foto de El Mercurio de 14 de enero de 1992. A la derecha, el alcalde Jorge Piedra Ledesma develiza la placa.

El domingo 6 de agosto de 2023 el alcalde Cristian Zamora subió a las redes una foto en la que está él al pie del monumento, por la noche, con una mascota en brazos, apreciándose que la placa de la UPA había desaparecido del lugar que ocupó en las alcaldías de Jorge Piedra, Xavier Muñoz, Marcelo Cabrera, Fernando Cordero, Paúl Granda y Pedro Palacios, tres de ellos en dos períodos. La autoridad destacaba los chorros de agua subiendo desde la pileta del monumento, en cuya estructura se veían viejos grafitis y la huella del espacio que ocupó la placa al desaparecer, profanando la memoria del personaje sabio y sagrado de Cuenca. Sería justo que la municipalidad restituyera con una réplica exacta la reliquia histórica, en desagravio al periodismo azuayo de ayer, y de hoy.

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