En Denver, Colorado, el invierno es un regalo de la naturaleza que, combinado con la belleza de Monarch Mountain, ofrece al ser humano la posibilidad de atravesar caminos blancos, tal cual si hubiesen salido de un cuento de hadas

En las zonas del mundo donde el invierno marcado incluye nevadas, es popular llevar a cabo paseos en motos de nieve, y Denver no es la excepción. En la montaña conocida como Monarch, es posible acceder a este tipo de paseos mediante el alquiler de dichos vehículos especialmente diseñados para rodar sobre caminos nevados. La montaña es parte de la cadena Rocky Mountains en Colorado (Estados Unidos).

Este tipo de moto, conocida también como motonieve, cuenta con esquís de alta resistencia ubicados a los costados y una única rueda de tracción al centro, de forma que su diseño está hecho para rodar precisamente sólo cuando el camino está cubierto de nieve. La motonieve, además, está hecha para llevar a dos personas: el conductor y el pasajero, como ocurre con las motos comunes y corrientes para carretera.

La gran ventaja de alquilar este vehículo radica, sobre todo, en la posibilidad de adentrarse en caminos no transitados por ningún otro vehículo en los parques nacionales nevados. De hecho, nuestra experiencia en la montaña Monarch fue extraordinaria porque la moto de nieve nos permitió conocer sitios muy remotos de la misma y disfrutar de paisajes verdaderamente bellos, cubiertos de todo tipo de pinos. El tipo de pino que se observa en esta zona es muy particular; pese al invierno, siempre permanece verde si bien con las nevadas dan la apariencia de ser blancos. La nieve, sin embargo, no los daña, pues son especies nativas de Colorado y, por lo tanto, pertenecen y sobreviven bien al clima invernal de ese bello Estado.

El alquiler incluye una corta orientación dada por el guía sobre el manejo de las motonieves. El costo añade un seguro obligatorio dado que, en caso de averiarse durante el trayecto debido a la negligencia de los conductores, el valor de la reparación es a veces más alto que el de una motonieve nueva. Esto se debe a que su diseño incluye piezas de gran resistencia para climas invernales y tracción especial para la nieve.

Un recorrido por la montaña Monarch dura aproximadamente de 3 a 4 horas y la vestimenta tiene que ser especial para poder aguantar el gélido aire que caracteriza a Rocky Mountains en invierno. Por eso, se debe llevar una pechera para nieve, un pasamontaña, botas impermeables, y un casco que se alquila junto con la moto. Fuera de ello, es obligatorio el alquiler de gafas especiales de protección, pues los días soleados en Colorado, inclusive en invierno, son una garantía. De hecho, pocos son los días del año que Colorado no ve el sol y, a pesar de que Florida es famoso por sus días soleados, Colorado tiene más días soleados que tal Estado. Aunque ello ayuda a contrarrestar un poco el frío del invierno y favorece a que la nieve se derrita relativamente rápido, el brillo del sol al reflejarse en la nieve es una de las principalescausas de la famosa ceguera de nieve, o fotoqueratitis. Así, el paseo en motonieve es maravilloso, pero requiere medidas de seguridad apropiadas.

Por otro lado, las motonieve son capaces de subir caminos bastante empinados y de atravesar otros pese a estar llenos de los conos que arrojan los pinos, así como de ramas que parecieran impedir el paso y que estos increíbles vehículos sortean elevándose fácilmente por unos segundos para caer suavemente gracias a los amortiguadores incluidos en su estructura.

Desde la cima de la montaña Monarch, se pueden apreciar muchos picos que ascienden a 14.000 pies de altura y que, en invierno, ofrecen un espectáculo natural sin igual. Como ya he expresado en otras ocasiones al referirme a Colorado como el otro hogar extranjero que me ha acogido, nunca me canso de ponderar la belleza que encierran las ‘’montañas rocosas’’, como se conocen en español. Hoy en día, con razón muchos grupos han alzado su voz para protestar por el uso de estas motonieves debido a la irrupción ambiental que causan al funcionar con gasolina. Por eso, muchas de las industrias que en Estados Unidos fabrican motonieves, están ya en pro de rediseñar estos vehículos para poner su grano de arena en la protección del ambiente y reducir la emisión de gases propios de los vehículos a gasolina.

Se espera que así sea, porque el invierno es un regalo de la naturaleza que, combinado con la belleza de Monarch Mountain, ofrece al ser humano la posibilidad de atravesar caminos blancos, tal cual si hubiesen salido de un cuento de hadas.

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