Un fotoperiodista capta la profusión de sitios de venta y consumo de alimentos azucarados en Cuenca, que podrían ser el germen de afecciones en la salud humana, por el alto nivel de contaminación en la sangre
Steven Rubin, fotoperiodista estado- unidense que exploró fotográficamente sobre la diabetes en Cuenca, sorprendido por las ofertas azucaradas abundantes en muchos sitios. |
Por más de treinta años Steven Rubin recorre países y continentes disparando su lente sobre objetivos que le sorprenden, inadvertidos por la gente entre la que va curioso con su cámara. Este agosto estuvo en Cuenca para preparar un reportaje de fotoperiodismo sobre la diabetes.
¿Sobre la diabetes, en Cuenca? Al estadounidense de 62 años, alto y encanecido de cabeza y barba, graduado en sociología y antropología por la Universidad de Pennsylvania, donde es profesor desde que se graduó en Artes Visuales, le impresionó en esta ciudad la profusión de negocios en las calles, tiendas o mercados, con manjares y bebidas azucaradas.
Habla español lo suficiente para entender y dejarse entender por el periodista en la redacción de la revista. “La diabetes crece por todo el mundo, no se detiene. En 2050 más de 1.3 billones de personas sufrirán la enfermedad sin cura, aunque puede controlarse para sobrevivir con ella”, dice.
No necesita explayarse, pues su computadora portátil carga cientos de fotos que muestran por los ojos más de lo que pueda decirse con palabras: nubes de algodón de azúcar, quesadillas endulzadas, pasteles, roscas, suspiros, helados, gelatinas, hostias, roscones, mermeladas, colas y más golosinas de harina y dulce en sitos fijos o improvisados. Ofrecen, además, ingresos a las personas –generalmente mujeres- expertas en la preparación gastronómica que es parte de la tradición cuencana y halago para el turismo. El fotoperiodista no sabe lo que se ha perdido al no visitar Cuenca en Corpus Cristi, cuando las abejas de todo el mundo vienen a revolotear sobre los charoles de melosos bocaditos.
La diabetes puede poner en riesgo de amputación de extremidades | El algodón de azúcar, una golosina que se expende en los sitios públicos |
Pero no todo es sabroso y dulce. Hay fotos que presentan los efectos del consumo excesivo de azúcares que contaminan la sangre y causan la diabetes que provoca sobrepeso, necesidad de insulina, problemas circulatorios, ceguera, riesgos de amputación de partes del cuerpo y uso de prótesis, según la economía de los pacientes. Muchos mueren prematuramente carcomidos por el mal incurable.
Otras fotos de Steven muestran cómo afrontar la diabetes con alimentación apropiada, bailoterapia y ejercicios al aire libre, a cualquier edad, pues acomete sin distingo a niños, adultos o ancianos. Controladas, las personas con diabetes pueden llevar mejor vida que pacientes de otras dolencias, despreocupados por su salud.
El fotoperiodista ha contactado con la Casa de la Diabetes, entidad privada dirigida por Ana Fernanda Sánchez, que atiende a estos pacientes en Cuenca, ayudándolos a bajar el nivel de azúcar en la sangre. Con su auspicio expondrá las fotos en septiembre, para socializar los riesgos de la enfermedad y la forma de evitarla o afrontarla. Las fotos, en elocuente y colorido lenguaje universal, por sí mismas lo dicen todo, para no abundar en párrafos innecesarios.
Estadísticas aproximadas
Ana Fernanda Sánchez, directora de la Casa de la Diabetes, es vicepresidenta de la Federación Internacional de la Diabetes, con sede en Bélgica. Anuncia que en noviembre se hará una encuesta sobre pacientes en el Ecuador. Los datos conocidos no son actuales, pero se calcula que en la población de 50 a 59 años uno de cada diez ecuatorianos tiene diabetes. En Centro y Suramérica serían 33 millones de adultos, entre 20 y 79 años, unos 11 millones sin diagnóstico.
Según la Organización Mundial de la Salud en 1980 en el mundo había 108 millones de enfermos y en 2014 la cifra subió a 422 millones. En 2019 fue la novena causa de mortalidad en el mundo, con 1,5 millones de defunciones a consecuencia directa de la afección. La OMS considera que se la puede tratar y evitar con actividad física, alimentación sana, medicación y controles periódicos.