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Espectacular resplandor vespertino tras una tarde de lluvia, al occidente del centro histórico de Cuenca, barrio San Sebastián. Abajo matices de luz y color bajo la lluvia nocturna, mientras el tranvía pasa cerca a la plazoleta de Santo Domingo. |
El presente año se caracteriza por ser de los de más intensas lluvias en las últimas décadas, con bajas temperaturas no comunes en esta temporada. Este fenómeno se percibe especialmente en la serranía ecuatoriana y de alguna manera ha alterado la rutina, provocando que las personas se refugien presurosas y temprano en los hogares, con paraguas a la mano.
En Cuenca, el clima alterna entre días soleados y lluviosos, produciéndose frecuentes aguaceros de gran intensidad que terminan súbitamente y reaparece el resplandor solar que aparte de calentar el ambiente, ilumina paisajes espectaculares en el horizonte, en la proximidad de los ríos y en el centro urbano.
La fotografía que acompaña a esta nota, al atardecer del 6 de junio, muestra el esplendor vespertino, con nubes rojas que engalanan el firmamento y la extensión occidental de la calle Sucre, con el adoquinado límpido, en dirección al barrio de San Sebastián.
Los pronósticos del clima han dejado de ser confiables y al menos en Cuenca, el fin de la temporada lluviosa es incierto, cosa inusual en los meses de junio y julio, que dan paso al fin del ciclo lectivo y al período de las vacaciones estudiantiles.