El embalse de la presa de El Labrado, permite regular los caudales de la cuenca del Machángara. La foto de la derecha muestra una creciente del río Tomebamba, desprovisto de obras de control para las inundaciones.
Cuenca hoy está bien abastecida de agua, especialmente para consumo humano, pero es apremiante que las instituciones y la sociedad hagan conciencia de la necesidad de emprender acciones que aseguren esta condición a un futuro no lejano, pues hacia 2050 tendría un millón de habitantes. El Programa para el Manejo del Agua y el Suelo (PROMAS), de la Universidad de Cuenca, es una institución académica con permanente investigación sobre este tema. Una exposición de su Director, ingeniero Felipe Cisneros Espinosa, lleva a reflexionar sobre el futuro de Cuenca y su población, en función del manejo oportuno y adecuado de sus recursos hídricos
Cuenca es bendecida con sus cuatro ríos, pero su caudal será insuficiente a mediano plazo. Se dispone de más o menos 2.7 m3/s actualmente en las plantas de tratamiento, pero esta cantidad no necesariamente está garantizada en las fuentes, más aún si a la mitad del siglo la población será de más de un millón de habitantes, con lo cual el requerimiento sería de aproximadamente de 5 m3/s.
Desde la Academia se considera urgente un plan hidráulico sustentado en aspectos de oferta y demanda de los recursos hídricos, con un Plan que contemple ejecutar proyectos que garanticen el agua a mediano y largo plazo, mediante la regulación de caudales artificialmente con embalses y optimizando los aprovechamientos existentes, como ocurre en la cuenca del río Machángara. Los embalses son indispensables en nuestras cuencas hidrográficas por cuanto su regulación natural no es suficiente, pues nuestros páramos, cuyo comportamiento se asemeja a la una esponja retenedora de agua, tienen una pequeña potencia (espesor) del orden de 1 a 1,50 m. (en el norte la potencia de los páramos es de hasta 5 m), lo que hace que el volumen agua retenido sea pequeño y por ello en épocas de lluvia se presentan grandes caudales de escorrentía. En estas condiciones son necesarias las reservas de agua a través de embalses para regular los caudales.
La Academia siempre ha aportado ideas y proyectos, actitud que debe mantenerse e incrementarse. La Academia en los actuales momentos dispone de líneas de investigación en estos temas, habiéndose establecido incluso varias redes de recopilación de información hidrometeorológica. Con esta información los claustros de profesores altamente especializados disponibles, con la colaboración de sus estudiantes, se encuentran desarrollando las investigaciones necesarias y que aportan a resolver estos problemas.
Con frecuencia Cuenca, en invierno, sufre embates de grandes avenidas en sus ríos. A veces el Tomebamba entra en acción, en otras el Yanuncay y últimamente el Tarqui ha mostrado su poder, con daños patentes y ampliamente reportados por los medios de comunicación. Para solucionar estos problemas se han analizado varias formas de acometer, empezando por socializar la necesidad urgente de la planificación y ejecución de medidas no estructurales y estructurales frente a las crecidas. Se han planteado algunas alternativas en medidas no estructurales de ejecución inmediata, como el cuidado de las fuentes, la revitalización hidrológica, forestal, etc, y en cuanto a medidas estructurales la ejecución de obras hidráulicas que permitan la regulación de caudales son necesarias, dentro de estas destacan las presas que generan embalses que, a más de regular caudales en épocas de estiaje, retienen el agua en las épocas de lluvia. Los embalses en la cuenca del río Machángara muestran que esta medida es efectiva lo que significa que se deben planificar acciones de este tipo en todos los ríos. Para el río Yanuncay se tiene el proyecto Soldados Yanuncay, que contempla la presa Quingoyacu. Esta presa tendría una interesante incidencia para evitar daños que las inundaciones pueden causar y de hecho han ocurrido, poniendo en riesgo a los habitantes en sus orillas.
El Programa para el Manejo del Agua y del Suelo (PRO- MAS) de la Universidad de Cuenca estudia estos problemas y ha aportado con proyectos e ideas relevantes para la gestión integral de los recursos hídricos en general y de abastecimiento de agua en particular. El Proyecto de manejo integral de la calidad de agua en Cuenca, con investigaciones por mas 10 años en el marco del proyecto IWQM VLIR IUC, es financiado por el programa VLIR de Bélgica; el proyecto de regulación de caudales de las lagunas del Cajas en varias fases, es financiado por el CONESUP. CELEC y ETAPA han arrojado resultados en los diseños definitivos para la regulación de caudales utilizando las lagunas del Cajas. En este contexto, se tiene el diseño definitivo DOS CHORRERAS que se concretó con financiamiento del BID como proyecto fundamental de una solución para el abastecimiento de agua para Cuenca; el Proyecto Soldados Yanuncay, cuya prefactibilidad realizó el PROMAS, actualmente está, listo para ser ejecutado. En definitiva, PROMAS ha contribuido con proyectos que hacen énfasis en la calidad y la cantidad de agua para la ciudad.
El Ecuador, es un Pais que tiene vocación para la generación hidroeléctrica, tendría suficiente energía para vivir de ella, en efecto, Ecuador dispone de 45.000 MW de potencia técnicamente aprovechable (Planes maestros del Ecuador) de los cuales 22.000 MW son Potencia económicamente aprovechable. Hasta la presente fecha únicamente se ha construido una pequeña parte de las centrales hidroeléctricas planificadas a nivel nacional, cuyas potencias no llegan al 20% del potencial energético económicamente aprovechable, sin embargo, se afirma que ya se tiene energía suficiente, y ya no se debe construir más centrales, lo cual es un gran error; pues la energía es el motor que hace el desarrollo y en nuestro país por resoluciones políticas no se ha aprovechado ese potencial. Lo que se ha hecho hasta la fecha está muy bien, pero el balance indica que se todavía se requiere generación térmica, que va en detrimento de nuestra economía. Por ello es necesario construir la mayor cantidad de centrales hidroeléctricas posibles, que están identificadas y algunas con estudios suficientes. Así se podría incluso exportar más energía LIMPIA (hoy se está exportando energía a los países vecinos), con ingresos para el país. Con esta vocación se deben impulsar iniciativas como las de ELECAUSTRO, con proyectos para el desarrollo que resuelven problemas generados por el mal manejo de los recursos y agravado por la variación del clima.
Detalles del proyecto de uso múltiple Soldados Yanuncay, para le generación eléctrica, el abastecimiento de agua potable y el control de crecidas.
El Proyecto de uso múltiple Soldados Yanuncay es un ejemplo claro de lo que se debe hacer para cubrir los requerimientos de agua a futuro, pues atiende la regulación de caudales, elevando significativamente el caudal garantizado y contribuye de forma efectiva en la reducción de caudales pico en las crecidas. Este proyecto permitirá, entre otras cosas, como en la cuenca del Machángara, la creación de un comité de manejo de la cuenca. Hay que destacar los resultados de la cuenca del río Machángara en su buen manejo y conservación, en acuerdo con las comunidades, lo que le hace sostenible, con reconocimientos nacionales como internacionales.
En definitiva, se debe considerar que, si no se realizan acciones en dirección de solucionar los problemas referidos, el riesgo de falta de agua está presente y ni se diga para un horizonte a mitad del siglo. Vale recordar que, en 1906, cuando se presentó un estiaje en Cuenca, los libros del Cabildo señalaron textualmente: … “Y los habitantes de la ciudad hacían huecos en los cauces de los ríos para proveerse de agua para beber …”. Un estiaje de esta magnitud en nuestros días sería una catástrofe y más a la mitad del siglo, por lo que el mensaje es no descuidar la dinámica del desarrollo y la gestión de los recursos hídricos según los requerimientos de su sostenibilidad.