Este pobre diablo tenía patas de loro.
Juan Pablo Balarezo, en LAS RAÍCES DEL OLVIDO
Bueno, las noticias son las noticias. Es decir, notas, sucesos, más o menos destacables. Nada más. Y – claro – se las puede fabricar; y, hasta, en serie; más baratas por docena. Y nosotros estamos, vosotros estáis y todos ellos están destinados, y condenados, a consumirlas
Se habla de las “fake news”. ¿Qué es esto? Pues, literalmente, falsas noticias. Ahora bien, ¿tal cosa no es una paradoja?
Claro. Si una noticia es falsa, no es una noticia; sería un infundio. ¿Y qué es un infundio? Pues, una invención malosa, malévola o malvada. Pero, acaso y a propósito, ¿el mundo no está lleno de infundios y cosas similares? Y, sí. La propaganda – aun la sencilla e ingenua de los jabones de tocador, por ejemplo – ¿no es, por lo menos, inexacta? Habrá que suponerlo… Y eso, en lo pequeño; para no hablar de las mentiras monumentales y los engaños múltiples de los regímenes totalitarios. Bueno, dejemos el lado serio del asunto para otro día. Y hoy, más bien, hablemos de los lados liviano, divertido y anecdótico del mismo. Adelante.
Hubo un tiempo – allá por los años cuarenta o cincuenta del siglo pasado – en que los diarios sensacionalistas tenían un público asegurado. Fue una especie de moda; con su tendencia principal y sus variantes. Recordemos, al respecto, unos detalles.
Las librerías vendían las revistas mexicanas de historietas: EL HALCÓN NEGRO, TIN TAN Y MARCELO, CUENTOS DE BRUJAS… (En esa misma laya, EL PENECA, chilena, tenía sus fieles devotos. Igual que las argentinas: RICO TIPO, humorística; la famosa, infantil, BILLIKEN; y la LEOPLÁN, de variedades. Pero, entre toda esa disponibilidad impresa, – para remachar en el tema – lo amarillista era lo sustancial.
Se usaba unos titulares llamativos; en realidad, se abusaba de ellos. Un buen ejemplo, tomado del diario guayaquileño LA NACIÓN: PANADERA INDIGNADA MATA A JOVEN GALÁN. He aquí el argumento, policial, de la historieta: La hija de una panadera flirteaba con su amigo; y, como puede suponerse, dejaba de ayudar a su madre. Ésta, fastidiada, había tomado un bolillo grande; y, sin más, lo había lanzado al cráneo del muchacho. Resultado fatal: muerte rápida, histeria de la chica, vecinos curiosos; y, finalmente, el levantamiento judicial del cadáver. El suplemento EXTRA – contaba la cuestión con una morbosa prolijidad. Otro ejemplo. Título, con grandes letras: LLOVIÓ FUEGO EN CAJAMARCA. ¡Ah, caray…! Y el texto incluía recuadros complementarios; narraciones de testigos horrorizados; y varias fotografías poco creíbles, calificadas, sin embargo, de oportunísimas y sensacionales.
La más conocida de aquellas publicaciones fue LA VENTANA DE MIRANDA. En ella, hacía gala de su ingenio un escribiente llamado Danilo José Cabezas. (Su origen misterioso, y su evolución estilística, merecerían un artículo aparte.) Y estaba, en realidad, muy bien dotado para la tarea. Tenía un lema: Lo factible es más importante que lo real. Y explicaba que lo factible es lo que los filósofos llaman la potencia; y lo fáctico, lo que llaman el acto. Y la potencia es poderosa… Claro… Al grano. He aquí algunos de sus títulos: CONDOR DERRIBA UN AVIÓN, LA ESCOBERA VOLADORA DE PUNTA ARENAS, LAS TORTUGAS SUPERSÓNICAS, LOJANOS DAN IMPONENTE RECIBIMIENTO A KING KONG, SE RÍO DE JANEIRO Y LO TIRARON A LAS PIRAÑAS… Y otros – quizá más modestos – pero también curiosos: SE LLAMABA NOMÁS CLARA LUNA DE VALENCIA; ( explicación: la vecina Clara se casó con su primo Pedro ); DOÑA PERPETUA VACA, LA MELCOCHERA DE BAÑOS; DON SEGISMUNDO FREUD, EL MÁS GRANDE MENTIROSO DE LA HISTORIA; LAS PROFUNDAS AGUAS DE MARTE Y LAS SUPERFICIALES DEL MAR MUERTO… Dame un tema; -- desafiaba Cabezas a cualquiera de sus amigos – y te prepararé una noticia verosímil.
Bueno, las noticias son las noticias. Es decir, notas, sucesos, más o menos destacables. Nada más. Y – claro – se las puede fabricar; y, hasta, en serie; más baratas por docena. Y nosotros estamos, vosotros estáis y todos ellos están destinados, y condenados, a consumirlas.