Las gobernaciones representan a la función del Ejecutivo en las provincias ecuatorianas. Su papel, sin embargo, ha sido discutible ante el centralismo que, en el caso del Azuay, es un mal histórico. El flamante titular asume optimista y el que le antecedió dice irse “satisfecho del deber cumplido”

El Gobernador Esteban Bernal, recién designado por el Presidente Guillermo Lasso, considera su prioridad encarar el plan de vacunación para impulsar la producción y desarrollo con la gente sin riesgos frente al coronavirus. El 8 de junio, a 15 días de su gestión, mantuvo un diálogo contra reloj con la revista AVANCE, robándole tiempo a sus compromisos oficiales y al público pugnando por exponerle inquietudes personales o comunitarias.

“El jueves 3 de junio vacunamos a 3.500 personas. Hoy serán siete mil y pronto se inyectarán diez mil vacunas diarias, con un sistema articulado con las universidades”, asegura, para a corto plazo tener a toda la población del Azuay inmunizada, en condiciones de volver a la vida habitual sin riesgos sanitario.

La apresurada entrevista no facilitó profundizar los temas, pero demostró que Bernal, con una trayectoria por varios sectores políticos, candidato a la alcaldía y a la prefectura, legislador y funcionario municipal, es un hombre público experimentado para responder al periodista. Pero el ejercicio del cargo permitirá constatar, en los hechos, si sus proyectos irán más allá de las palabras.

Esteban Bernal, miembro del partido político CREO, estrenó funciones en el nuevo gobierno que asumió el 24 de mayo.

¿Su diagnóstico del Azuay, al comenzar sus funciones?
La Gobernación es una institución con dificultades y acefalías en las direcciones. Vamos a mejorar la administración y las condiciones económicas de los servidores. Un gran desafío es la situación calamitosa, denigrante, humillante del Registro Civil con gente que en el siglo XXI pernocta en busca de los servicios, por obra de micro mafias de mercaderes vendiendo turnos. No es un problema coyuntural, sino estructural, que ya ha empezado a resolverse con acciones inmediatas.

¿Qué ejecutorias promete al iniciar el cargo?
Fundamentalmente en cuatro espacios: seguridad, el tema ambiental, vialidad y conexión aérea y la vacunación de todos los azuayos. El macizo de El Cajas es una de 729 biósferas identificadas en el mundo, de las cuales102 son activas. Su influencia comprende las provincias de Azuay, Loja, El Oro y Guayas, donde deben aplicarse prácticas ambientales adecuadas para su aprovechamiento, en coordinación con instituciones beneficiarias de la región. En vialidad esperamos el aporte del Ministerio de Transporte para superar los destrozos de las carreteras del Azuay y el austro; es increíble que Cuenca tenga un vuelo diario a Quito y no tenga una ruta a Guayaquil: conversamos con las cámaras, la academia y los sectores productivos para recuperar espacios perdidos, pues hace cinco o seis años operaban hasta ocho vuelos diarios a Guayaquil y Quito.

El centralismo es un mal histórico que sufre el Azuay: ¿qué prevé para encararlo?
Es un problema que aqueja a todo el país. Yo tengo conexión directa con el Presidente de la República y el Ministro de Gobierno, por lo que aspiro romper los conceptos centralistas con normas que corresponden a la Asamblea Nacional.

Pachakutik apoya al gobierno de Lasso. ¿Tendrá ingerencia en la administración pública del Azuay?
No hay cuotas de ninguna clase. Somos respetuosos del movimiento político, pero no tenemos acuerdos en este sentido.

En 2016 y 2017 se descubrió en Cuenca negocios ilícitos con medicinas falsas o caducadas. ¿Hará seguimiento de estos casos?
No son temas que incumben al Gobernador sino a las instancias judiciales. Como asambleísta siempre fui defensor de la independencia entre las funciones del Estado.

El gobernador Leonardo Berrezueta dotó hace años de un helicóptero policial a Cuenca, pero se llevaron. ¿Qué opina?
El helicóptero regresará a Cuenca. Dialogaré con el Ministro de Gobierno para que nos devuelvan. Es necesario para las labores disuasivas y de control de la seguridad.

La cárcel de Turi es foco de inseguridad. ¿Qué prevé hacer?
Esperemos. No quiero aventurar un pronunciamiento, mientras estamos analizando con responsabilidad el tema para encontrar soluciones efectivas y definitivas. Oportunamente hablaré de ello.

Su relación con el Alcalde de Cuenca y la Prefecta del Azuay?
Hemos hecho contactos con el Alcalde Pedro Palacios y la Prefecta Cecilia Méndez, con quienes mantenemos predisposiciones de trabajo coordinado, aplicando la filosofía del encuentro entre los ecuatorianos que propugna el gobierno nacional. Aspiramos robustecer conjuntamente el plan de vacunación COVID-19 para que sea un éxito y proteja la salud de los cuencanos y los azuayos.

¿Algo más que quiera añadir?
Pedir a la población que confíe en el trabajo de inmunización frente a la pandemia, primer objetivo de nuestra gestión.

La vacunación frente a la pandemia es la primer prioridad del nuevo gobernador. Pero las condiciones viales del austro son también una grave pandemia…

 

 

 

Seis meses de  “deber cumplido“

Cuatro gobernadores tuvo Azuay en la presidencia de Lenín Moreno: Xavier Enderica (junio de 1917-junio de 1919), Oswaldo Larriva (del 5 al 30 de de septiembre de 2019), Xavier Martínez (1 de octubre de 2019 - 21 de mayo de 2020) y José Jaramillo de noviembre de 2020 al 24 de mayo de 2021.

La primera mitad del período presidencial la cubrió un gobernador y luego la inestabilidad fue la característica, con intervalos de encargo hasta por más de dos meses. Larriva estuvo 25 días y renunció por problemas de salud (murió el 6 de enero de 2020).

La inestabilidad de los gobernadores evidenciaría el desinterés del Ejecutivo en atender a esta provincia, al punto que el propio gobernante evitó acudir al Azuay. Su último gobernador, José Jaramillo, dijo que en seis meses que ejerció el cargo, ni una vez Lenín vino a Cuenca.

Jaramillo dialogó con AVANCE el último día de su gestión. La parcial solución de la crisis del Centro de Rehabilitación Social de Turi, la vacunación contra el Covid con un plan ordenado, sin privilegios, y acciones frente al último período de lluvias e inundaciones, lideró la gobernación en su período. “Privilegiamos la vida de las personas sobre la reactivación económica, que vendrá cuando volvamos a estar sanos, aunque no dejemos de lamentar muchas pérdidas materiales y humanas”.

Sobre si deja la Gobernación satisfecho o frustrado, dijo estar contento de haber trabajado por el Azuay. También fue Coordinador zonal del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y asegura que ha logrado mantener en funcionamiento la red vial de la jurisdicción. Pero reconoció que las carreteras de la región, comparadas con sistemas viales del norte y la costa, parecen de otro país.

Reconoció como un mal que afecta al Azuay el centralismo. “Un mal histórico que no puedo negarlo. Manejar adecuadamente la autonomía provincial es otro tema pendiente”. No obstante, dijo no irse frustrado, frente a los problemas económicos, sociales y sanitarios que han limitado la acción, pero ha salido adelante: “trabajar en tiempos de holgura es un mérito, pero lo es más aún, en condiciones adversas como las que hemos tenido”.

José Jaramillo confiesa no ser afiliado a ningún partido y recomienda, en bien del Azuay y del nuevo gobierno, “continuar con el despacho de la Gobernación abierto para que la gente acceda a hablar de sus necesidades y problemas. Que tenga un equipo multidisciplinario que le dé una visión de la realidad provincial y de cada uno de los seres humanos que la habitan”.

 

 

José Jaramillo, el último gobernador de Lenín Moreno. Ya dejó colocado su retrato en la Galería de Gobernadores.

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