Lo menos que puede hacerse al iniciar 2020 es augurar que sea año próspero para los ecuatorianos y queden atrás los fatídicos tiempos que afectaron la vida de la gente de bien en el pasado reciente: la esperanza es lo último que se pierde, si aún queda algo de esperanza…
El nuevo año es especial para Cuenca, por la conmemoración de dos siglos de independencia. ¿Cuenca es independiente? No lo es: una conquista sería que se liberara de las cadenas políticas, burocráticas y económicas del centralismo. No se trata de renegar de la integridad nacional, pero sí reclamar porque se permita a Cuenca ser parte, en la realidad y la práctica, de las atenciones que merece en todos los órdenes del poder bifurcado en las dos ciudades más pobladas del Ecuador.
Los ex alcaldes consultados por AVANCE consideran que la independencia administrativa y económica es una necesidad para el desarrollo de Cuenca. Pero esa independencia ha de lograrse con el liderazgo de autoridades que pongan empeño para ello. Que exijan, se hagan respetar y dejen de ser sumisas dependientes del centralismo.
En esa dirección van las propuestas de este medio de comunicación que, desde siempre, pregona la urgencia de que Cuenca y el Azuay sean atendidas como por justicia corresponde a sus tributos al erario nacional. El bicentenario es ocasión para proclamar y reclamar, como para evocar el pasado, lo se está haciendo este medio de comunicación, para que conozcan los jóvenes de hoy su pasado y su historia.