Problemas internos en el más antiguo plantel de educación superior de Cuenca salen de control y no llegan a esclarecerse, pese a su difusión pública, con menoscabo del prestigio institucional del sesquicentenario plantel

Un ambiente de preocupación predomina en círculos docentes y estudiantiles en las últimas semanas: un proceso eleccionario convocado el 11 de diciembre, para tres representantes principales y tres suplentes de investigadores y de la Facultad de Ciencias de la Hospitalidad ante el Consejo Universitario, fue anulado por el tribunal electoral luego del escándalo por una lista inscrita con documentos introducidos en forma extemporánea.

Dos listas participaron en la convocatoria, una presidida por Lourdes Huiracocha y la otra por Angelita Sánchez. Las dos fueron inscritas hasta las 18H00 del 28 de diciembre, pero de la segunda ingresaron ante el Tribunal Electoral documentos de respaldo firmados al otro día, despertando más que sospechas. Varios docentes reconocieron haber dado la firma sin saber que la documentación estaba fuera del plazo legal establecido. ¿Cómo ingresaron los documentos al Tribunal Electoral, forzando la cadena de custodia supuestamente rigurosa? ¿Quién lo hizo? Hay nombres y pistas para investigar y llegar al esclarecimiento. ¿Por qué no se lo hace?

El Tribunal Electoral, presidido por Andrea Carvajal, resolvió el problema cancelando el proceso electoral, lo que ha provocado la protesta de los integrantes de la lista correctamente inscrita, cumpliendo las normativas establecidas.

Fernando Pauta, ex Decano de la Facultad de Arquitectura y docente de la misma, en carta al Rector Pablo Vanegas exige la investigación del caso y considera ilegal la resolución del Tribunal al anular el proceso: “Actos como éstos que se añaden a otros que se abandonan en el limbo de la supuesta investigación penal, eludiendo el deber y la responsabilidad de la investigación y la sanción administrativa, contribuyen al fermento antiético que la Universidad no puede tolerar”, dice Pauta en la carta al Rector, cuyo texto íntegro se inserta a esta nota.

Otros casos serían la intromisión de la fuerza pública en los predios universitarios, al inicio de la actual administración, que habría sido pedida desde el Rectorado; la difusión de las preguntas de los exámenes de admisión a los aspirantes a ingresar en la Facultad de Ciencias Médicas, antes de que se recibieran las pruebas, hecho que ha quedado en el abandono de las investigaciones administrativas y judiciales. Por fin, un caso reciente de denuncias de acoso sexual en la Facultad de Artes, tema que también se hizo público, en detrimento de la Universidad que en 2017 cumplió un siglo y medio de prestigiosa trayectoria.

Para estos primeros días de febrero el Consejo Universitario debería considerar el reclamo planteado por el docente Fernando Pauta, para que se adopte una decisión al más alto nivel universitario, sobre el caso de posibles fraudulencias en la reciente convocatoria eleccionaria, otro tema que se ha sumado a afectar la imagen institucional de la Universidad de Cuenca.

Este caso último es más expectante y sensible, considerando que también en la Universidad el presente es un año preelectoral, pues en enero de 2021 deben asumir las nuevas autoridades del Plantel.

Suscríbase

Suscríbase y reciba nuestras ediciones impresas en su oficina o domicilio llamando al 0984559424

Publicidad

Promocione su empresa en nuestras ediciones impresas llamando al 0999296233