Los eventos culturales de hoy invitan a repasar eventos culturales del pasado y a evocar a quienes los inspiraron o fueron sus protagonistas. La inauguración del monumento al poeta Miguel Moreno, el 8 de noviembre de 1936, fue el acto principal del Festival de la Lira de hace 83 años.
El poeta, sencillo y devoto, nació en Tutupali, Tarqui, cerca de Cuenca, el 3 de marzo de 1851. Perteneció al grupo Fraternidad y de su producción destacan los poemarios Sábados de Mayo y Libro del Corazón. Su muerte trágica –ahogado en un estanque- el 30 de agosto de 1910, conmovió a la sociedad y en especial a los amigos vinculados al personaje por las letras y la cultura.
En el discurso fúnebre, Remigio Crespo Toral propuso se le erigiese un monumento y la idea tuvo entusiasta apoyo, que se fue atenuando con los años. En julio de 1920, al celebrarse la segunda Fiesta de la Lira, se impulsó la iniciativa, formándose el Comité Moreno, para la glorificación del vate, con la participación de Crespo Toral, Honorato Vázquez y Luis Cordero Dávila, principalmente.
El monumento al poeta, en el parque de San Sebastián, en la parte occidental del centro histórico de la ciudad.
Pero pasaron más años sin concretarse el proyecto. Fue en 1936 que Aurelio Bayas –poeta cuencano- Ministro de Gobierno, encomendara al escultor Luis Mideros fabricar el busto de Moreno, que se lo elevó en lo alto de una columna en la plaza Miguel León, del barrio San Sebastián, como número especial del Festival de la Lira de ese año, dedicado al poeta a los 26 años de fallecido.
El 7 de noviembre por invitación del Comité Moreno a las autoridades y al pueblo, se realizó una peregrinación al templo de El Cenáculo, en cuyo cementerio estaba sepultado al poeta. Aquí la poetisa María Natalia Vaca de Flor recitó su poesía Flores ante la tumba de Miguel Moreno, y el canónigo Víctor J. Cuesta pronunció un elocuente discurso.
Al medio día fue la inauguración del Festival de la Lira dedicado a la memoria del poeta, en la quinta Delicia, de Daniel Toral, a orillas del río Tomebamba. Presidió el evento el Ministro Aurelio Bayas, encargado de entregar el Rondador de Oro asignado a Luis Cordero Crespo.
Al otro día, 8 de noviembre, fue la inauguración del monumento. El Ministro Bayas dijo: “Ahora vengo, no a pagar lo que a Cuenca debo, pero sí a expresar que la lealtad es mi culto. Vengo a entregar a su cuidado maternal y cálido, el busto en bronce de uno de sus más excelsos poetas… he traído la austera y melancólica figura del vate doliente que, en trovas de dolor y de recuerdo, en endechas musicales, cantó el amor, inmortalizó el sentimiento y se vinculó con su pueblo de tal manera, que fue el intérprete fiel del alma enamorada y triste de la morlaquía azuaya”.
Agustín Cuesta Vintimilla, en representación municipal, trazó la imagen física del poeta: “La tez pálidamente oscura, como resto de incendios de energía, la cabeza adelantada y sobresaliente, con las protuberancias lapidarias del talento y la frente volada en dos arcos sobre los ojos, que asomaban adentro, con fulgor metálico de concentración de piedad y místicas melancolías y arrobamientos…”
“No sé si por desgracia, o prueba de redención de culpas y desvíos –dijo Remigio Crespo Toral- me ha sido dado presenciar el descubrimiento de la imagen en bronce perdurable, del amigo, del hermano, en uno de los centros de su febril actividad. Dolencia mía la de una larga jornada que multiplica los cuadros del drama, en una cinta como de angustiosa alucinación. Yo que ayer ante los despojos del poeta, cubriéndoles de cinerarias, demandé al cielo el llanto de las estrellas, hoy ante su efigie, resucito en el recuerdo los solaces de su dulce amistad y la amargura de haberla perdido…”
Luis Cordero Dávila dijo: “¿Datos biográficos? ¡Para qué! El encasillado de fechas no es para fiestas de sol, para fiestas de plebiscito. La aritmética nada tiene que ver con la negación de los números que envuelve en sí todo lo que algo tiene de infinito. Los inmortales no pertenecen a la vulgaridad del calendario. Las estatuas no son hijas del registro civil. ¿Poeta? No lo digo yo, lo han dicho tantos: ninguno en el Ecuador se acercó más a la emoción anónima y colectiva, pero de profunda raíz personal, con que el pueblo cristaliza sus dichas y lágrimas para la comunidad del dolor y el afecto…”
El sacerdote dominico Ceslao Moreno, hermano del poeta, agradeció a autoridades, instituciones y ciudadanos que se sumaron al homenaje. Terminó su discurso de esta manera: “Conceptúo con toda sinceridad que la apoteosis que acaba de realizarse no es la gloria de un hombre ni la inmortalidad de un nombre, sino sencillamente la consagración hecha por el alma ecuatoriana, tan inteligente y justa, de algo que está por sobre todo: de la virtud que se impone, de la caridad que obliga y edifica, de la mansa humildad que roba los corazones”.
El poeta Miguel Moreno vive, inmortalizado en el bronce, en la plaza de San Sebastián. La escultura original miraba la vieja Casa de Temperancia, hoy Museo de Arte Moderno, pero por razones estéticas y normas patrimoniales, se la eorientó hace poco, de frente al templo secular del barrio cuencano, en pleno centro histórico.
Grupo de damas que luego de sembrar plantas ornamentales en torno al monumento, posaron para la fotografía, en el día de la inauguración.
EL FESTIVAL 2019
Para la VII Fiesta de la Lira, en su versión contemporánea, convocada para los hablantes hispanoamericanos, han enviado sus libros poetas de 12 países. Aparte del Ecuador concursan México, Venezuela, Colombia, Perú, Chile, Panamá, Cuba, Praguay, República Dominicana, Uruguay y Csta Rica. El certámen hispanoamericano de poesía será entre el 11 y el 14 de noviembre próximo, bajo el auspicio de la Fundación Cultural Banco del Austro y el aval académico de las Univrsidades de Cuenca, del Azuay, Politécnica Salesiana, Católica de Cuenca y Técnica Particular de Loja.