Ha llegado el mes de elecciones en el Ecuador: autoridades locales, provinciales, miembros del Consejo de Participación Ciudadana, saldrán de las urnas el 24 de marzo. En el Azuay también se consultará sobre la minería, un tema intrincado, por las connotaciones ambientales y de protección de fuentes de agua, pero también cargado de inocultables implicaciones políticas.

Seguramente en los días que faltan para la fecha de ir a las urnas, los candidatos a diversas dignidades intensificarán su ajetreo propio de la temporada. Ojalá transcurra en el ambiente de paz, democracia, civismo y cultura, para llegar a buen término y esperar la decisión de la voluntad ciudadana, que debe aceptarse y respetarse. Es curioso que en el caso de la consulta sobe la minería, no haya una campaña explícita, a más de las alusiones, generalmente opuestas a la extracción, de casi todos los candidatos.

Este es uno de los temas abordados en la presente edición, como están otros, sobre la corrupción de la que tanto se habla de extirparla, pero poco deja resultados. Acaso la campaña electoral en marcha incentivó ciertos episodios en torno al tema, en los que son protagonistas el actual y el anterior gobernante.

No podía faltar tampoco, en este número, algo relacionado con la crisis de la Iglesia Católica por la pederastia practicada entre su clero y altas jerarquías, a nivel mundial, poniendo en aprietos y riesgo la confianza de millones de fieles en el mundo, sobre el papel social, espiritual y humano que le corresponde a la Religión. Ojalá la cita universal de obispos y cardenales con el Papa, que acaba de realizarse sobre el tema, produzca inmediatos y permanentes resultados a favor de la humanidad.