Paisaje panorámico de la zona de Quimsacocha donde se asientan las reservas mineras de oro, plata y cobre

  El destino del proyecto Quimsacocha – que pasó a llamarse Loma Larga-,  dependerá de la respuesta SI o NO de 15 mil ciudadanos del cantón Girón a la pregunta

¿Está usted de acuerdo que se realicen actividades mineras en los páramos y fuentes de agua del Sistema Hidrológico Quimsacocha?

Junto a las campañas de los candidatos a las dignidades seccionales a elegirse este 24 de marzo en el país, la consulta sobre la minería inquieta al gobierno –que intentó por diversos medios impedirla-, y a los vecinos de la zona de posible explotación, pues su respuesta sentará precedentes legales para el futuro de la minería en el Ecuador.

International African Minerals Gold (IAMGOLD), inició en 2002 la exploración en Quimsacocha, el segundo proyecto más grande del Ecuador, con reservas de más de tres millones de onzas de oro, después de Fruta del Norte, que supera las 13 millones de onzas de oro. La empresa, formada en África hacia 1980, de las cinco más grandes del mundo, está en varios continentes.

Quimsacocha se traduce del quichua como Tres Lagunas. Es un paraje de viento, neblina, pajonales y lluvia, en los límites suroccidentales de Cuenca con Girón, San Fernando y San Gerardo. De ese milenario, hermoso y frío cráter volcánico a 3.800 metros sobre el nivel del mar, nacen los ríos Irquis, Tarqui y Yanuncay, que riegan pastizales y van a plantas que proveen de agua potable a habitantes de Cuenca y de pueblos vecinos.

En el segundo semestre de 2018 debía empezar la explotación de oro, plata y cobre en galerías subterráneas entre 200 y 300 metros de profundidad, pero el proyecto se paró con acciones interpuestas por organizaciones protectoras del agua, la naturaleza y la vida.

La larga lucha, por más de diez años, de campesinos y ambientalistas, detuvo la explotación, de la que era partidario el anterior gobierno y lo es el actual, pregonando una “minería responsable”, de respeto al ambiente, que a la vez aporte ingresos al erario nacional.   

La minera INVminerals Ecuador sucedió a Iamgold, exploró la zona y aspiraba explotarla, aduciendo que ha cumplido y cumple obligaciones técnicas y legales nacionales e internacionales, para no afectar las fuentes de agua ni el ecosistema. Las universidades del Azuay y de Cuenca asesoran y monitorean su actividad. Pero persiste la objeción radical con posiciones de cero a la minería.

La consulta de Girón es la culminación de la campaña antiminera, pero las urnas decidirán el triunfo de los supuestos perjudicados o beneficiarios de la explotación de los minerales metálicos con los que, para bien o para mal, sería pródiga la Pachamama en este sitio cercano a Cuenca, ciudad de los Cuatro Ríos.

 

Trabajos de exploración para recuperar muestras minerales de profundidades de hasta 300 metros

Las primeras exploraciones mineras en los páramos de Quimsacocha datarían de hace medio siglo, en 1969, pero se las habría abandonado porque las reservas calculadas en 300 mil onzas de oro no justificaban las inversiones.

En 2002 incursionó con moderna tecnología la minera Iamgold que extrajo muestras de 80 pozos de profundidades de 200 a 300 metros, detectando la posibilidad de obtener tres millones de onzas de oro. Entonces creció la oposición a la minería a gran escala, de organizaciones indígenas, campesinas, profesionales ambientalistas y también políticos.

En enero de 2007 se realiza un Encuentro Nacional de los Pueblos por la Vida, en Cuenca, Gualaquiza y Sígsig, al que fue invitado el Ministro de Recursos Naturales Alberto Acosta, que no concurrió, y envió una carta en la que decía que el gobierno priorizará al ser humano y al medio ambiente. Su ausencia se la interpretó como apoyo oficial a la minería y obtuvo rechazo.

La exploración de Iamgold se ejecutó con obreros de Chumblín, San Gerardo, Victoria del Portete, Tarqui y Sombrereras, poblaciones cercanas a la zona. Se utilizó equipos livianos y manuales para no deteriorar el paraje con vías carrozables. Además, se hizo obras de preservación ambiental, manejo de aguas, reforestación y agricultura. Las universidades de Cuenca y del Azuay firmaron convenios de asesoría y sus técnicos emitieron informes favorables.

En 2009 se preveían reservas de 3.5 millones de onzas de oro y la minera renuncia a 1.5 millones de explotación en la superficie, para evitar la contaminación del agua y trabajar en profundidades subterráneas. Para entonces la onza de oro estaba en 900 dólares, previéndose recuperar 1.800 millones de dólares con dos millones de onzas de oro. El 84% de los ingresos irían por impuestos y costos financieros al estado y el 16% a la compañía, salvando los costos operacionales.

La exploración, bajo constante presión de sectores antimineros, llevó a que Iamgold revirtiera al Estado seis mil de las 12 mil hectáreas de concesión. El proyecto en sí ocupa un kilómetro de extensión por 200 metros de ancho, a profundidades de 200 metros. Conforme avanzó la exploración, se cerraron las perforaciones para recuperar las condiciones originarias. Trabajaron técnicos nacionales, comprometidos con la responsabilidad social y ambiental, con equipos de ingenieros civiles, geólogos, forestales, agrónomos y cerca de cien obreros contratados en la zona cercana.

El 22 de enero de 2017 el Concejo de Cuenca declaró al cantón libre de minería metálica junto a las fuentes de agua, lo que acentuó la controversia minera y enojó al entonces Presidente Correa, que dijo del Alcalde Marcelo Cabrera: “Pura demagogia en época de campaña y para ocultar su terrible fracaso con el tranvía. Sabe que no tiene facultades constitucionales y que la minería ya está probada en fuentes hídricas. Lo lamentable es lo que jura en las reuniones que me pide y lo que hace luego. Mientras más conozco a los seres humanos, más quiero a Segismundo…” (se refería a su perro mascota). Dos años antes, el GAD Provincial del Azuay hizo una declaratoria similar, para la provincia.
El tema minero ha preocupado a la academia cuencana desde décadas atrás. A mediados del siglo XX la Universidad de Cuenca creó la Escuela de Minas y mandó a especializarse a sus alumnos en Chile.

Lo reciente viene de 2010, cuando la Universidad del Azuay creó la Escuela de Ingeniería y Minas, para formar profesionales responsables con el ambiente y contrarios a su depredación. Su Director, Federico Auquilla, habló de hacer minería moderna, como en otros países, desechando lo malo que también se habría dado en ellos. Chile –dijo- sustenta su economía en la explotación minera, pero le faltan 70 mil profesionales para el trabajo duro en los campamentos, por turnos y con incomodidades. De esta experiencia están conscientes los profesionales que forma la UDA.

Auquilla dijo que en minería no se debería politizar un tema técnico. El aire, el suelo y el agua sufren efectos, pero la tecnología logra evitarlos, más el mandato constitucional de respetar y proteger los parques naturales y las áreas protegidas. Mediante la recirculación y tratamiento, el agua regresa de la minería igual o en mejores condiciones sanitarias que las originales, explicó, al aseverar que es una aberración la declaratoria municipal como zona libre de minería a Chaucha y Molleturo. La expansión de la frontera agrícola causa más daño que la minería a la naturaleza, opinó.

Comunidades campesinas permanecen vigilantes de la defensa del agua y el ambiente en la zona minera

Según él, en Quimsacocha se exploró en cinco mil hectáreas y la explotación no sería en más de 100 a 200, bajo normativas rigurosas que podrían fracasar con invasiones de la minería informal que ya sabe de las reservas de oro, plata y cobre. Además, aludió a que en el Ecuador se impone a favor del Estado más que en otros países: sobre el 50% de los ingresos por la minería son para el Estado. En Perú son el 30%.

Organizaciones campesinas próximas a las zonas mineras del Azuay son recalcitrantes en la defensa de la Naturaleza. Casi todos los actuales candidatos a las alcaldías del Azuay, a la Prefectura y Vice prefectura, también se han pronunciado contra la explotación del proyecto Loma Larga, en el páramo de Quimsacocha. Los pronunciamientos quedan a la espera del resultado afirmativo o negativo de la consulta minera que se definirá en las urnas el 24 de marzo.

Según voceros del gobierno si los votos de Girón son contrarios a la minería, el Ecuador perdería 700 millones de dólares. Para el dirigente campesino Yacu Pérez, líder antiminero –candidato a la Prefectura del Azuay-, la pureza del agua y la vida de los perjudicados por la contaminación, no tiene precio. Además, esa suma considera insignificante frente a miles de millones de dólares con los que la corrupción perjudicó al Ecuador en los últimos años.

La empresa INVmetals Ecuador S.A., es concesionaria del proyecto minero Loma Larga, en Quimsacocha. En enero de 2018 estaba previsto que explotaría 1.86 millones de onzas de oro con ley de 4,98 gramos por tonelada; 10, 5 millones de onzas de plata con ley de 28 gramos por tonelada; y 33.384 toneladas de cobre con ley de 0,29% por tonelada.

La onza de oro se cotizaba entonces a 1.339 dólares, por lo que el total de la extracción de 1.8 millones de onzas equivalía a 2 mil millones 490.540 dólares. En cuanto a la cotización de la plata y el cobre, no se tenía valores actualizados.

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