por: Leonardo López Monsalve.*
Proyecto Soldados Yanuncay genera debate, así reza un reportaje de la revista Avance 331 y eso es aleccionador en el sentido de que se produzca esa debate que podría decirse también es una polémica, como señala el artículo, ha sido impulsado por Elecaustro desde hace 15 años. Ya en la Junta Parroquial de San Joaquín, y por dos ocasiones, sendas asambleas trataron este tema, una haca años y otra hace pocos meses. En esta última se ratificó la oposición a un proyecto que afectaría principalmente a los campesinos de la cuenca del río Yanuncay.
También el asunto fue tratado en la multitudinaria Asamblea Ciudadana de Cuenca, presidida por el anterior alcalde Marcelo Cabrera y con la histórica presencia del doctor Julio César Trujillo, en el mes de agosto, allí en la resolución 10 se decidió exigir a Elecaustro la suspensión definitiva del Proyecto Hidroeléctrico Solddos Yanuncay-Minas, esta resolución fue ratificada en la segunda Asamblea Ciudadana hace un mes.
Hay tres razones para la oposición a la construcción de una hidroeléctrica en el río Yanuncay. Una de carácter social, que tiene que ver con la utilización de agua. La prioridad constitucional y legal del artículo 318 y otros, señala el consumo humano, el riego, el caudal ecológico y al último las actividades productivas. La autoridad única del agua (Secretaría del Agua), es el organismo que autoriza el uso del líquido vital y en el caso del río Yanuncay Elecaustro no tiene esa autorización. Su pedido está pendiente por la oposición de los campesinos y el asunto jurídico está por resolverse. Elecaustro no dice la verdad al decir que tiene los permisos legales para el proyecto. Los campesinos tienen como abogado al doctor Yaku Pérez Guartambel y el ahora Prefecto en su primer día de funciones acompañó en la siembra de árboles en la subcuenca del río Quingoyacu.
La segunda razón para la oposición es económica y es que para producir 223 megawatios se anuncia se gastará ceca de 90 millones de dólares. O sea a cuatro dólares el megawtio (Soplador tiene un índice de 1,5 dólares el megawatio).Se dirá que otra obra que construyó Elecaustro en Ocaña sobrepasó los tres dólares por megawatio, pero esas son las barbaridades porque absurdamente se creó la empresa hace dos décadas, cercenándola de la Centro Sur, se ha gastado alegremente el patrimonio de los cuencanos, azuayos y australes. Ya que estamos en este debate propongo que el patrimonio de Elecaustro regrese a ser parte de la Empresa Eléctrica Centro Sur, que sí ha cumplido eficientemente sus labores. La supuesta producción de energía iría al Sistema Nacional Interconectado a sumar una mínima producción pues, la demanda nacional actual está por los 4 mil megawatios y la capacidad instalada supera los ocho mil mgawatios, o sea que mínimo por un lustro no hay necesidad de producir energía adicional, peor en malhadados proyectos que esconden otros propósitos.
La tercera razón de la oposición es técnica. Una repesa no es cuestión de chiste. Elecaustro debe presentar estudios geológicos e hidráulicos solventes, que podrían ser analizados exhaustivamente por la Universidad de Cuenca. Un represa que embalse 21 millones de metros cúbicos en ese lugar del río Quingoyacu sería una amenaza potencial para toda la cuenca del río, pero principalmente para la ciudad de Cuenca, en caso de un rompimiento del dique. Lo que está pasando en Antioquia, Colombia, con la construcción del embalse de Hidrohuitambo, es una alerta que las represas deben garantizar cualquier evento, incluso sísmico, que pueda ocurrir. Si Elecaustro ha dicho que el proyecto “Va porque va”, habría que preguntar si la represa en Quingoyacu garantiza esta seguridad. El debate ha comenzado…
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