|
El jaguar, una de las especies en peligro de extinción. |
NACIONES UNIDAS (IPS) Alrededor de un millón de especies de animales y plantas están en peligro de extinción y muchas podrían desaparecer en tan solo décadas, lo que representa una amenaza de una dimensión sin precedentes en la historia de la humanidad, dice un histórico informe de la ONU.
Según el informe, patrocinado por varias agencias de la Organización de las Naciones Unidas, 75 por ciento de los ecosistemas terrestres y 66 por ciento de los marinos están “gravemente alterados”. Más de un 85 por ciento de los humedales que existían en 1 700 se han perdido.
¿Qué hemos hecho los humanos para que una de cuatro especies esté hoy en día amenazada? Más de 400 expertos en 50 países han clasificado, de mayor a menor, por primera vez los cinco impulsores directos del cambio en la naturaleza con mayor impacto en nuestro planeta hasta la fecha.
Cambios en el uso de la tierra y el mar
Los humanos extraen más recursos y producen más desperdicios que nunca. A nivel global, el cambio del uso de la tierra ha tenido el mayor impacto en los ecosistemas terrestres y de agua dulce.
Aunque el ritmo de la expansión agrícola varía de país a país, se han producido pérdidas de ecosistemas intactos principalmente en los trópicos, donde se encuentran los niveles más altos de biodiversidad. Se han sacrificado más de 100 millones de hectáreas de bosque tropical: en América Latina, por ejemplo, debido a la ganadería y en Asia Oriental, principalmente por el cultivo de aceite de palma, entre otros.
Cerca un tercio de la superficie terrestre del mundo y casi tres cuartas partes de los recursos de agua dulce disponibles se destinan a la producción agrícola o ganadera. La producción de cultivos se produce en el 12 por ciento de las regiones libres de hielo y el pastoreo sobre el 25 por ciento.
Además, un 25 por ciento de los gases de efecto invernadero proviene de la deforestación, la producción de cultivos y la fertilización. Los alimentos a base de animales son los más contaminantes, pero la agricultura también ha incrementado la producción de comida a costa de la naturaleza.
La minería oceánica, aunque relativamente pequeña, se ha expandido desde 1981 con hasta 6500 instalaciones de petróleo y gas en 53 países, el 60 por ciento en el Golfo de México, y es probable que continúe creciendo a medida que el hielo se derrite en las regiones ártica y antártica.
Asimismo, las áreas urbanas se han duplicado desde 1992, abriéndose paso a costa de la biodiversidad. A nivel mundial, se proyecta que las carreteras pavimentadas aumentarán en 25 millones de kilómetros para 2050.También se espera que aumente el número de represas.
Explotación directa de organismos
La población humana global ha aumentado de 3.700 millones a 7.600 millones de personas desde 1970 de manera desigual en todos los países y regiones, lo que tiene implicaciones para la degradación de la naturaleza. El consumo per cápita ha crecido y es desigual, con una amplia variación en los estilos de vida y el acceso a los recursos en todas las regiones. Se explota unos 60.000 millones de toneladas de recursos renovables y no renovables anualmente a causa del aumento de la demanda de plantas, animales, combustibles fósiles, minerales, material de construcción, etc.
La abundancia promedio de especies nativas en la mayoría de los principales hábitats terrestres ha disminuido en al menos un 20 por ciento, en su mayoría desde 1900. Al menos 680 especies de vertebrados fueron llevadas a la extinción desde el siglo XV, entre ellas la tortuga gigante de pinta de las islas Galápagos en 2012.
Cambio climático
El cambio climático impaca en la naturaleza y es un impulsor directo de la disminución de la biodiversidad que se exacerba cada vez más. Se estima que los seres humanos han causado un calentamiento global de 1,0 ° C en 2017 en relación con los niveles preindustriales, con temperaturas promedio en los últimos 30 años que aumentaron en 0,2 ° C por década.
La frecuencia e intensidad de los fenómenos meteorológicos extremos, y los incendios, las inundaciones y las sequías que pueden provocar, han aumentado en los últimos 50 años, mientras que el nivel medio global del mar ha aumentado de 16 a 21 cm desde 1900, a una tasa de más de 3 mm por año en las últimas dos décadas.
Grandes reducciones y extinciones locales de poblaciones de animales están generalizándose. Esto indica que muchas especies son incapaces de contrarrestar localmente al rápido ritmo del cambio climático, ya sea a través de procesos evolutivos o de comportamiento, y su existencia dependerá de la medida en la que puedan migrar para encontrar condiciones climáticas adecuadas.
Contaminación
La contaminación es la causa y consecuencia transversal a todos los impulsores de la pérdida de biodiversidad. Aunque las tendencias globales son variadas, la polución del aire, el agua y el suelo ha seguido aumentando. La contaminación debida a los plásticos se ha multiplicado por diez desde 1980, 300-400 millones de toneladas de metales pesados, solventes, lodos tóxicos y otros desechos de instalaciones industriales se descargan anualmente en las aguas del mundo.
Las aves han sido una de las especies más afectadas por el cambio climático. Crédito: Jing Zhang/ONU
La población humana global ha aumentado de 3.700 millones a 7.600 millones de personas desde 1970 de manera desigual en todos los países y regiones, lo que tiene implicaciones para la degradación de la naturaleza. |
Las emisiones de gases de efecto invernadero, los desechos urbanos y rurales no tratados, los contaminantes de las actividades industriales, mineras y agrícolas, los derrames de petróleo y los vertidos tóxicos han tenido fuertes efectos negativos en la calidad del suelo, el agua dulce y marina y la atmósfera global.
Entre 2009 y 2013, la huella de carbono causada por el turismo aumentó en un 40 por ciento a 4,5 gigatones de dióxido de carbono y, en general, el 8 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero provienen del transporte y el consumo de alimentos relacionados con el turismo. La demanda de turismo basado en la naturaleza, o ecoturismo, también ha aumentado, con efectos mixtos sobre la naturaleza y las comunidades locales.
Especies exóticas invasoras
Finalmente, el aumento del transporte aéreo y marítimo, incluido el aumento triple de los viajes de países desarrollados y en desarrollo en particular, ha aumentado la contaminación y las especies exóticas invasoras.
Casi una quinta parte de la superficie de la Tierra está en riesgo de invasiones de plantas y animales, afectando a las especies nativas, las funciones del ecosistema y las contribuciones de la naturaleza a las personas, así como a las economías y la salud. na. La introducción de nuevas especies exóticas invasoras parece más alta que nunca y sin signos de desaceleración.
El informe, de 1800 páginas, asegura que esta tendencia se puede frenar, pero sólo “con cambios transformadores” en todos los aspectos de nuestras interacciones con la naturaleza. Tras este informe histórico, nadie podrá afirmar que no lo sabía, dijo la directora de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura durante la presentación del documento en París.