Concurrencia a la sesión conmemorativa del aniversario institucional

En la sesión por los 83 años de la Cámara de Industrias de Cuenca se habló de la contaminación global, de la deficiente gestión política, de la descoordinación institucional y de la indolencia gubernamental frente a las aspiraciones azuayas

EEl conjunto de la población indígena que participó en las revueltas buscando reivindicaciones, perdió la oportunidad de negociar con ventaja ante un gobierno debilitado, cuando sus líderes actuaron impulsados más por su ambición política que por responsabilidad social”, dijo el Presidente de la Cámara de Industrias, Producción y Empleo de Cuenca, Roberto Maldonado.

 Roberto Maldonado, Presidente de la Cámara de
Industrias, Producción y Empleo (CIPEM)

Fue al conmemorar 83 años de creación de la Cámara, ante centenares de empresarios del comercio y la industria, autoridades, rectores universitarios y altos funcionarios de gobierno. El dirigente advirtió los riesgos que amenazan a la humanidad por la incapacidad de procesar su propia basura, el mal uso de nuevas tecnologías y la biotecnología y la efervescencia del descontento social y la violencia ante la inequidad y la injusticia social.

“Solamente en Latinoamérica octubre y noviembre –dijo- quedarán marcados en la historia como un período de desajuste y violencia social. Ecuador, Chile y Bolivia, los casos más sonados, y por supuesto la angustiada y permanente Venezuela, han sido escenarios de levantamientos populares de enorme magnitud”.

 “Alcalde, Prefecto,
Gobernador,
Universidades y las
organizaciones sociales, debemos ir de la mano para reconstruir en Cuenca y en la provincia del Azuay ese tejido social que la
violencia se encargó de eliminar…Ya no caben los pequeños liderazgos
fraccionados, que no
busquen fortalecer una misión común. Es necesario aportar de manera
sistemática, consciente y participativa, para tener una región capaz de
convivir con las
demandas del tiempo presente, integrándonos al Ecuador, a través de una red de primer orden
terrestre y aérea, que permita el desarrollo del futuro”.

La cita empresarial se inició con una exposición de Fernando Dueñas, representante del proyecto ODS en Ecuador, que trazó el escenario preocupante del futuro ambiental del mundo, si no se hacen esfuerzos globales para frenar la contaminación, la eliminación de los productos plásticos que producen daños irreversibles a la naturaleza, y no se adoptan las propuestas de las Naciones Unidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

El dirigente de la Cámara cuencana fue severo contra los políticos ecuatorianos y la injusta distribución de los recursos fiscales: “No tenemos mucha esperanza de que el sector político logre acuerdos en el corto plazo, porque vemos que la Asamblea Nacional niega y archiva la reforma económica del Ejecutivo, sin alcanzar un debate responsable de un proyecto inviable, que permita delinear el futuro económico, dejándolo al país en la incertidumbre”.

Y criticó la posición política del Prefecto del Azuay –Yaku Pérez-, interrogándose “¿Cómo esperar que la sociedad cuencana mantenga altos niveles de confianza entre sus miembros, cuando fue el señor Prefecto Provincial quien, impulsado por su pasión personal, perdió papeles, pasando de ser autoridad elegida democráticamente por la sociedad, a convertirse en líder activista de la revuelta, en representación de una facción en conflicto?”

 Alfredo Peña Payró con su familia, luego de recibir la presea “Octavio Chacón Moscoso”

“Antes que líderes revoltosos que respondan a una ideología o a una acción partidista, requerimos autoridades que velen por los intereses de la región y sus habitantes, dando la cara por nuestra provincia y nuestra ciudad. Necesitamos líderes que consigan crear una estrategia de desarrollo justa y sostenida, bajo una agenda común de beneficio para todos los cuencanos. Nuestra región es fuerte y rica, pero no recibe la atención que requiere y merece. Azuay aporta con algo más de 750 millones de dólares al Estado ecuatoriano, pero en ella se invierten apenas 130 millones. Los otros 620 millones son el aporte de nuestra provincia al resto del país”, remarcó.

Destacó la necesidad de unir esfuerzos. “Una visión conjunta se hace realidad solamente con el aporte compartido de todos sus miembros. La comunidad empresarial y el gremio industrial en particular, junto a los demás miembros de la sociedad civil y representados por sus principales autoridades: Alcalde, Prefecto, Gobernador, Universidades y las organizaciones sociales, debemos ir de la mano para reconstruir en Cuenca y en la provincia del Azuay ese tejido social que la violencia se encargó de eliminar…Ya no caben los pequeños liderazgos fraccionados, que no busquen fortalecer una misión común. Es necesario aportar de manera sistemática, consciente y participativa, para tener una región capaz de convivir con las demandas del tiempo presente, integrándonos al Ecuador, a través de una red de primer orden terrestre y aérea, que permita el desarrollo del futuro”.

Maldonado destacó el empuje productivo de Cuenca y la región: “Tenemos razones suficientes para sentirnos orgullosos de nuestro espacio. “¿Cómo no vamos a sentirnos orgullosos –señaló- si comenzamos la industrialización haciendo sombreros que son famosos en el mundo y hoy hacemos microchips para la industria del futuro. Cuenca tiene la tasa de desempleo más baja del país, y es la ciudad industrial número uno per cápitamente hablando, y su calidad de vida es una de las mejores del Ecuador. Estos indicadores son producto del aporte de todos quienes arriesgamos recursos, tiempo y trabajo, para crear y sostener proyectos que permiten a la gente tener un techo y aspirar a una vida digna y de calidad…”

David Martínez, presea “Carlos Tosi Siri”.
Mario Jaramillo Paredes, presea “Fernando Malo Cordero.
Patricio Cordero, presea “Roberto Crespo Ordóñez”.

La conmemoración de la Cámara de Industrias propició que la institución honrara el espíritu emprendedor, el servicio y el trabajo de empresarios y obreros que laboran en la industria cuencana. David Martínez, Patricio Cordero Ordóñez, Mario Jaramillo Paredes y Alfredo Peña Payró, recibieron las condecoraciones de mayor valor simbólico destinadas a los personajes más destacados por su aporte en beneficio institucional y de la sociedad.

Los mejores trabajadores 2019 de las empresas CIPEM.

Mario Jaramillo, en representación de los homenajeados, criticó con mordacidad la descoordinación en la gestión de las autoridades de Cuenca y del Azuay, así como la indolencia gubernamental frente a las necesidades y aspiraciones de los pueblos y ciudadanos a los que representan.

 

 

 

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