Hernán Alvarado Martínez, cineasta cuencano de 39 años (a la izquierda de la foto), se hizo acreedor a la estatuilla Godard en el X Festival de Cine Kinolikbez, para la mejor película extranjera.

El Festival se realizó del 3 al 7 de julio pasado, con participación de 80 países, de las cuales 31 fueron declaradas finalistas, entre ellas la de Alvarado Martínez, quien por primera vez participó en una cita mundial de cine.

Su cortometraje, de 14 minutos, se denomina Nada de todo esto, basada en un relato del mismo nombre de la escritora argentina Samanta Schweblin, quien vive en Berlín, Alemania. El argumento trata sobre la relación conflictiva entre una madre y su hija, quien objeta el trabajo que ella realiza como modificadora de espacios de vivienda cuyos resultados le llevan a suponer que su madre sufre alteraciones mentales.

Hernán Alvarado Martínez, nacido en Cuenca del Ecuador en 1980, fue con sus padres en 1989 a vivir en Buenos Aires, Argentina, luego de iniciar los estudios básicos en su ciudad natal. Su madre, Liliana, es de ese país.

Edgar, su padre, regresó al Ecuador en 1991 y Hernán se quedó, continuó allí los estudios, hizo vida y contrajo matrimonio con una compañera argentina. Una vez al año visita su ciudad nativa, pero regresa a Buenos Aires, pues prácticamente es un ciudadano argentino, con esposa e hijos argentinos.

Hernán estudió cine en la Universidad de Buenos Aires y es dueño de una empresa publicitaria. En un contacto telefónico con la revista AVANCE expresó su satisfacción por el triunfo obtenido, en un español de dialecto argentino propio de un auténtico Che. Se manifiesta contento del triunfo internacional obtenido que, de alguna manera, le ha permitido dar un aporte cultural al Ecuador, su país, y particularmente a la ciudad de Cuenca, donde nació y a la que admira por la belleza del entorno en el que se asienta, así como por sus valores culturales y humanos.

La estatuilla a la que se hizo acreedor, Godard, corresponde al nombre de un director de cine francés. Kinolikbez es un laboratorio creativo de San Petersburg, Rusia, que produce películas de vanguardia y experimentales, promocionando el arte cinematográfico especialmente entre jóvenes de todo el mundo. Hernán fue de Buenos Aires a San Petersburgo para recibir el premio y considera que su triunfo profesional es una experiencia que le impulsará a continuar trabajando en lo que más le gusta: el cine.

Edgar Alvarado Cordero, padre del cineasta triunfador, expresó su satisfacción por el logro profesional y artístico de su hijo, lo que constituye una distinción para el país y particularmente para Cuenca.