Entre las provincias de Azuay y El Oro, aportará el 6% de electricidad al Sistema Nacional Interconectado. Caudales represados de los ríos San Francisco y Jubones formarán un lago de 14.5 millones de metros cúbicos cuya cola llegará a cinco kilómetros

Una construcción se sumerge en la inundación aguas arriba de la presa para la central hidroeléctrica.

   La cubierta de una hostería inundada emerge sobre el lago formado por la presa de 54 metros de alto y 220 de coronación, del proyecto Minas San Francisco, obra hidroeléctrica próxima a aportar 275 mil kilowatios al Sistema Nacional Interconectado, equivalentes al 6% de la electricidad que produce el Ecuador. 

   Lo que aún es visible de la hostería quedará cubierto cuando se complete el llenado del embalse, una vez cerradas las etapas de construcciones del complejo y las instalaciones electromecánicas. La presa, del sistema arco gravedad, es una mole de 330 mil metros cúbicos de hormigón rodillado y 40 mil de hormigón convencional. Mientras se ejecutan maniobras para llenar la presa, por el desagüe de fondo evacuan las aguas con un poderoso chorro que devuelve ruidosamente el caudal al río Jubones. 

   En febrero el avance de la obra estaba en el 99.06% y en este mes de marzo empezará a operar la primera de las tres turbinas de generación, mientras las otras dos lo harán en junio, hizo conocer el Administrador del Proyecto, Pablo Vázquez Granda, a su vez Subgerente de la empresa Enerjubones.

   En el kilómetro 120 de la vía Cuenca-Machala, donde confluyen los ríos San Francisco y el naciente Jubones, la obra llama a curiosidad a los viajeros que se detienen a mirar la presa, las construcciones adyacentes y las vías de acceso. La zona del proyecto está en territorios de Pucará, del Azuay, y la parroquia Albañín, del cantón Zaruma, provincia de El Oro. 

  Este antiguo proyecto, del que se habló antes del complejo hidroeléctrico Paute, va convirtiendo en realidad una obra que aportará energía limpia al consumo nacional, evitando la contaminación equivalente a 670 mil toneladas anuales de gas carbónico, si la generación fuera con combustibles derivados del petróleo. 

   La cota más alta del espejo de aguas del embalse está en 795 metros sobre el nivel del mar y el nivel del río, a pie de presa, en 741 metros. El volumen del embalse es de 14.5 millones de metros cúbicos de agua, en un lago cuya cola llegará a cinco kilómetros aguas arriba. El volumen útil es de seis millones de metros cúbicos, mientras el resto es volumen muerto, destinado principalmente a ocuparse con la sedimentación en 30 años de vida del proyecto.

Túnel de casi 400 metros, por el que se desvía el tráfico, pues la vía original fue tomada por un estribo de la presa.

   Un túnel de carga de más de 13 kilómetros lleva 65 metros cúbicos de agua por segundo desde el embalse para precipitarlos por un túnel de presión de 354 metros verticales y 110 horizontales, sobre la casa de máquinas subterránea, en el sitio Vivar, donde tres turbinas Pelton de eje vertical rotarán vertiginosamente impulsadas por el caudal para producir la electricidad. 

   La casa de máquinas es una caverna dentro de las montañas, de 90 metros de largo, por 40 de ancho y 46 de altura. Su construcción fue dificultosa por la calidad arenisca del suelo y fallas geológicas, todo lo cual quedó técnicamente remediado. Dos obreros, uno ecuatoriano y otro chino, fallecieron por accidentes durante la ejecución de obras del complejo hidroeléctrico. 

   En enero de 2012 el gobierno creó la Unidad de Negocios Enerjubones, responsable del proyecto Minas-San Francisco, obra contratada con la firma china Harbin Electric International Cía. Ltda., por 500 millones de dólares. La construcción generó fuentes de empleo para siete mil obreros nacionales y 500 chinos, en los períodos de mayor ocupación, así como actividades productivas en las poblaciones vecinas. La fiscalización estuvo a cargo del Consorcio Hidrojubones.

   El riguroso cumplimiento de normas de seguridad, así como la socialización de la obra en las comunidades vecinas, han sido responsabilidades sobre las que la Unidad de Negocios Enerjubones ha sido exigente con los constructores, informa el ingeniero Vázquez Granda. 

   Entre febrero y marzo, se cumple la etapa de cierre del proyecto, que consiste en los toques finales para que empiece a operar con normalidad. El Proyecto hidroeléctrico Minas-San Francisco empezó a construirse el 31 de marzo de 2012 y debió entregarse el 31 de marzo de 2016, pero hubo retraso de dos años por problemas geológicos, especialmente en el sitio de la casa de máquinas. Los gobiernos provinciales del Azuay y de El Oro, presididos por los Prefectos Montgomery Sánchez y Paúl Carrasco, formaron una mancomunidad regional que presionó para que se ejecutara este proyecto de beneficio para el austro y para el Ecuador en general.

La presa de cincuenta y cuatro metros de altura y doscientos de coronación.

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