Conocer cómo piensa y se expresa la juventud sobre la vida nacional, sobre sus relaciones con la sociedad y el papel con el que debe intervenir, fue motivo de consulta a líderes estudiantiles universitarios de Cuenca
a) Con el nuevo gobierno y sus promesas, generamos varias propuestas de reformas y proyectos dirigidos a entidades públicas para mejorar el sistema de educación superior en el Ecuador, adaptados a cada territorio geográfico y necesidades de las instituciones universitarias.
Frente a tantos casos de corrupción en el manejo público, para el 2018 nuestro único objetivo es cambiar la lamentable realidad que vive nuestro país. Personalmente estoy cansado de ver como el progreso del país está detenido por peleas e intereses de un grupo de políticos. Somos el presente y creemos que podemos cambiar el mundo con nuestras acciones y propuestas para convertir las crisis en oportunidades.
b) Como federación de estudiantes tratamos de generar vinculación con la sociedad, para que los estudiantes tengan una participación efectiva. Buscamos generar un impacto en la población, que genere fuentes de empleo, tecnifique o mejore prácticas comerciales y productivas, con brigadas universitarias de conocimiento, de salud, liderazgo, género, etc para cambiar realidades a largo plazo y no temporalmente. Las iniciativas universitarias buscan erradicar el consumo de drogas en escuelas fiscales, formar a personas en derechos y género, apoyar en temas de salud y primeros auxilios, actuar en temas agro productores con brigadas de conocimiento y varios proyectos. Buscamos en 2018 aplicar iniciativas que generen impacto social.
c) La juventud hoy se especializa cada vez más y sus propuestas tienen peso y fondo. En 2017 más de 30 estudiantes fueron ponentes en congresos y concursos y nos representaron de manera internacional, porque nos formamos para resolver problemas que afectan no solo al país sino al planeta. Esto es un ejemplo para los nuevos estudiantes que ingresan a la UDA, porque son historias reales que motivan.
Hemos crecido en temas de emprendimiento, deporte, responsabilidad social, tecnología e investigación, con un trabajo conjunto entre autoridades y estudiantes, con el aporte de las dos partes para conseguir el bienestar de la comunidad universitaria y resolver de manera óptima sus necesidades.
No somos ciegos ante los problemas de nuestro entorno y como federación de estudiantes de la universidad del Azuay trabajamos con sentido positivo: la juventud da aportes significativos que merecen ser escuchados y ejecutados. Aquí están los problemas que esperamos para el 2018 se resuelvan con interacción entre entidades públicas y privadas y sin charlatanería.
Lastimosamente la corrupción, en la cual se ha encontrado tanto el país como la región en los últimos años, está afectando la perspectiva que se tiene del gobierno, como ya mencioné se han dado cosas buenas, han sido pocas, pero esto puede ser un punto de partida para continuar y promover las acciones positivas en el año 2018.
b) La sociedad ecuatoriana se ha caracterizado por siempre tener visión y ganas de luchar por un futuro mejor. Si bien es cierto no todo está perfecto y como seres humanos tendremos falencias, pero en lo personal considero importante y de gran valor en la sociedad esas ganas de aprender de los desatinos y mejorar por el bien propio, de nuestras familias y nuestra sociedad.
Es evidente la solidaridad y humanismo que tienen los ecuatorianos, lo cual los hace excelentes personas con gran calidad humana, como siempre digo, habrá excepciones. Partiendo desde un pensamiento positivo puedo decir que nuestra sociedad es muy buena pero siempre podremos ser mejores.
c) La juventud es la base y el futuro tanto de la sociedad como de los gobiernos venideros. Nuestra formación y experiencias serán las que definan nuestros actos. Se ha evidenciado las buenas acciones y prácticas de los jóvenes, además de que como dirigentes estudiantiles palpamos a diario las necesidades y esfuerzos de los mismos para lograr su meta y buscar un futuro mejor, el cual servirá para la sociedad y el país.
De 2017 puedo valorar como exitosas las acciones de los jóvenes, denotando participación y representaciones tanto dentro como fuera del país, demostrando lo que los jóvenes de un país relativamente pequeño pueden llegar a hacer. Deporte, investigación, desarrollo e innovación, son algunos de los ámbitos en los cuales hemos visto la gran presencia de este grupo social. Este 2018 esperamos crecer y continuar nuestro camino hacia una juventud mejor, con ideales y criterios que nos representen en todos los aspectos de nuestra vida diaria.
En 2017 se produjo un hecho de significación: el ejercicio democrático de la elección de la nueva Magistratura, y nos acercamos a una consulta popular, que entre otras finalidades es un esfuerzo para enfrentar desde la legalidad el azote de la CORRUPCIÓN, así con mayúsculas, cuyos tentáculos han cubierto un enorme espacio gubernamental. El término corrupción encuentra sus orígenes en la palabra griega corrumpere que significa arruinar o echar a perder. Eso es precisamente lo que acarreó a nuestro país, no solo en un valor económico que se pierde sino en valor ético en retirada.
a) Los ecuatorianos como pueblo con identidad propia y pasado milenario debemos superar la crisis de eticidad, pero no olvidar a los actores, para además de las consecuencias legales que se les imponga, condenarlos al ostracismo. No más dirigentes mesiánicos, necesitamos líderes comprometidos con el desarrollo de los ecuatorianos, sensibles a las necesidades de las mayorías, sin tentar con un imposible mundo perfecto ilusorio.
Seamos realistas enfrentando los problemas como pueblos marcados por una cultura común, un cierto folclore y criterios compartidos que condicionan costumbres y estilo de vida y se relacionan en el marco de la comunidad que conforma la República del Ecuador. Es necesario avanzar a un nuevo pacto social entre las tres instituciones fundamentales de la sociedad: Estado, familia y mercado, para alcanzar redistribución del trabajo de hombres y mujeres, facilitando su acceso al sector laboral como parte de sus derechos humanos. Este acuerdo vendrá a través de un diálogo más allá de las contiendas electorales. Necesitamos un pacto social que convoque a la ciudadanía a participar, aislando a los promotores del caos y a quienes ven en la política solo un medio de satisfacer sus egoístas intereses.
b) Desde la juventud en formación, consciente del privilegio de estudiar en la Universidad Católica de Cuenca, cuya formación en valores es un aporte a la sociedad, estamos conscientes de que todas las personas de diferentes edades son un elemento central para el desarrollo y reproducción de la vida humana. Todas las personas necesitamos de todos los ecuatorianos que aporten positivamente para la sociedad, y vean en el bien común la égida de sus actuaciones consientes.
c) Los jóvenes del Ecuador afrontan falta de oportunidades para desarrollar sus capacidades, el bajo acceso a bienes y servicios y diversos factores impiden la garantía de sus derechos.
El país dispone de un potencial capital humano significativo, para lograr un mayor crecimiento sostenible y una mayor innovación y aprovechar las habilidades y el talento disponibles. Las empresas y el sector educativo necesitan abrirse al mundo a sí mismas. Los jóvenes de hoy tienen oportunidades laborales en la tecnología y la globalización que avanzan desenfrenadamente y muy probablemente seguirán haciéndolo.
Fenómenos como el internet, el cambio demográfico y la economía circular requieren que los estudiantes y las empresas se preparen para nuevos tipos de trabajo, muchos aún por descubrir. El Estado obligado está a promover mayores oportunidades de empleo, capacitación y realizaciones como grupos emergentes tanto en el mercado laboral, como en la dirección de diferentes estamentos sociales.