Por: Rolando Tello  Espinoza

El frontis y parte de la estructura inicial del centro penitenciario se ha mantenido, para dar cabida a biblioteca, centros de cultura y arte.

De la antigua casa penitenciaria de varones de Cuenca, al pie de la colina de Cullca, quedan recuerdos más vagos que de los infortunados usuarios de la edificación hecha, precisamente, para olvidarse de ellos y de los míseros espacios que ocuparon

El 9 de noviembre pasado se inauguró el Parque de la Libertad, así nominado, en contraposición al destino que tuvo la edificación de mediados del siglo XX, para aislar a hombres, justos o pecadores, que en algún momento infringieron la buena convivencia social.

Suscríbase

Suscríbase y reciba nuestras ediciones impresas en su oficina o domicilio llamando al 0984559424

Publicidad

Promocione su empresa en nuestras ediciones impresas llamando al 0999296233