La vía rápida Cuenca-Azogues-Biblián, en Challuabamba, obra que será entregada a fin de año. |
El Ministro del Transporte Paúl Granda, cuencano, asumió la responsabilidad consciente de que la región austral del Ecuador no ha recibido en los últimos años la atención que el gobierno ha tenido para otras regiones del país
La vialidad ha sido y es el reclamo principal del Azuay al poder central. En esta provincia están 558 kilómetros de los diez mil que aproximadamente comprende la red vial estatal. El Ministro de Transporte y Obras Públicas, Paúl Granda López, hizo público un plan para ejecutarlo en el gobierno del Presidente Lenín Moreno.
El modelo de gestión se sustentará en alianzas público-privadas, públicas-públicas y, concesiones. Para obras al interior del Azuay está en análisis la posible coordinación con el Gobierno Provincial, cuyo titular, Paúl Carrasco, ha expresado conformidad con los propósitos del Ministerio de Transporte para afrontar en forma adecuada las necesidades del ramo en la jurisdicción.
Paúl Granda, Ministro de Transporte y Obras Públicas. Fue catedrático en la Universidad del Azuay, Alcalde de Cuenca y un masterado en administración pública en España |
Cuencano, el secretario de Estado ha asumido su función consciente de la realidad defectuosa del sistema vial del Azuay para conectarse con el resto del país, así como también conoce que no ha habido en los diez años anteriores atención al sur del país en las mismas condiciones que se ha trabajado en beneficio de otras regiones del país.
Las funciones del Ministerio incumben a todo el país y el plan del Ministro Granda así lo considera. No obstante, ha comprometido su interés por presentar proyectos destinados al Azuay y el austro que, de realizarse, compensarían en gran parte el retraso que ha sufrido este sector del país en el tema de la vialidad.
Hay obras en ejecución y otras nuevas en el anuncio ministerial. La vía rápida Cuenca-Azogues-Biblián, de 43,6 kilómetros, tiene el 90% de avance y estará terminada el 30 de diciembre del año en curso. La inversión es de 107,9 millones de dólares. Adicionalmente, se prevé la construcción posterior de siete distribuidores de tránsito para facilitar la rapidez en la movilización de 17 mil vehículos diarios, lo que costará 47,5 millones de dólares.
La vía Cuenca-Molleturo, en el sector de El Cajas, obra que está en mantenimiento. |
La vía Cuenca-Girón-Pasaje se encuentra en mejoramiento. Tiene 140,4 kilómetros y estará terminada el 30 de enero de 2018: faltan cinco meses. El avance al momento es del orden del 68% y el costo de la inversión es de 38.1 millones de dólares.
La construcción de la carretera Sígsig-Matanga-Gualaquiza, de 90 kilómetros, ha avanzado el 69% y la terminación está prevista para el 30 de abril de 2018. Faltan seis meses. La inversión suma 65 millones de dólares, previéndose la necesidad de un préstamo externo para resolver puntos críticos cuyos estudios están por contratarse.
En la carretera Gualaceo-Limón, en el tramo Gualaceo-Plan de Milagro, de 60,77 kilómetros, el avance de los trabajos es del 20%. La inversión es de 55 millones de dólares. Concluida la obra, se la entregará a los gobiernos provinciales del Azuay y Morona Santiago para que asuman su mantenimiento. En septiembre de 2018, después de un año, se prevé la conclusión.
En la vía Cuenca-Molleturo-Empalme de Naranjal, se realiza el mantenimiento rutinario a cargo de cinco microempresas que laborarán por tres años y para cuyo financiamiento está en trámite un crédito de la CAF. Los trabajos costarán 22.8 millones de dólares e incluyen el bacheo integral de la avenida Medio Ejido-Sayausí.
En la vía Cumbe-La Jarata-Oña, de 85,6 kilómetros, el mantenimiento del primer tramo está en proceso de recepción definitiva y el segundo tramo está en ejecución. La inversión es de 17,5 millones.
La vía Descanso-Gualaceo-Paute, de 27 kilómetros, será ampliada a cuatro carriles de circulación, incluyendo un túnel de aproximadamente 1.2 kilómetros para resolver el paso por las fallas geológicas de La Josefina. La inversión será de 200 millones de dólares.
El plan incluye la construcción de un nuevo acceso a Cuenca por la Panamericana Sur, en 16 kilómetros de extensión, con una vía de cuatro carriles para un tráfico de 6.500 vehículos diarios en la actualidad y que subirán a 19 mil en 25 años. Costará 61.04 millones de dólares.
El Ministro Paúl Granda con técnicos del Ministerio, en una inspección de carreteras por el austro del país.
Lo que no está determinado con claridad es el plazo en el que las obras nuevas estarían en condiciones de servicio y operación. El Ministro Granda aseguró que el plan tiene el apoyo del Presidente Lenín Moreno, por lo que reiteró la confianza en que se lo llevará a cumplimiento.
Las ofertas y los incumplimientos
Iván Sempértegui, Subsecretario del MTOP en 2012, muestra el Plan Estratégico de Movilidad |
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Ilustraciones sobre las proyectadas obras viales: En las dos primeras gráficas los distribuidores a desnivel en cruces de la vía rápida hasta Azogues y, abajo, la vía de cuatro carriles con un túnel en la vía Descanso-Paute-Gualaceo y, el acceso de 16 kilómetros a Cuenca desde la Panamericana Sur. |
Las ofertas políticas del común de los candidatos en beneficio del Azuay, en los últimos cuarenta años, han priorizado el tema de la vialidad, considerando el aislamiento de la provincia con el resto del país por las deficientes condiciones de las carreteras.
En 1983 el candidato presidencial Febres Cordero juró “ante Dios y la Patria” que construiría la autopista Cuenca-Molleturo-Naranjal. Ganó las elecciones, pero quedó en perjurio. En la administración de Rodrigo Borja (1988-1992) se construyó la carretera Cuenca-Molleturo-Naranjal, una de las pocas obras nuevas de vialidad interprovincial de interés para el Azuay.
La vía rápida Cuenca-Azogues-Biblián se inició en la administración de Sixto-Durán-Ballén (1992-1996) y no termina todavía.
En 2012 el Gobierno del Presidente Correa contrató con la empresa española INECO el Plan Estratégico de Movilidad del Ecuador, que preveía soluciones viales nacionales hasta el año 2037 por 110 mil millones de dólares, de los cuales 7.500 millones correspondían a su mandato y de esa suma ya se había invertido 4.800 millones.
El Subsecretario de Obras Públicas de entonces, Iván Sempértegui, anunció que el programa gubernamental preveía invertir 1.600 millones en la vialidad del austro, de los cuales dijo que habían sido ya utilizados 850 millones. Para el Azuay, de 340 millones previstos, se habían invertido 319 millones.
El estudio de la consultora española incluía obras emblemáticas en los siguientes cinco años –a partir de 2012-, especialmente 2.500 kilómetros en autopistas de Rumichaca a Loja; de Guayaquil a Santa Elena; de Manta a Guayaquil; de Cuenca a Machala; de Alóag a Santo Domingo; y, de Manta a Quevedo. Al momento, de Cuenca a Machala avanza la reparación de la vía construida en 1941 luego de la guerra con el Perú, en la que alguna intervención se hizo hace alrededor de dos décadas.
El Subsecretario Sempértegui dijo entonces que Azuay tendría tres vías de acceso a Morona Santiago: la Interoceánica Descanso-Paute-Guarumales-Méndez-Morona; la Gualaceo-Limón; y la Sígsig-Chigüinda-Gualaquiza. La primera de ellas se ejecutó con participación de financiamiento en las obras del proyecto Hidroelécrico-Paute; la Gualaceo-Limón, que anunció estaría en operación “después de un año”, aún no acaba de construirse, al igual que la de Sígsig a Gualaquiza, vía ésta que se la inició en la administración del Presidente Camilo Ponce (1956-1960).
A raíz del desastre de La Josefina, en 1993, el gobierno de Durán Ballén impulsó el anillo vial para conectar Cuenca con Azogues y el Azuay a través de la vía Ricaurte-La Raya-Déleg-Azogues-Bulán-Paute y El Valle-San Bartolomé-Sígsig. El Gobierno Provincial del Azuay, presidido desde hace más de una década por el Prefecto Paúl Carrasco, ha incursionado en importantes obras de vialidad al interior de la provincia, inclusive dotándolas de imprimación asfáltica, para lo que dispone de una planta de propiedad de la institución. Los proyectos del Gobierno Provincial, por restricciones económicas, no están en capacidad de resolver en su integridad las necesidades del ámbito vial en toda la provincia. Pero el esfuerzo es significativo y podría dar mejores logros con apoyo gubernamental.