Los primeros cien días de gestión del Presidente Lenín Moreno han creado distendimiento en la vida pública y privada, luego de la confrontativa administración anterior. Un clima de reentendimiento hay entre los ecuatorianos y el mandatario goza de gran apoyo.
El tema de la corrupción mantendrá expectación social y política hasta esclarecer las denuncias contra altos personajes del gobierno anterior, incluido el Vicepresidente de entonces y de ahora, Gorge Glas. Su culpa o inocencia están por probarse, mientras un decreto presidencial le dejó sin funciones. Por añadidura, la Corte de Justicia le incluyó en el caso Odebrecht, prohibiéndole salir del país.
Está en manos de la Justicia y es de esperar transparencia en las investigaciones y resoluciones. Él pregona honestidad, y deberá desvirtuar el contenido de audios, videos y correos electrónicos que le aluden en forma velada o expresa.
Su caso es una interrogante que pide respuesta: ¿Es posible que el responsable de las áreas estratégidas haya ignorado las millonarias coimas que un familiar suyo recibía a su nombre? Si ignoró habría incurrido en omisión y si no, en complicidad. ¡Qué grave situación…! Es indispensable impedir la influencia política en el tema, materia de estricta investigación jurídica, en total independencia de las funciones del Estado. Una sola cosa se clama: Justicia al proclamar inocencia o para castigar a los reos.