Muchos indígenas perecieron en confrontaciones con los colonizadores o debido a los trabajos forzados a que fueron sometidos. Otros perecieron o vieron afectada su salud de por vida por los extenuantes viajes a Europa, donde eran exhibidos como curiosidades en las grandes ciudades

A  Ushuaia hay que visitarla en invierno para poder sentir su cercanía con la Antártida. El motivo por el cual el invierno le imprime a esta ciudad de un ambiente tan especial, es que primeramente la nieve cubre la cordillera que la rodea. Se trata de la cordillera formada por lo que los argentinos denominan como ‘los Andes Fueguinos’ dado que Ushuaia es la capital de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Segundo, el frío del invierno austral permite que las condiciones climáticas en la ciudad varíen con microclimas a lo largo de un mismo día, en que podemos ver nevar, brillar un sol radiante que evade al frío, sentir vientos provenientes de la Antártida, y ver cómo las nubes invernales densas permiten unos amaneceres y unos atardeceres como no se miran en ninguna otra parte del mundo. Aparte, el invierno permite actividades únicas: esquí en el Cerro Castor o un paseo en trineo tirado por perros lobos en un valle nevado espectacular.

Kevin Watson, turista visitante del paraje, luce una casaca con el logo de la revista AVANCE que la ha llevado al fin del mundo

   Justamente, la palabra ‘Ushuaia’ significa ‘bahía que mira al sol poniente’, nombre con que le denominaron a esta localidad los grupos de indígenas ‘Yaganes’ o ‘Yámanas’ y los ‘Selk’nam’. De hecho, la historia de esta ciudad comienza con esos pobladores que se dedicaban a la caza, la pesca y la recolección de frutos, cualesquiera que el clima de la bahía permitiese como comestibles. Si bien Ushuaia puede ser el motivo de varios temas sobre los cuales escribir, sería injusto saltarse su historia tan interesante.

   Una vez que estas tierras fueron colonizadas por grupos provenientes de Europa, la población indígena sufrió una transformación irreversible. Muchos indígenas perecieron en confrontaciones con los colonizadores o debido a los trabajos forzados a que fueron sometidos. Peor aún, muchos perecieron o vieron afectada su salud de por vida debido a los extenuantes viajes hacia Europa, donde eran exhibidos como curiosidades en las grandes ciudades. En el museo de la ciudad, que se ha bautizado con el nombre de ‘Museo del Fin del Mundo’, existe una sección dedicada a exponer la cultura de los pobladores indígenas de Ushuaia. Eran hábiles para diseñar herramientas de caza así como canoas para la pesca. El producto marino es hasta hoy muy valorado en Ushuaia por su frescura.

   La historia de la ciudad tiene también que ver con los naufragios ocurridos en la costa de Tierra del Fuego. Por eso, una gran sección del museo se concentra en los restos encontrados en la bahía. El primero del que se tiene evidencia es el del barco denominado ‘Duquesa de Albania’, partido desde Liverpool. El naufragio se dio en 1893 y solamente en 1950 se encontraron restos significantes, que incluyen vajillas que, sorpresivamente, superaron intactas la fuerza del oleaje. Igual, se conserva el hermoso mascarón de proa que fuera parte del barco y que, como es lógico, representa a la duquesa que le da el nombre al barco.

   Ushuaia fue fundada como tal en 1883 y su importancia en la zona patagónica argentina radica en que hoy es un puerto activo y punto de partida para grupos de científicos hacia la Antártida. Al llegar al Aeropuerto Malvinas Argentinas de la ciudad, los viajeros pasan por un control riguroso que permite a los agentes de aduanas detener cualquier producto de origen agrícola o animal que pudiera afectar el delicado equilibrio ambiental de Ushuaia. Fruta comprada en cualquier otra ciudad de Argentina, es puesta por los agentes en un contenedor rojo que indica su alta peligrosidad para la localidad. La fruta puede traer agentes orgánicos que luego se reproducirían en el ambiente de Ushuaia, afectando su flora y fauna. Es decir, Ushuaia hace sus propios controles de los productos de consumo que ingresan.

   Todas estas características hacen de Ushuaia un lugar en realidad diferente donde se siente una sensación de alejamiento del resto del mundo y, a la vez, una conexión extraña con la cercanía de la Antártida. Sus habitantes provienen hoy de varias partes de Argentina y viven principalmente del turismo, orgullosos de poder contar a los turistas que es una ciudad muy segura donde los cerramientos en las casas son innecesarios. Para experimentar todo esto como se debe, no olvide visitar Ushuaia en invierno. Así podrá sentir que se encuentra de verdad en el fin del mundo, como se le conoce a esta austral ciudad.

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