Según la declaración judicial el tío del Vicepresidente fue intermediario para recibir 16 millones de dólares a cambio de beneficios para Odebrecht. El Contralor Pólit habría cobrado más de 10 millones para dejar sin efecto sanciones a la constructora
El Vicepresidente Jorge Glas parecería implicado cada vez más a fondo en el escándalo de sobornos de la empresa brasileña Odebrecht, pero se defiende con un argumento contundente: “no hay una sola prueba en mi contra”.
Él y su tío Ricardo Rivera – detenido con prisión domiciliaria- son protagonistas de las investigaciones que lleva adelante la Fiscalía y que en este mes serían determinantes para decidir jurídicamente la suerte del segundo mandatario, a quien a inicios de agosto el Presidente Lenín Moreno le retiró sus funciones.
Desde inicios del actual gobierno es noticia de todos los días en el Ecuador la relacionada con los escándalos sobre posibles sobornos que habrían marcado fenómenos de corrupción en el gobierno de Rafael Correa. El tema de la consulta popular, anunciada por el Presidente Lenín Moreno y que se concretará en los próximos días, a pesar de su trascendencia para el futuro inmediato del Ecuador, ocupa menos espacio en los medios y en la opinión pública, en relación con el tema de Odebrecht y el Vicepresidente Jorge Glas.
José Santos, delator de Odebrecht, formuló acusaciones directas en contra del Vicepresidente Jorge Glas |
La comparecencia del directivo de Odebrecht, José Santos, a una diligencia judicial el 27 de septiembre, a través de una videoconferencia desde el consulado de Ecuador en Brasil, confirmó las informaciones sobre la posible asociación ilícita entre el Vicepresidente, su tío Rivera, el Contralor de entonces Carlos Pólit y otros funcionarios del régimen anterior, para beneficiarse supuestamente de millonarias sumas de dólares en sobornos para que la empresa brasileña ejecutara obras en el Ecuador.
Santos asegura haber entregado 16 millones de dólares a Glas por medio de su tío Ricardo Rivera. Los primeros dos millones en 2010, para permitir el retorno de la Odebrecht que fuera expulsada del país y, 14 millones luego, por el 1% de comisiones sobre todos los contratos de la constructora brasileña en el Ecuador.
El directivo de Odebrecht, delator de información a cambio de atenuantes en condenas judiciales, asegura haberse reunido entre dos y tres veces por año con el Vicepresidente Glas en su despacho. Ingresaba sin dejar registros de su nombre. La asesora vicepresidencial Olga Muentes fue la encargada de enviarle mensajes sobre el día en el que el segundo mandatario lo recibiría. El delator puso en manos de la Fiscalía los mensajes de texto relacionados con estas citas.
“Glas y Rivera son siameses, se alimentan y respiran por el mismo cuerpo. No hay diferencia entre ellos”, dijo Santos en referencia a la relación entre el tío y sobrino. Glas había declarado antes en forma reiterada que su relación con su tío Rivera era de índole familiar y nunca se asociaba a sus actividades oficiales.
Sobre los 14 millones correspondientes a pago del 1% de los contratos con Odebrecht, Santos dijo que 5.8 millones fueron transferidos a la compañía Glory International Industry Co.Ltd., una off shore presuntamente de Rivera. Los otros 8.3 millones de dólares fueron cancelados en efectivo a Rivera entre 2011 y2016, en un departamento de hotel que la empresa brasileña arrendaba en Quito. Rivera “llegaba con una maleta grande, negra”, para llevar el dinero, según la declaración del brasileño.
Diligencia en la fiscalia ante la cual compareció José Santos, mediante videoconferencia, para rendir sus declaraciones. En primer plano el Fiscal Carlos Baca |
A través de su abogado, Eduardo Franco, el Vicepresidente se defiende de las acusaciones, calificadas como infames, sin una prueba. “Esto debe ser corroborado. Ni siquiera permitió preguntas de los abogados. Yo tenía un pliego de consultas que hacerle y no quiso”, reclamó el abogado defensor, que aseguró que Glas era honorable.
El delator brasileño fue minucioso en dar detalles sobre la participación de Glas en las negociaciones. Las veces que estuvo en su despacho cuando trataban sobre Rivera el Vicepresidente utilizaba su tablet para hacer preguntas y para recibir las respuestas, a fin de descartar la posibilidad de grabaciones acústicas. El ejecutivo de Odebrecht recibía anticipadamente las bases de los concursos en los que iba a intervenir y aún más, era encargado de preparar documentos que luego los firmaba Glas.
Glas habría solicitado a Odebrecht un millón de dólares para financiar la campaña política de 2014, pero le fue negada la solicitud planteada a través de Rivera.
Aparte de los pagos realizados a Rivera y Pólit, a éste por 10.1 millones para que levantara glosas dispuestas por la Contraloría, Odebrecht, 22 millones adicionales fueron pagados a funcionarios a través de intermediarios. La suma total de los sobornos llegaría a 4.9 millones de dólares, según la declaración de Santos.
El Vicepresidente Glas reitera que no hay una sola prueba de lo aseverado por el delator brasileño. Tampoco de otras declaraciones, como la de Alcívar, hombre de confianza de Rivera, quien entregó a la Fiscalía una memoria digital en la que constan detalles de conversaciones, números telefónicos y correos que demuestran la relación entre Rivera y su sobrino Glas.