La Empresa Municipal de Teléfonos, Agua Potable y Alcantarillado (ETAPA) cumplirá medio siglo en enero próximo. La dotación de servicios básicos a Cuenca viene desde mucho antes de su creación, pero ésta marcó un hito de modernización, tecnificación, eficiencia y expansión urbana y rural.
El contrato para ampliar la planta de agua potable de Tixán está parada por denuncias del Servicio de Contratación Pública sobre un posible tráfico de influencias a favor de ciertos oferentes del concurso, acusación grave que amerita transparentes investigaciones para sancionar a quienes resultaren culpables, pero mayormente grave, si hubiera ligereza o malicia en las acusaciones. El honor es la más preciada heredad de las personas de bien.
Está en juego el prestigio de la empresa municipal por cuya capacidad técnica, planificación, previsión hacia el futuro y sobre todo por la histórica pulcritud que ha sido la característica de directivos y técnicos que han honrado a las administraciones municipales y a la misma ciudad de Cuenca.
Bien que se investigue para castigar, si hay culpables, pero sobre todo, para defender la inocencia de quienes podrían estar injustamente involucrados en denuncias que lesionan su buen nombre, explotado en forma cobarde por traficantes de la honra a través de apresuradas declaraciones o del anonimato de las redes sociales, a quienes la Justicia debería imponerles sanciones ejemplares.