Ernesto Arias Deidán, economista de profesión, lector y escritor de intensa dedicación; Rodrigo Villacís Molina, periodista, crítico literario y de arte; y, Iván Petroff Rojas, presentaron sendas producciones de las que se da breve cuenta en este espacio
Hienas, novela del cuencano Ernesto Arias Deidán, publicada por Editorial El Conejo con auspicio del Gobierno Provincial del Azuay, se presentó en diciembre pasado. Es la historia intrigante sobre el asesinato del autor de un libro revelador de hechos sospechosos en el que los implicados son poderosos empresarios con influencia en los mundos burocráticos y judiciales.
Aparte de acusar la relatividad de la Justicia, la obra muestra el papel de ciertos intelectuales cuyo prestigio nace del servilismo a aquellos grupos y de su acceso a medios de comunicación para crear figuras literarias o destruirlas según su interés: “Su único fin es escalar posiciones a base de maniobras que son propias de los lambones, con eso consiguen lo que otros con mayor mérito y derecho no logran: viajes al exterior, publicaciones de lujo, reconocimientos de la burocracia, acuerdos, medallas, y (por supuesto) prestigio de intelectual”, dice un personaje de la obra.
A través de la novela podría identificarse a individuos de la vida real, así como ciertos episodios dramáticos conocidos en el país, lo que daría a la obra un sabor e interés local, especialmente de Cuenca, pero habría que ver si alcanza ese mismo interés en ámbitos de más amplitud de lectores alejados del estrecho mundo de enredos de provincia.
JUAN MONTALVO de frente y de perfil es una entrevista imaginaria que Rodrigo Villacís Molina hace al personaje cumbre de la Literatura ecuatoriana (1832-1889) en su exilio en París. Es una publicación de la Casa de la Cultura Núcleo de Tungurahua.
El amplio conocimiento del entrevistador sobre la vida, la obra y el pensamiento político del entrevistado, permiten al lector acercarse al polemista, al insultador, al maestro, al ensayista, al erudito, al periodista, así como al hombre hermético de pasiones íntimas sobre las que es reacio a referirse, pero de las que el acucioso periodista arranca algo más que unos puntos suspensivos.
La entrevista refleja la magnitud del personaje más allá del continente americano, a través de una síntesis que no deja de ser una panorámica sobre la vasta producción del literato, con el valor pedagógico de interesar al lector por entrar por primera vez en sus libros o volver sobre sus páginas para releerlas.
En JUAN MONTALVO de frente y de perfil, Villacís logra penetrar más que en la residencia del personaje desafecto a las entrevistas, para extraerle un material descubridor y ameno, a través de un ejercicio del que muchas veces él ha dado cuenta con profesionalismo y acuciosidad en publicaciones periodísticas anteriores. Villacís, ambateño, no oculta el afecto por el autor montalvino, su paisano, admirado casi hasta la veneración en su ciudad nativa.
Iván Petroff Rojas incursiona una vez más en la literatura para niños. Treinta Cuentos Fantásticos de Pactos y Encantamientos es, además, una recuperación de historias de transmisión oral en los pueblos de la región del sur ecuatoriano. También un libro para mayores.
La obra salió al público en las postrimerías del mes de diciembre, coincidente con la temporada navideña y los eventos característicos de la temporada en la que los niños son motivo de homenaje.
El libro intercala ilustraciones sobre cada tema, muy bien logradas por Santiago Álvarez Rivera. Ángeles Martínez, en una nota de contraportada dice en pocas palabras bastante sobre el contenido de la publicación editada por la Casa de la Cultura de Cuenca: “Si eres de aquí, de nuestra región, sabes que la gente te cuenta historias y muchas, perturbadoramente, afirman han sido vividas de cerca. Te presentamos, treinta relatos o quizá deberíamos decir testimonios, reunidos mediante largas conversaciones y recorridos. Un buen compendio sobre astucias del diablo, hechizos, lugares misteriosos, cosas que no por carecer de explicación son falsas… está permitido dudar”.