En la Prefectura del Azuay y en la Alcaldía de Cuenca dos damas desempeñan las más altas funciones luego de los titulares varones. Ellas, expusieron a Avance, por separado, apreciaciones políticas y temas comunes sobre el país, la provincia y el cantón. No dejaron de poner acento sobre el tema Tranvía
María Cecilia Alvarado y Ruth Caldas Arias, mujeres políticas en altas responsabilidades públicas: en la Vice Prefectura del Azuay y en la Vice Alcaldía de Cuenca, son voces autorizadas para opinar sobre la realidad nacional, de la provincia y del cantón al concluir el año 2017 y avizorar el próximo.
¿Cómo aprecian el paso del gobierno de Rafael Correa a Lenín Moreno Garcés? Ruth Caldas habla como ciudadana y como autoridad municipal. En el primer caso, “hay una liberación de tensiones. El país vive un ambiente donde la ofensa, la agresión y el insulto ya no son temas del fin de semana, con contrarréplicas a favor y en contra. Como personera municipal, la diferencia es el puente tendido con el gobierno: es posible ir a cualquier ministerio y encontrar apertura, diálogo y resultados positivos”.
Ella preside la Comisión Municipal de Finanzas y aprecia que lo económico influye directamente en cualquier línea de trabajo: “las transferencias, que por ley de equidad nos corresponden y aunque su cuantía es menor a la de 2015, tienen más fluidez, con una distinción muy marcada a partir de mayo de 2017”.
Para Cecilia Alvarado, “ha terminado un período de diez años de un gobierno y el acceso de otro, de la misma línea política, pero con un cisma, un rompeolas del sistema presidencialista, con consecuencias en la política nacional. Se respira otro ambiente, más allá de las posiciones económicas de una época dura como revelan los números; una muestra es la sexta edición del Festival de Cine La Orquídea, por primera vez con apoyo frontal de los ministerios de Cultura y Turismo. Es el indicio de una nueva lógica en la relación oficial con la provincia”.
¿La obra municipal y provincial más significativa del año? La Vice Alcalde no duda en señalar el proyecto Tranvía, “que ha concentrado la mayor cantidad de recursos, no solo económicos, a la que ha dedicado gran atención el Alcalde para resolver problemas contractuales y el financiamiento que hasta hoy sigue parcialmente incierto. Desde el inicio hubo falencias, a nivel contractual, que desencadenaron situaciones de orden legal con los correspondientes fondos que quedan por poner. Por sobre los 300 millones de dólares, la obra más costosa emprendida en la historia de Cuenca, está la presión social por las demoras, con el centro histórico limitado en la movilización peatonal y de vehículos y el conflicto social de quienes no pudieron trabajar por sus negocios paralizados. Más allá de la generación de infraestructura importante y obras como el Parque de la Luz, de La Libertad y de la Música, más la ejecutada en el área rural, la mayor preocupación se ha concentrado en el tranvía”.
La Vice Prefecta afirma que desde 2015 se acentuó la disminución presupuestaria, aparte de la historia de menosprecio e invisibilización de la gestión de los gobiernos provinciales, hasta con amenazas de desaparecerlos, “pero se han concretado obras viales importantes, como la vía Turi-Tarqui, para una conexión alterna de salida y llegada a Cuenca. La construcción del puente Collay para conectar los cantones Guachapala, El Pan y Sevilla, es una obra importante, cuyo valor llegará a 1 400.000 dólares. También, la reconstrucción de la vía Paute-Bulán-Matrama, en marcha, por más de seis millones de dólares.
“Pero lo más destacado –dice- es el trabajo del día a día en lo agropecuario, con la empresa AgroAzuay, tecnificando la producción, creando redes comerciales, organizaciones de mujeres y el incentivo a la soberanía alimentaria para el autoconsumo familiar y la disposición de excedentes de comercialización. Esto no se cuantifica en millones de dólares y está más allá del cemento y la infraestructura. AgroAzuay es la esencia del Gobierno provincial a través de la articulación del tema ambiental, de riego, del modelo económico de desarrollo, la transformación para superar la condición de meros productores”.
Cecilia Alvarado también toca el tema Tranvía. “Cuenca está marcada y dividida por el tranvía. Es foco de discusión no solo como aparato, sino como balance del quehacer municipal, la capacidad de gestión, la forma de los contratos, la agilidad de las decisiones. Por sobre el vagón y la riel es un indicador de la gestión municipal actual y pone en conflicto no solo al centro histórico, pues los problemas afectan al mercado mayorista de El Arenal, al mercado Nueve de Octubre, al terminal terrestre y el aeropuerto: es un tema que importa a nivel local, del Azuay y la región”.
¿Cómo son las relaciones de la Vice Alcalde y la Vice Prefecta con la autoridad superior jerárquica?. Caldas dice que normales, con algunas divergencias en la toma de decisiones, que deben sujetarse a derecho. Un ejemplo: “El Alcalde convocó al Concejo para resolver sobre la compra del local del antiguo hospital del IESS. Yo había advertido que se necesitaba la certificación presupuestaria, pero por mayoría se autorizó la compra, con mi voto en contra, porque no se cumplió el proceso. Tampoco el dueño expuso el valor del inmueble ni el Concejo disponía de fondos. Fuimos los primeros en pedir al Alcalde que no dejara escapar de las manos la adquisición, cumpliendo todas las condiciones y resolviendo conflictos como las invasiones del local. La propiedad la adquirió al fin la Universidad y la Municipalidad le ha solicitado un espacio para instalar un área de salud”.
La Vice Prefecta opina: “Es un trabajo en binomio. A las Vice Prefectas se las encarga funciones. Yo estoy en temas ambientales y de derechos, pero no soy ajena a otras dinámicas y desde la responsabilidad específica estamos a la espera de la notificación de la certificación ambiental, otra señal del nuevo tiempo en la relación con el gobierno. El Consejo aprobó la Ordenanza estratégica MAR (Mitigación, Ambientación y Reversión), para afrontar las situaciones del cambio climático, y recibimos reconocimientos internacionales: no se puede hablar de desarrollo sustentable sin reconocer los derechos de la naturaleza.
¿Algo previsto para este año que no se ha cumplido? Ruth Caldas vuelve sobre el tema tranvía: “Nació para solucionar los problemas de tránsito y movilidad, como la columna vertebral del transporte público. En principio la finalidad fue sana para mejorar las condiciones de vida, como en ciudades desarrolladas, donde no es indispensable el carro individual. Penosamente la forma de los contratos generó más dudas que certezas y es cuando surge la transición en la Alcaldía, luego que el actual Alcalde en campaña aseguró que suspendería la obra. Pero estaban de por medio compromisos institucionales, no personales, y en condiciones que tienen reparos de Contraloría”.
“El balance sobre el bien y el mal del tranvía recae sobre lo segundo –dice-, pero por responsabilidad hay que desechar criterios negativos. Hay una inversión de más de 300 millones y aunque ha causado dolor de cabeza hay que ser propositivos. Colateralmente, será un atractivo en bien del turismo y marcará la diferencia con ciudades de Latinoamérica que no lo tienen”.
La Vice Prefecta justifica algunos incumplimientos por falta de recursos. “Un ejemplo es la oferta al sector agropecuario de un tractor agrícola o maquinaria según los requerimientos de cada parroquia. Sólo se cumplió con 15 parroquias. También en vialidad hay deficiencias, por la situación económica: muchas se deterioran o el trabajo pierde sustento si no es completo, como la carretera Chordeleg-Principal, donde no se logró terminar el recapeo”.
Hay reclamos de parroquias del cantón Cuenca que han dejado de ser rurales y tienen problemas urbanos. Ricaurte, Baños, Sayausí, San Joaquín. Ecuador es un país rural. De 224 cantones el 56% tienen menos de 30 mil habitantes y disponen de presupuestos insignificantes. La coordinación con ministerios y organismos gubernamentales permitiría mejorar la obra pública. “La coordinación era nula con el anterior gobierno, pero ahora hay señales positivas desde los ministerios de Transporte y Obras Públicas y de Agricultura, con los que nunca debió haberse cortado la relación”, dice.
El tema tranviario es recurrente de la Vice Alcalde: “Es la gran obra que no pudo realizarse. La próxima pro forma presupuestaria es de 240 millones más 29 adicionales y deberá prolongarse hasta mediados de 2019, porque en años electorales no se la revisa. Y serán necesarios recursos para el tranvía, que no es solo la obra de cemento y las rieles, sino la implementación tecnológica. La emergencia grave, prolongada, permitió al menos dar fluidez a la circulación en el centro histórico, con aportes de ETAPA y de la EMOV, cuyos desembolsos limitaron otras acciones, pero se puso a la ciudad en condiciones de alguna fluidez al tránsito.
“La tensión política al terminar el año está marcada por el entramado de corrupción que tiene preso al Vicepresidente, sin funciones, y sometido a juicio. La llegada de Rafael Correa aumenta tensiones y es la última carta para tratar de evitar la desbandada al interior de Alianza Pais, con la pugna entre morenistas y correístas”, dice la Vice Prefecta sobre el momento político.
Militante en el Movimiento Participa, cuyo líder es el Prefecto Paúl Carrasco, confiesa que seguirá en la política, donde le asignen las decisiones colectivas. “Me gusta la política –dice- aunque muchas veces una se frustra pero quiere seguir porque es un reto de cada día cuando hay mucho que hacer, ideas por concretar, servicios que ofrecer. Electoralmente, las definiciones se darán en el primer semestre del nuevo año y ahora no hago más que trabajar como Vice Prefecta, a la espera de que el movimiento decida escoger candidaturas por elecciones primarias, encuestas o asambleas”.
Preguntada si aspiraría a la Prefectura, dice: “ Me gusta esta posibilidad de trabajo para continuar lo que se ha venido haciendo en tres períodos de Paúl Carrasco. Me he enamorado de esta minga del Azuay en la que participa con toda su diversidad, con sus problemas y oportunidades. Me declaro fanática, la fan del Azuay”, expresa para mostrar su pasión por la política y la gestión pública.
Ruth Caldas se inició en alianza Pais, al inicio del gobierno de Correa en 2007. Fue Jefe Política de Ricaurte. Luego integró la lista para concejales y por do períodos está en esas funciones y como Vice Alcalde de Cuenca.
“En mayo de 2014 –dice- tomé una decisión distinta, la separación de Alianza País, fiel a mis preceptos personales en mi accionar político, más allá de la imposición de decisiones de la matriz nacional. Entonces llegué otra vez a la Vice Alcaldía, como independiente, como me mantengo. Una aparente destitución del movimiento nunca quedó clara, tanto más que no fui adherente permanente ni se me sometió a un proceso con posibilidades de defensa”.
“De la separación de Pais salí fortalecida, al punto que concurro a barrios, parroquias y a los mercados y soy recibida con más afectividad que cuando estaba ligada al movimiento político. Mis decisiones en el Concejo y fuera de él se apegan a mi convicción de buscar el bien general sobre el particular, sin ninguna presión. He apoyado al Alcalde en los temas de la ciudad pero no en lo político, sobre lo que he argumentado sin discordia”.
Sobre su futuro: “No me he adherido a ninguna línea política. Una debe ubicarse donde sienta comodidad y afinidad, que no las he sentido en invitaciones que se me han hecho. Me gusta la política, la deliberación, el espacio donde sustentar, diferir y generar consensos, pero no he tenido la suerte de encontrar un espacio afín, que no sea meramente electoral.
Creo que es hora de dar un paso al costado, no soy candidata a nada. Queda el espacio libre para actores que puedan aportar en los temas de ruralidad que han sido el eje en torno al que he girado en estos años”.
Sobre la posibilidad de volver a Alianza Pais, en la línea del Presidente Moreno, opina que este sector político tiene demasiados conflictos internos como para despertar el interés de vincularse.