Humm… las elecciones. Las lluvias e inundaciones hicieron temer que el entusiasmo del sufragio se convirtiera en terrible naufragio: pero todo ya pasó dejando atrás los amagos de tormenta.
Lenín Moreno ganó la Presidencia, apretadamente, pero ganó. Le queda por delante, sin embargo, un camino muy vidrioso: a cuidar las llantas!
Por culpa de Cedatos el candidato Lasso se quedó con los churos hechos. Y se le quemó el pan a su binomio Andrés Páez, en la puerta del horno.
Hicieron ridículo ciertos analistas políticos que, ofuscados por el instantáneo triunfalismo del candidato bancario, se ingeniaron curiosas interpretaciones sobre la ganancia de Lasso y el fracaso del oficialismo. Pero en minutos, se quedaron mudos!
Qué pena, hubo algunitos que a última hora se sumaron triunfalistas a la campaña de Lasso y ya ponían cara de ministros... Pero se quedaron con cara de menestras! O más bien de fanesca, en la temporada cuaresmal.
El asesor correísta Carlos Baca Mancheno es el nuevo Fiscal de la Nación. A él le tocará torear las denuncias sobre los casos Petroecuador, Odebretch y otros paraisitos fiscales que quizá no vayan a perderse al olvido.
Recomendación post electoral: quienes aspiren al gabinete de Moreno, deben empezar por ilustrarse en sus libros de humor que él los escribió antes de soñar que llegaría adonde ha llegado…