Los diferentes sistemas de gobiernos han respaldado las innovaciones de carácter general y se han superado paulatinamente los discrímenes. La tarea tan importante como histórica ha seguido adelante y las nuevas generaciones actúan con el mismo derecho, eficiencia y compromiso social que los hombres en el ámbito mundial, regional y local
Cuando en 1975 la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo, ONU, proclamó a ese año como “Año Internacional de la Mujer”, la noticia repercutió respecto de los grupos de mujeres que sufrían todo tipo de discriminaciones por su condición de tales. El ambiente social y las instituciones ecuatorianas recibieron como un grato suceso esta decisión, porque se trataba de algo que siempre habían deseado: la igualdad jurídica de la mujer en todos los órdenes. Hasta entonces, ni las disposiciones legales ni institucionales se habían preocupado de tan importante derecho, y aquellas entidades que siempre insistieron en esta situación nunca hallaron eco a niveles oficiales.
Por entonces, la representante del Ecuador en la Comisión de la Mujer en la ONU, doña Piedad Leví de Suro, visitó el Ecuador, se reunió con todas las organizaciones de mujeres que ya bregaban por sus derechos y las motivó a crear el Comité del Año de la Mujer, cuya Presidenta fue la doctora Piedad Gálvez Cortés. El Representante Residente de la ONU en el Ecuador también se vinculó con todas las entidades y se estableció un Calendario de Actividades. Entonces ya existían la Federación de Mujeres Profesionales y de Negocios, corresponsal de la misma entidad a nivel Internacional, Unión de Mujeres del Ecuador, UNE; el Club Femenino Antena, el Club Femenino de Cultura, fundado por doña Corina Parral de Velasco Ibarra; el Círculo de Damas del Instituto de Cultura Hispánico, entidades que se sumaron a la iniciativa de las promotoras y se estableció un calendario de actividades, enriquecido con programas a lo largo de 1975.
Para entonces, nosotros habíamos retornado de Argentina, donde nos adherimos a la Federación Argentina de Mujeres Profesionales y de Negocios, y creamos la Federación Ecuatoriana, que incorporó a las mujeres valiosas de la capital y de Guayas, Manabí, Cuenca, Loja, Ibarra. Se cumplieron programas específicos en las provincias ecuatorianas y en Quito se invitó a diversas personalidades para que disertaran sobre distintos tópicos: el doctor Benjamín Carrión sobre “La Mujer y la Literatura”, el licenciado Hernán Rodríguez Castelo “La Mujer en la Poesía”, el Padre José María Vargas sobre “Arte Quiteño Colonial”, el Padre José Moreno “La Mujer en la Historia”. Y con el auspicio de la Embajada de Estados Unidos en Ecuador y las oficinas de la OEA tuvo lugar el “Salón de la Mujer”, exposición de pintura y escultura con las artistas más cotizadas: Germania Paz y Miño de Breih Bueno, América Salazar de Martínez. En Ambato se cumplió el Congreso Nacional de Mujeres Profesionales y de Negocios, y en las otras capitales provinciales diferentes actividades. Internacionalmente las ecuatorianas fuimos invitadas al Congreso Internacional de Mujeres que tuvo lugar en Helsinki, al que asistimos como delegadas del Ecuador Fabiola Cuvi Ortiz y Alba Luz Mora. La presencia en tal importante evento dio lugar a decisiones contra la discriminación de carácter internacional.
Desde entonces, las organizaciones han seguido su marcha con la renovada actitud de quienes lucharon y consiguieron la igualdad en todos los órdenes. Los diferentes sistemas de gobiernos han respaldado esas innovaciones de carácter general y se han superado paulatinamente los discrímenes existentes. Creemos que esa tarea tan importante como histórica ha seguido adelante y que las nuevas generaciones actúan con el mismo derecho, eficiencia y compromiso social que los hombres en el ámbito mundial, regional y local. Logros a los que se han sumado las figuras legales innovadas conforme a los tiempos. Entre ellos, el “feminicidio”, calificado así por los magistrados del ámbito legal y cuyo aparecimiento ha demandado medidas radicales para superar los rezagos de machismo que aun perviven en nuestro ambiente. Los partidos políticos han abierto sus puertas a la mujer en las últimas elecciones de los diferentes países del mundo ya no es una excepción la presencia femenina como Jefes de Estado, cancilleres, magistrados, diplomáticos, legisladores, que han innovado los ambientes electorales para escoger entre hombres y mujeres.
Desde luego, cabe todavía admitir los excesos en cuanto modos de vida y filosofía moderna de grupos sociales en los que la mujer también aparece como protagonista en los registros delincuenciales, lo que invita a las entidades y autoridades a proseguir en la dura tarea de superar esos rezagos negativos en los diversos países.