Los años de su mandato permitieron ejecutar importantes obras de vialidad, electricidad, salud, educación y servicios públicos, pero al declinar la década en el ejercicio del Poder, una crisis económica pone cuesta arriba la última etapa de su administración por la baja de precios del petróleo y el terremoto que destruyó a dos provincias del Ecuador
A un año de terminar una década en el poder, el Presidente Rafael Correa Delgado anunció el fin de su mandato: ya descartó la posibilidad de intentar nuevos procedimientos legales que le permitirían candidatizarse otra vez para las elecciones de 2017.
El informe de su gestión ante la Asamblea Nacional, el 24 de mayo, tuvo la tónica de una despedida, pero fue la oportunidad para destacar lo trascendente del trabajo cumplido en uno de los períodos gubernamentales más prologados en la historia del Ecuador.
El tiempo más difícil de su mandato es el año que queda por delante, debido a la caída inesperada del precio del petróleo, principal fuente de ingresos económicos del Ecuador. Se suma a esta crisis el terremoto de las provincias de Manabí y Esmeraldas el 16 de abril pasado, provocando a más de una tragedia humana con más de seiscientos muertos, una recesión que deberá ser afrontada con inevitables emergencias.
Al líder del movimiento Alianza Pais le ha venido en suerte –mala suerte- el tener que dedicar grandes esfuerzos imprevistos para procurar que al término de su gestión quede el país en marcha. El impulso inicial del mandato, con el apoyo de un precio petrolero de los más altos de todos los tiempos de exportación del producto, ha sufrido un quebranto de consecuencias graves, al punto que se han tornado inevitables las medidas de sacrificio para sobrellevar el peso de la pobreza fiscal.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) ha subido en dos puntos a partir del presente mes de junio, pasando del 12 al 14%, medida que si bien no afecta en rubros como la salud y alimentos, tiene repercusiones inevitables en el incremento general del precio de todos los productos.
El mandatario anunció la supresión de seis secretarías técnicas y 12 viceministerios, para ahorrar recursos financieros, decisión que prueba la gravedad de la situación económica del país, a pesar de que según su exposición en la Asamblea, el Ecuador se encuentra en mejores condiciones que otros países de la región y sobre todo, mejor que al momento en que en 2007 inició su gobierno, cuando “la economía tenía un tamaño de 46 mil millones de dólares y nueve años después, es el doble de grande, cerca de 100 mil millones de dólares”. En este lapso, según Correa, 1.9 millones de ecuatorianos salieron de los niveles de pobreza.
Un reto de su gestión en el lapso que tiene por delante en la Presidencia de la República, será evitar que la crisis económica afecte a los sectores poblacionales de menores recursos. “Humildemente les ofrezco llevar la barca de la patria a buen puerto, sin paquetazos, sin congelamientos, sin los saqueos de antaño”, proclamó.
Un anuncio que seguramente provocaría reacciones de los opositores en época de campaña electoral, será el reenvío de los proyectos de Ley de Herencias y Plusvalía a la Asamblea Nacional, tema del que debió desistir el año pasado, cuando se produjeron movilizaciones de protesta crecientes que le obligaron a retirar los proyectos casi en vísperas de la visita del Papa Francisco a Quito, visita que pudo estar en riesgo ante el ambiente de agitación política que empezó a generalizarse en el país.
La socialización de los proyectos por todo el país, ha permitido constatar, dijo Correa, que la oposición nunca pudo demostrar que esos proyectos afectarían a los más pobres del Ecuador.
El anuncio de la retirada de Rafael Correa del campo electoral el próximo año, coincide con el inicio de la carrera por el Poder en el nuevo período constitucional. Dos nombres se barajan para la candidatura presidencial por Alianza País: Lenin Moreno, ex Vicepresidente, y Jorge Glas, actual Vicepresidente de la República. Prácticamente, ha empezado a correr el calendario electoral en el país.
• El Presidente Rafael Correa presentó su informe de gestión del último año en la Asamblea Nacional. Aparece con la Presidenta Gabriela Rivadeneira (página anterior). Aquí, un aspecto del público asistente