Dada por desaparecida y vuelta a encontrar, ha tenido seguimiento recurrente e histórico en AVANCE desde mayo de 2015, cuando difundió documentos que llevaron a instancias judiciales a ubicarla junto a tesoros de la comunidad de los religiosos dominicos
El caso de la corona de 34 laureles de oro impuesta al poeta en noviembre de 1917 es una de las noticias culturales recientes más importantes del Ecuador, pero lastimosamente ignoradas por instancias obligadas a reclamar que ese tesoro patrimonial pasara a custodia y exhibición del público.
Nada han dicho sobre el caso la Municipalidad de Cuenca, la Casa de la Cultura, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural, o el Ministerio de Cultura. AVANCE ha recibido numerosas notas de felicitación, correos electrónicos y llamados telefónicos de ciudadanos expresando su gratitud a este medio de comunicación. Varias de esas notas han sido publicadas en diferentes ediciones y otras no han podido difundirse por limitaciones de espacio.
El interés de los lectores que han enviado comunicaciones ha sido que se las difundiera. No obstante, una carta de la comunidad dominicana y publicada –como todas las que ha sido posible hacerlo- ha originado un pedido de sanción ante la Superintendencia de Comunicación, por hacer público un “comunicado privado”, según la denuncia. Un comunicado es, precisamente, aquello que se desea hacer público, a menos que se planteara expresamente que no se lo hiciera.
El Director de AVANCE, Rolando Tello Espinoza, fue llamado a responder el 23 de diciembre pasado en la SUPERCOM. Su explicación fue que la carta, de fecha 14 de agosto, era una de tantas que sobre el tema había recibido la revista y las había publicado. Además, desde meses atrás el tema era de conocimiento e interés publico. La posición de la revista estuvo respaldada por el abogado Rómulo Argudo, del estudio jurídico del doctor Caupolicán Ochoa.
Dr. Rómulo Argudo, Abogado del estudio jurídico del Dr. Caupolicán Ochoa Neira. |
Ninguna de las personas que enviaron comentarios sobre la corona a la revista AVANCE –salvo los representantes de la comunidad religiosa- esperaron que tales comentarios no fueran publicados. Aún más, en casos de fuerza mayor, cuando por falta de espacio no fue posible hacerlo, hubo quienes reclamaron porque no se haya dado acogida pública a sus apreciaciones.
En los primeros días de este mes se conocerá la resolución de la SUPERCOM sobre el pedido de “sanción” para AVANCE que, desde mayo de 2015, ha seguido el tema de la corona de Crespo Toral, dentro del cual se inscribe también la carta que acompaña a la presente nota, proveniente, nada menos, que de una descendiente directa del poeta, quien a más de felicitar el aporte cultural de la revista plantea que la corona recuperada pase a propiedad y custodia del Museo Municipal Remigio Crespo Toral.