Por Stella Paul
El sacerdote hindú Shri Kumar Sharma y su hija Bhargavi leen un cartel contra el matrimonio infantil que dice que toda persona a culpable de estar involucrada en una boda de una menor será castigada con dos años de cárcel y multa de cien mil rupias (1.470 dólares). |
El sacerdote hindú Shri Kumar Sharma y su hija Bhargavi leen un cartel contra el matrimonio infantil que dice que toda persona a culpable de estar involucrada en una boda de una menor será castigada con dos años de cárcel y multa de cien mil rupias (1.470 dólares).
MAHBUBNAGAR, India, (IPS) - “El matrimonio precoz arruina el cuerpo de las niñas y les deja daños psicológicos. Es imposible que alguien se diga creyente si apoya algo así”, subrayó Virayya Shastri, sacerdote principal del templo Maddi Madugu Anjaneya Swamy, en este distrito de Mahbubnagar, en el sur de India.
“La ira es un demonio interno que uno debe esforzarse mucho por controlar”, remarcó Shastri. Pero al hablar del matrimonio infantil se le hace extremadamente difícil mantener la calma.
Dos veces al año, en diciembre y marzo, millones de personas visitan el tempo Maddi Madugu para rezarle al dios hindú Hanuman. Durante años, en el marco de esas festividades, se celebraron bodas masivas con novias menores de edad.
Pero desde 2013, el matrimonio infantil está prohibido gracias a la fuerte oposición de Shastri, quien también logró sensibilizar a otros 200 sacerdotes de distritos y estados vecinos contra esa práctica. En el pequeño pueblo de Amrabad, a 44 kilómetros del templo, el sacerdote Shri kumar Sharma colgó una pancarta frente a su casa que alerta sobre las penas legales con que se castigan las bodas de menores de edad.
El matrimonio infantil es un delito, se puede leer, y toda persona vinculada a él es pasible de ser condenada a dos años de cárcel y a pagar una multa de cientos de miles de rupias. En la pequeña oficina que tiene en su casa, el sacerdote guarda registros de cada pareja que casó; fotografías color, copias de los carnés de identidad, certificados de “sin objeción” del consejo de aldea y de nacimiento, así como otros más del ritual de casamiento que él mismo elaboró.
“Algunos se ríen de mí. ‘Su trabajo es encontrar una fecha propicia (para la boda), pero se convirtió en un contador’, me dicen. Pero es una lucha importante contra una práctica dañina”, arguyó el sacerdote, padre de una adolescente. Junto con Sharma, son 14 los líderes religiosos que se oponen al matrimonio infantil, incluso el clérigo musulmán Qazi Sardar Qawali y el cura cristiano Shyam Sundar.
Matrimonio infantil “generalizado”
El movimiento de religiosos contra el casamiento de menores de edad en Mahbubnagar comenzó en 2012 luego de que una encuesta realizada en el marco de la iniciativa de MV Foundation en 43 aldeas cerca de Amrabad, concluyera que había por lo menos 24 niñas casadas en la zona. Las razones de la vigencia del matrimonio infantil son varias, pobreza, propiedad, trabajo infantil, falta de confianza en la educación e ignorancia sobre las consecuencias negativas que tiene para las niñas.
Tras la encuesta, la organización lanzó un proyecto para luchar contra una práctica perjudicial para las niñas basándose en la estrategia de “Fortalecer el Sistema Existente” y que apostó a involucrar a los líderes religiosos de la zona.“Los padres podrán elegir una novia para su hijo, pero necesitarán de un sacerdote que oficie la boda”, observó A V M Swamy de MV Foundation.
“Entonces pensamos, por qué no involucrar a los sacerdotes que obviamente tienen tremendo poder y autoridad. Además, se ajustaba a nuestro principio de incluir a todo el mundo en la resolución de un problema social”, explicó.
El proyecto incluyó la realización de un taller organizado por Swamy y su equipo especial para los religiosos de todas las confesiones de la zona. El espacio permitió hablar sobre cómo el matrimonio infantil afecta la salud física y mental de las niñas, además de perjudicar su educación y su libertad.
También, se les informó sobre las consecuencias legales para toda persona vinculada al casamiento de menores de edad, según la Ley de Prohibición del Matrimonio Infantil de 2006. “Les digo a mis compañeros sacerdotes que los órganos de las niñas que se casan antes de la edad legal (de 18 años) no están bien formados y no están listas para consumar el matrimonio ni para ser madres. No podemos formar parte de algo que pone en riesgo sus vidas”, subrayó Shastri, del templo Maddi Madugu.
Los funcionarios del gobierno local también se plegaron a la iniciativa, reconocieron numerosos religiosos. Sharma relató el caso de una niña de 16 años de la aldea de Padra, cuyos padres fraguaron un certificado de nacimiento para que figurara que su hija tenía 19.
Dudoso, Sharma se comunicó con un funcionario de la mandal local (oficina administrativa) para verificar la autenticidad del documento. Tras una rápida revisión, este le confirmó que efectivamente era falso y mandó a la policía para rescatar a la adolescente.
“La gente casa a sus hijas por diferentes razones, algunos están obsesionados con la virginidad y la pureza, otros temen que tenga un amorío y deshonre a la familia y, otros más, lo hacen por dinero”, explicó. “Tenemos que tener enfoques diferentes para hacer frente a las distintas situaciones”, añadió Sharma. También Nillikanti Parvatiamma, quien ahora tiene 16 años y reside en la aldea de Chitlamkunta, es un ejemplo de esa práctica porque sus padres quisieron casarla cuando tenía apenas 14.
“Querían contribuir con una gran cantidad de dinero y tierras como regalo de boda. Decidieron casarme con un hombre de 28 años, pero que era familiar, para que los regalos quedaran en nuestra familia”, relató la adolescente. Por suerte para ella, la oportuna intervención de los religiosos, de activistas y de funcionarios del gobierno local logró interrumpir el matrimonio.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas de 2014, uno de cada tres matrimonios infantiles (unos 240 millones de casos) ocurren en India. El principal motivo, según G. Krishnaiya, funcionario administrativo de Amrabad, es la ignorancia y la falta de educación de la comunidad.
En Mahbabubnagar, según relató, el esfuerzo colectivo de los líderes religiosos fue muy exitoso para crear conciencia y lograr que la práctica ya no se realizara de forma alevosa. Pero la lucha no está terminada, remarcó Krishnaiya.
“Hay mucha migración estacional. Las familias emigran y recorren grandes distancias y casan a sus hijas en distritos alejados. A veces, incluso, lo hacen en medio de la noche, cuando nadie mira. En los últimos dos meses, interrumpimos seis bodas. Tenemos que estar en alerta”, subrayó.