Por Alba Luz Mora
Los cambios y reformas legales desde 1963 a la fecha, con parciales unificaciones y nuevos tipos de cobertura y acceso, no se sometieron a los cálculos actuariales. Las inversiones institucionales en bienes raíces e instrumentos rentables diversos, a corto y largo plazo, han acusado
rendimientos entre el 14% y el 25%, que lo han perjudicado
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El IESS fue creado en 1928. Sus finalidades básicas se refieren a la protección integral del individuo, es decir, el remplazo del salario perdido o disminuido por invalidez, riesgos ocupacionales, edad, mediante las correspondientes pensiones. Y la atención a la maternidad, la salud preventiva, no curativa, la edad avanzada de sus afiliados. Sus finalidades básicas se centran en el remplazo del salario perdido por invalidez, riesgos ocupacionales y edad avanzada, mediante las correspondientes pensiones.
Sin embargo, el giro institucional dado en los últimos años ha desencadenado problemas de fondo. Así, la creación del Seguro Social Campesino para mejorar las condiciones de salud de la población rural. El establecimiento del sistema de préstamos quirografarios e hipotecarios para los afiliados, que ha significado dejar de lado sus finalidades específicas y hacer altas erogaciones con un rendimiento más bien negativo. A lo que se agrega la ineficiencia del IESS en el cumplimiento de su cometido prioritario.
Los montos de jubilación y de retiro son muy bajos, por lo que hay gente que se resiste a ellos. Aun es alta la evasión de los aportes de toda la fuerza laboral. Y aunque el sistema de computación ha permitido clarificar quienes están en el papel de patronos y de afiliados, hace falta poner mayor énfasis en la mora que acusan algunos patronos y efectuar los cobros con rapidez. La cobertura total, que suma los pagos del empleador, el afiliado y el estado, es muy baja y el aporte muy alto. La fuerza salarial formal urbana y rural que cubre es pequeña en proporción con la del sector rural (42%) y hay un amplio universo urbano y rural desprotegido. Los cambios y reformas legales desde 1963 a la fecha, con parciales unificaciones y
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nuevos tipos de cobertura y acceso, no se sometieron a los cálculos actuariales.. Las inversiones institucionales en bienes raíces e instrumentos rentables diversos, a corto y largo plazo, han acusado rendimientos entre el 14% y el 25%, que lo han perjudicado.
La burocratización excesiva lo mismo que el tremendo gasto administrativo, que va entre el 20 y 25% en salarios del personal médico y un 40% de paramédicos, no tiene referente con otros países de la región que acusan un 20% en los más desarrollados y el 2% y 3% en los industrializados. Ello ha contraído las prestaciones e inversiones no siendo su función crear empleos sino tener un mínimo de personal. La exagerada sindicalización ha otorgado innumerables privilegios a los trabajadores del IESS: subsidios, gratificaciones, cobertura de salud integral, jornadas y horarios especiales, permisos remunerados hasta por 40 horas semanales para actividades sindicales; becas, viáticos, etc.
La deuda del Estado es de millones de dólares, y otros más, que han estado congelados en los fondos estatales sin ganar interés alguno. La deuda tiene dos partes: el atraso en el pago de aportes y el pago de jubilaciones en un 40% más o menos. No hay catastros de las propiedades del IESS que han representado más pérdidas que ganancias. Un ejemplo: el Hotel Quito. Y se añaden irregularidades adquisitivas. Por ello creemos que el IESS ya no requiere más diagnósticos sino reformas y reestructuración total. Aumentar los ingresos, reducir el gasto, mejorar la eficiencia, controlar la evasión y la mora, privatizar las inversiones de rendimiento negativo, terminar con los excesos, son entre tantas las soluciones para una entidad que nació con altos fines sociales.
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