Por Alba Luz Mora
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Resulta muy ilusoria la idea de unidad, meta ya fracasada en una serie de intentos anteriores, que no puede separarse de un acuerdo mínimo sobre el tema económico, asunto ya propuesto por Guillermo Lasso y que difícilmente aceptarán los otros líderes
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La perspectiva de que el país realizará elecciones generales al término de este último mandato del Presidente Rafael Correa, ha generado una actividad incansable en los grupos políticos opuestos para organizarse mejor y ofrecer un espectro de oportunidades diversas frente a la que aspira consagrar el joven Presidente con la Revolución Ciudadana.
Mientras Rafael Correa prosigue con sus “sabatinas” semanales en puntos diversos del territorio nacional, y mediante ellas consigue llegar a los numerosos grupos de simpatizantes de las diferentes ciudades del país y volver a entusiasmar a los militantes de la Revolución Ciudadana, las demás fuerzas encabezadas por partidos formales como CREO, Concertación, Izquierda Democrática, Partido Social Cristiano, movimientos como Sociedad Patriótica y otros, con diferentes membretes, promueven la unión de fuerzas para oponer al oficialismo un frente electoral fuerte y bien estructurado.
La reciente asamblea de las autoridades seccionales, promovida por el Prefecto del Azuay, Raúl Carrasco, “para lograr la constitución de un frente político y recuperar la democracia”, fue una tribuna importante para que los invitados de diferentes ententes ideológicas se expresen. Allí dejó oír su oratoria valiente el Alcalde de Guayaquil, indudable líder de un frente definitorio de esa jurisdicción. Participó el Prefecto del Azuay, promotor del suceso, y se escucharon las intervenciones de las autoridades de las provincias amazónicas. Todos, con la intención de facilitar las alianzas y superar las diferencias de todo tipo en pos de un gran frente “que recupere la democracia” en un momento difícil que vive el Ecuador, y para lograr la votación mayoritaria en todas las provincias del país.
Allí se definieron las distintas posiciones de los concurrentes: las organizaciones que impulsan una consulta popular, como “Compromiso Ecuador”, “Democracia Si” y Sociedad Patriótica. Un segundo
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planteamiento fue promover “la movilización social” como medida para confrontar al actual Gobierno, idea planteada por los indígenas, sindicatos y organizaciones sociales de todo tipo. Una tercera propuesta, insinuada por el doctor Enrique Ayala Mora, convocar a una Asamblea Constituyente.
Y finalmente la posición de aquellos que aspiran a lograr el mismo resultado de las elecciones seccionales del 23 de febrero del 2014, idea primigenia que llevó al Prefecto cuencano a la convocatoria realizada teniendo como base de fondo “la unidad”, criterio con el que coincidieron los alcaldes de Quito y de Guayaquil. La ausencia del partido CREO, por no contar con una autoridad seccional, fue aplaudir la convocatoria y sumarse a la promoción de una consulta popular que evite la reelección de Correa y no esperar hasta el año 2017.
Para los analistas del acontecimiento, resulta muy ilusoria la idea de unidad, meta ya fracasada en una serie de intentos anteriores, que no puede separarse de un acuerdo mínimo sobre el tema económico, asunto ya propuesto por Guillermo Lasso y que difícilmente aceptarán los otros líderes, pues la unidad entraña vacíos sin contenido porque están en juego los intereses grupales que anhelan ir juntos para acceder al control del poder del Estado y porque en Cuenca, según las críticas periodísticas, “la intención de unidad quedó en una declaración de principios sin ofrecer, a la vez, una metodología para lograr un resultado práctico de la propuesta”.
Sin embargo, creemos que la iniciativa del Prefecto azuayo ha sido real, valiosa, pues se trata de luchar porque la verdadera democracia se implante en el país, aun cuando esa anhelada unión tiene que basarse en una declaración de principios, de consenso mínimo, que facilite el acceso al poder democrático que represente el pensamiento nacional. Como decía el gran Juan Montalvo “la virtud de la esperanza resulta vacía sin la actividad”.
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