Por: Edwin Miño, Director Ejecutivo CONGOPE
Asamblea de Prefectos CONGOPE
“El reloj de la iglesia dio las horas, una tras otra;
una tras otra, como si se hubiera encogido el tiempo”.
Juan Rulfo, en Pedro Páramo
Cuando en Montecristi hace siete años se definía la estructura del Estado y las reglas de juego para todos los ecuatorianos, dijimos que el espíritu de esta Constitución durará 300 años. Para nosotros la historia no es circular, es dialéctica, espiral y aun cuando los hechos y los acontecimientos puedan parecer repetidos, el contexto es otro – nadie se baña dos veces en el mismo río, nos decía Heráclito - las instituciones, los seres humanos cambiamos, la naturaleza cambia.
Hoy la revolución no tiene el dramático componente de terror de antes. Ahora ser revolucionario, en cualquier nivel de gobierno, implica el irrenunciable compromiso con los pobres, así como luchar por la inclusión |
Otro elemento fundamental es que la visión conservadora, con una óptica estructural funcionalista , cree que las instituciones no evolucionan, que los elementos de un sistema no generan sinergias, que éstas cambian sus productos o salidas. Lo que pasó y está pasando con los gobiernos locales provinciales es que asumieron el reto de Montecristi y evolucionaron también desde el 2008.
1. “Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña”
2. CONGOPE, plantea una enmienda en la que se elimine el plazo para la constitución de regiones y mejor se establezca un procedimiento para la construcción social de las mismas.
. Si bien evolucionaron las sociedades, ellos creen que en su esencia se busca la estabilidad social e institucional, por el contrario hoy los tiempos son de permanente cambio y adaptación sin espacios para la estabilidad.
No es que los constitucionalistas cuando hicieron la Constitución, en la parte del ordenamiento territorial, se equivocaron. Tenían la lógica y el diagnóstico para ese momento. Pero hoy son nuevos contextos y hemos evolucionado como consejo provincial, que hacía de todo en el territorio, al gobierno autónomo provincial, y nuestro camino continúa para construir entre todos el gobierno intermedio.
Todo proceso de crecimiento institucional trae consigo una serie de ajustes, desconcentraciones, asimetrías y nuevos intentos de lograr equilibrio. Ese es el reto del CONGOPE, hoy día. Aportar para consolidar el gobierno local provincial y construir el gobierno intermedio, en un proceso de transformación y revolución social.
POSICIONAMIENTO DE
LOS GOBIERNOS PROVINCIALES
Edwin Miño, Director Ejecutivo CONGOPE |
Que el financiamiento del desarrollo rural sea también un aporte desde las ciudades. A la ruralidad se la consideraba como una zona de explotación de recursos naturales, de producción agropecuaria y de ubicación de botaderos de basura. La nueva estrategia del Buen Vivir para la ruralidad cambia esa concepción, al exigir que la ciudad devuelva a la zona rural recursos para un crecimiento armónico del territorio. |
• Recordemos que el Gobernador representa al régimen seccional dependiente, esto hace que en programas o proyectos estratégicos sea más fácil, socialmente hablando, entenderse con una autoridad local con la legitimidad por la votación de toda la provincia.
• Hoy el GAP es el único nivel de gobierno que tiene representación territorial en su cámara, constituida por los alcaldes y los presidentes de juntas parroquiales, respetando proporcionalidades, lo que implica nuevas dinámicas para los territorios. En el proceso de planificación participativa del GAP, los planes de inversión y el presupuesto son aprobados por la cámara provincial, donde los alcaldes tienen voz y voto de la misma manera como las juntas parroquiales rurales. Esta relación demuestra que la única estructura capaz de generar integración territorial urbana –rural es el GADP, pues este modelo de gestión está enriquecido tanto por la visión urbana de la alcaldía como por la percepción de la ruralidad desde la parroquia. Este quehacer nos lleva a plantear la necesidad de posicionar los nuevos roles que tienen los GAP con una visión estratégica e integral del territorio y sus necesidades.
4 Hoy día Francia discute una ley que desaparezca municipios de pocos habitantes para juntarlos en una nueva institución.
5 Por temas de redacción y espacio el término prefecto o prefecta es usado para referirse a prefectos y prefectas.
CONSTRUCCIÓN DE CAPACIDADES
La evolución de los GAP depende de los propios esquemas de desarrollo de cada gestión. Para unos la ventaja es la planificación, para otros el desarrollo productivo, la gestión en vialidad o haber dejado de prestar servicios públicos sociales.
Aún ahora la estructura de los gobiernos autónomos descentralizados está diferenciada según su especificidad: algunos manejan estratégicamente empresas públicas, direcciones y secretarías, otros prestan servicios a partir de institutos. Esta diferenciación enriquece la operatividad de estos GAP.
La alta dependencia del presupuesto provincial a las transferencias está en un promedio del 92%; si consideramos que las competencias asignadas no generan en su mayoría tasas, esta dependencia será reducida muy poco a partir de la búsqueda de financiamiento con crédito o aportes de cooperación no reembolsable y por pocas tasas a servicios prestados.
En esta lógica, por ejemplo, el impuesto predial rural lo cobran las municipalidades, cuando la mayoría de la obra provincial está en la ruralidad, sin embargo se propone la Contribución Espacial por Mejoras, pero al ser los beneficiados precisamente los sectores más deprimidos, muchos GAD ha planteado la necesidad de regular y hasta eliminar esa contribución, lo cual generaría mayor dependencia de las transferencias del presupuesto del Estado.
Estos fenómenos generan la necesidad de que el financiamiento del desarrollo rural sea también un aporte desde las ciudades. A la ruralidad se la consideraba como una zona de explotación de recursos naturales, de producción agropecuaria y de ubicación de botaderos de basura. La nueva estrategia del Buen Vivir para la ruralidad cambia esa concepción, al exigir que la ciudad devuelva a la zona rural recursos para un crecimiento armónico del territorio, y quienes mejor se adoptan a esa estrategia son los GAP.
El CONGOPE, trabaja en la construcción de capacidades en todos los GAP. Un grupo de técnicos recorre las provincias aportando en los más variados temas de capacitación. En esta nueva administración el CONGOPE, gracias a su nueva infraestructura para oficinas centrales puede brindar entre dos y tres cursos por semana en temas como: comunicación, compras públicas, contabilidad gubernamental, manejo de redes, planificación y aportes para los nuevos Planes de Desarrollo y Ordenamiento Territorial, entre otros.
NUEVO DIÁLOGO POR
LA DESCENTRALIZACIÓN
Si en promedio el 36% de la población está en la ruralidad y este porcentaje tiende a reducirse aún más por los fenómenos migratorios
campo – ciudad, hay que volver a discutir la nueva relación urbano – rural
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Creemos que el mayor problema de la descentralización está tanto en los mandos medios en el gobierno central opuestos a ésta, como en el hecho de que los gobiernos locales no asumen la integralidad de las competencias y al no hacerlo tampoco cumplen con la responsabilidad del desarrollo local, lo que genera señales equivocadas a la población, que considera que solo se puede hacer lo favorable o lo que genere votos o recursos, no asumiendo así los costos de ejercer el poder en el territorio.
Si en promedio el 36% de la población está en la ruralidad y este porcentaje tiende a reducirse aún más por los fenómenos migratorios campo – ciudad, entendemos que hay que volver a discutir la nueva relación urbano – rural. Sobre este tema añadimos dos elementos de análisis; el primero es que casi un 45% del empleo rural ya no tiene que ver con la agricultura o ganadería, sino con la prestación de servicios o en relación de dependencia, como es el caso de obreros de la agricultura, lo que cambia los mecanismos de integración y de concepción de la ruralidad.
Otro elemento es que los gobiernos parroquiales son verdaderos gobiernos locales con visión de desarrollo, con características y potencialidades propias. Estos elementos, creemos, hacen necesario que el país evolucione en el concepto de descentralización y autonomía, para superar la visión neoliberal, que fue la punta de lanza desde los ochenta.
UN TANQUE DE
PENSAMIENTO LOCAL
Queremos transformar al CONGOPE, en un tanque de ideas y de pensamiento sobre el desarrollo local y la descentralización. Por nuestra condición de revolucionarios no tenemos miedo a la inteligencia ni a la crítica. Nuestras unidades están preparadas para construir nuevas propuestas sobre los retos que se nos planteen. Aún queda mucho camino por recorrer, debemos desarrollar estrategias para las políticas sociales de los GAP, así como afinar temas de calidad y eficiencia administrativa.
Debemos abrir un debate para discutir los déficits presupuestarios para las competencias sobre las que estamos trabajando. Por ejemplo, en vialidad rural aproximadamente serán 65.000 kilómetros de carreteras a cargo de los GAP, con un presupuesto aproximado de 10.000 millones de dólares, con lo cual se fomentará un trabajo donde se pondrá en discusión el tema de la nueva ruralidad, etcétera.
Hoy la revolución no tiene el dramático componente de terror de antes. Ahora ser revolucionario, en cualquier nivel de gobierno, implica el irrenunciable compromiso con los pobres, así como luchar por la inclusión.
Significa ser eficientes en el manejo de los recursos públicos y, sobre todo, construir colectivamente una propuesta humana y sólida, que la llamamos socialismo en el siglo XXI.
Gustavo Baroja, Presidente del CONGOPE con el Prefecto Jimmy Jayrala | Gustavo Baroja, Presidente del CONGOPE con Marcelino Chumpi Prefecto de Morona Santiago y Edwin Miño, Director Ejecutivo CONGOPE |