La vialidad es uno de los fuertes de la gestión del Gobierno del Presidente Correa, que acaba de cumplir ocho años en funciones ininterrumpidas. En todo el país hay carreteras en magníficas condiciones técnicas y de servicio. No obstante, según fuentes del propio gobierno –lo cual también es meritorio que se difunda oficialmente-, hay notoria desigualdad en las inversiones, siendo la provincia del Azuay una de las que menos aportes ha recibido, ubicándose en un modesto décimo cuarto lugar entre las 24 provincias ecuatorianas.
El austro, y particularmente Azuay, siempre se han quejado con argumentos y ejemplos, de la desatención de los gobiernos pasados. Y ha reconocido los cambios registrados en el presente. Pero la observación entre los sistemas viales del norte del país, de la costa e inclusive de la amazonía, muestra que lo hecho, a pesar de ser bastante, sigue resultando deficitario.
Bien vale tener presente estos detalles –que no son quejas sino análisis de información oficial- para comprender por qué, en cada temporada de invierno, las carreteras del sur del país son proclives de daños, destrucción y cierres frecuentes.