El Ecuador en la encrucijada de defender los principios de soberanía o de someterse a las amenazas económicas de los Estados Unidos. Correa renunció a las “preferencias arancelarias“
Un criminal según el gobierno de los estados Unidos o un héroe para los críticos de ese país, el ex agente secreto Edward Snowden ha puesto en primer plano de las pantallas noticiosas del mundo al Ecuador, país al que ha solicitado asilo por razones humanitarias.
Edward Snowden, Julián Assange y Ricardo Patiño están en el eje de la tormenta diplomática entre Estados Unidos y Ecuador (BBC Mundo) |
El pedido estadounidense a China para que lo detuviera, no fue aceptado y se le permitió salir con destino a Moscú, a donde llegó el 23 de junio presuntamente de paso a Ecuador. En la capital rusa se perdió el contacto con el personaje que al parecer permanece en el aeropuerto de esa ciudad a la espera de resolver trámites de viaje y destino bajo condiciones de refugiado hacia Quito u otro país. Estados Unidos le revocó el pasaporte.
Es una prueba de fuego para el gobierno de Rafael Correa, que analiza el pedido de asilo bajo amenazas de los Estados Unidos sobre las consecuencias que de acogerse, enfrentaría a los dos países. Correa ha afirmado que el caso será resuelto con sujeción a las normas internacionales vigentes y según los principios de la soberanía nacional.
Hasta el cierre de esta edición, el problema al parecer era cómo eludir los riesgos de que Snowden fuera detenido en un aeropuerto de escala en el viaje de Moscú a Quito, previéndose que lo haría en vuelos directos a Cuba y Ecuador.
Snowden ha traído a relación temas de espionaje y difusión de materiales secretos, caso Wikileaks, por el que se encuentra refugiado en la embajada del Ecuador en Londres Julian Assange, desde hace un año, sin poder acogerse al asilo que le ha conferido el Ecuador porque el gobierno británico no respeta los tratados internacionales sobre asilo diplomático.
Snowden ha puesto en vitrina mundial al Ecuador y en particular al Presidente Rafael Correa, convertido en figura capaz de desafiar o someterse a la presión mundial de los Estados Unidos. Una bola de fuego está en sus manos: corre el riesgo de las consecuencias de contradecir la política internacional de los Estados Unidos o claudicar sometiéndose a ella.