Entrevista por Julia Kallas

 

NACIONES UNIDAS (IPS) - Unas 140 millones de mujeres y niñas en todo el planeta sufren las consecuencias de la mutilación genital femenina. Pero desde que se aprobó una prohibición mundial a fines del año pasado, activistas esperan que muchas más escapen de la brutal práctica

La mayoría de las víctimas de la ablación se encuentran en África. La práctica implica la extirpación total o parcial de los órganos sexuales externos de la mujer sin justificación médica y por motivos culturales. Muchos hombres defienden la práctica, mal llamada “circuncisión femenina”, arguyendo que disminuye el riesgo de que sus esposas les sean infieles, pues creen erróneamente que reduce el deseo sexual. Ciertas comunidades ven a la operación como una iniciación a la adultez y también una medida higiénica, en tanto que algunos musulmanes la defienden como un requisito religioso. 

 
 
Páginas de internet  plantean los problemas de género y la violencia contra la mujer en diversas partes del mundo
 
Alvilda Jablonko, coordinadora del programa contra la mutilación genital femenina de la organización No Peace Without Justice (No hay paz sin justicia, NPWJ), fue una de quienes luchó desde 2010 para que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobara esa prohibición, finalmente adoptada el 20 de diciembre de 2012. “Es un nuevo capítulo, una nueva herramienta”, dijo en entrevista con IPS. Pero es “solo una herramienta, y será efectiva según el uso que se haga de ella”, añadió. 
 
¿Cuáles fueron las principales barreras con las que se enfrentó cuando pedía una resolución que prohibiera en todo el mundo la mutilación genital femenina? 
 
- Creo que la adopción de la resolución en la ONU fue definitivamente resultado de una lucha por parte de los estados que están más preocupados por el tema. Burkina Faso es uno de los países que ha impulsado a nivel nacional el combate contra la práctica, y realmente pudo liderar en la materia. Trabajaron estrechamente con organizaciones no gubernamentales en el terreno, e incluso con una coalición de grupos de la sociedad civil. En forma muy natural, trabajaron para estimular a esos estados a que tomaran acciones a nivel nacional. IPS: 
 
¿Cuál es el principal papel de NPWJ en esta lucha? 
 
- La organización ha venido trabajando en la materia en los últimos 10 años. NPWJ fue fundada por Emma Bonino, excomisaria de la Unión Europea para Asuntos Humanitarios y ahora vicepresidenta del Senado de Italia. Ha estado a la vanguardia de la lucha por los derechos de las mujeres en todo el mundo. NPWJ se unió a varias organizaciones, principalmente africanas, que ya estaban involucradas en la lucha desde hace décadas. Así que, en colaboración con muchos activistas en el terreno, NPWJ se ha concentrado en presionar a los gobiernos para que asuman su responsabilidad y no les dejen todo el trabajo a los activistas.
 
¿Cuál es el siguiente paso? 
 
- Ahora que la resolución ha sido adoptada, el siguiente paso es que se implemente. Muchos estados ya están haciendo mucho, pero hay una necesidad de armonización a nivel regional y subregional. En algunos estados limítrofes, donde existen leyes al respecto en uno y no en el otro, la gente cruza la frontera para realizar la práctica a sus hijas donde no está prohibida. Esperamos que la resolución dé un gran impulso a los países para que comiencen a hacerla suya y liberen más recursos para que esto pueda realizarse de forma seria. 
 
¿Cuánto impacto tendrá la resolución en los hechos? 
 
- Creo que mucho, sobre todo gracias a los activistas que presionaron a sus gobiernos para que llevaran la acción a nivel de la ONU. Esos activistas lograron algo asombroso. No van a parar. Van a ganar energía y se van a ver fortalecidos por esto. Van a regresar a sus comunidades, gobiernos, parlamentos, ministerios y van a hacer que la pelota realmente comience a girar. Existe un maravilloso ejemplo de una parlamentaria de Kenia, Linah Jebii Kilimo, quien promovió y logró que se aprobara una ley en su país contra la mutilación genital femenina. Ella señaló que (la resolución) realmente legitimó internacionalmente lo que ella había hecho a nivel nacional. Activistas de todo el mundo ayudaron en nuestro trabajo. La resolución realmente fue liderada por Kilimo. Como dije, los que libraron una fuerte lucha contra la mutilación genital femenina a nivel nacional, fueron líderes naturales en esto. La primera dama (de Kenia, Lucy Kibaki,) es una verdadera activista en muchos temas, incluyendo la lucha contra la mutilación genital femenina, y fue coordinadora internacional de la campaña. Realmente hizo un gran trabajo, también haciendo lobby junto a sus colegas de otros países. Una de las organizaciones con las que trabajamos fue el Comité Inter- africano sobre Prácticas Tradicionales que Afectan la Salud de las Mujeres y las Niñas. Son un grupo de comités en 29 países de África, todos de ellos activos a nivel nacional. 
 

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