Reacciones de inconformidad y protesta surgen frente a organismos responsables de la evaluación
La evaluación de las universidades ecuatorianas deja en mal predicamento a las que funcionan en la ciudad de Cuenca: la estatal, la del Azuay y la Politécnica Salesiana están en la categoría B y la Católica en la D.
Una reacción adversa contra los organismos responsables de la acreditación, se ha producido en los centros universitarios ecuatorianos que no han alcanzado la calificación A, poniendo en dudas la idoneidad con la que han actuado los personeros de los organismos responsables de llevar adelante el proceso.
Movimientos de protesta, marchas públicas, declaraciones públicas y movilizaciones se anuncian en varias ciudades del país, por parte de sus universidades inconformes con la mala calificación. Es la primera vez que en el Ecuador el Estado ha hecho una investigación sobre la calidad de la educación que imparten los centros de enseñanza superior, pues en tiempos anteriores bajo los principios de la autonomía universitaria, nadie fuera del propio círculo podía fiscalizar académica, administrativa ni financieramente a las universidades.
Los criterios son divididos frente al conflicto, pero las protestas parten exclusivamente de los sectores universitarios, frente a una indiferencia colectiva frente al tema.