La trayectoria de una líder comunitaria que con méritos propios destaca en la gestión pública y en la sociedad

La Vicealcalde en su despacho
En 2005 a Ruth Caldas no le agradó integrar la terna para Teniente Político de Ricaurte, su parroquia: el nombre policial del cargo era duro para quien, desde 2001, cuando fue Reina del pueblo, actuaba en el campo de la solidaridad comunitaria.
 
Pero el párroco Glauco Torres la convenció a que aceptara la propuesta y acabó enrolándose en la gestión pública: hasta 2009 fue la primera autoridad de la parroquia, cuando fue elegida concejal y desde 2011 es Vicealcalde de Cuenca.
 
La trayectoria desde el juvenil reinado de belleza hasta la alta función pública actual, tiene matices personales y políticos que cuenta para AVANCE, en su sobrio y elegante despacho en el edificio de la Alcaldía de la ciudad patrimonio cultural de la humanidad.
 
Estudió la primaria en la escuela Francisca Dávila de Cuenca y se graduó de bachiller en Contabilidad en el colegio Manuela Garaicoa. Luego cursó Contabilidad Superior y Auditoría, tiene un título universitario de cuarto nivel en materia tributaria y está por concluir la carrera de Jurisprudencia en la Universidad Católica de Cuenca.
 
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En 2001, la Reina parroquial con Manuel Caldas y María Arias, sus padres.
 
Encargada de la Alcaldía, recibe la visita del Embajador de España y funcionarios diplomáticos.
En funciones de Alcalde, recibió a la premio Nobel, Rigoberta Menchú
El reinado de Ricaurte orientó su vocación social, vinculándola con los jóvenes, con los adultos mayores y grupos humanos desprotegidos y también creándole conciencia para aprovechar el tiempo: “el reinado sólo duró un año y me hizo advertir que en cualquier campo no somos sino transitorios”, comenta.
 
Cuando en 2005 fue derrocado el Presidente Lucio Gutiérrez, el Gobernador Paúl Sánchez promovió asambleas que propusieran ternas para tenientes políticos. En Ricaurte estaba fresca la gestión de la reina y fue escogida. “El pueblo, cansado de una autoridad que con intervalos laboró treinta años, quería cambios”, dice.
 
El primer cargo fue un reto, empezando por afrontar al antiguo secretario molesto con la joven convertida en jefe. Por eso él se fue de vacaciones acumuladas por tres meses y al regresar presentó la renuncia: “La necesidad me forzó a empaparme de los trámites y obligaciones” dice, satisfecha por revertir esa falta de colaboración en ocasión de aprendizaje.
 
En 2007 asumió la Presidencia Rafael Correa y el Gobernador del Azuay, Oswaldo Larriva, le ratificó en la tenencia política, que la ejerció hasta 2009, cuando el movimiento Alianza País le puso en primer lugar de candidatos a concejales rurales del cantón y ganó las elecciones. La tenencia la proyectó más allá de su parroquia, pues la Gobernación le encomendó gestiones de diversa índole en pueblos vecinos, lo que la promovió en sectores ciudadanos que no dudaron en darle el voto en las elecciones cantonales.
 
En 2009, en el seno municipal, fue elegida Presidenta Ocasional y luego de dos años, Vicealcalde. Ha presidido varias comisiones y destaca su gestión en las de planificación y desarrollo rural, en las empresas de Movilidad y ETAPA y en la comisión de Festejos. “Procuramos que en las fiestas predomine la alegría, con programas austeros dignos de las familias, con seguridad, en forma descentralizada en barrios y parroquias, según la ordenanza que propugna la hermandad y la buena vecindad”. El alcalde le ha delegado responsabilidades en el Hospital de la Mujer y la Familia y en los servicios de mercados, donde ha puesto empeño en temas sobre la maternidad, la educación sexual y la protección de los niños, así como el trabajo organizado de los mercados.
 
Al ser representante rural en el Concejo, ha impulsado el incremento de los presupuestos participativos de las parroquias, triplicados en relación al período anterior: De 2005 a 2009 fueron 6.5 millones y en la actual administración son 21 millones, más rubros de la empresa ETAPA a través de diversos servicios, en los que sobresale la dotación de internet en centros educativos rurales.
 
Su labor diaria empieza temprano, generalmente atendiendo a los medios de comunicación sobre temas de su incumbencia, y se prolonga hasta la tarde o la noche. Los fines de semana son para recorridos y para ir a las mingas, recuperadas para interesar a los vecinos en la participación comunitaria.
 
En el tema de género es muy concreta: en las mingas el 90% de asistentes son mujeres, como en las asambleas parroquiales, el cultivo del campo y en la preparación de los alimentos en el hogar y en los actos comunitarios. Es la primera mujer Vicalcalde, cargo que no había antes de 2009. “Me satisface participar como mujer en las decisiones, más como mujer joven que representa al medio rural. Las mujeres ahora no sólo están, sino que pueden”, dice.
 
¿Y su futuro? Tiene la respuesta en los labios: seguirá en movimiento Pais, como militante activa, En 2005 a Ruth Caldas no le agradó integrar la terna para Teniente Político de Ricaurte, su parroquia: el nombre policial del cargo era duro para quien, desde 2001, cuando fue Reina del pueblo, actuaba en el campo de la solidaridad comunitaria.
 
Pero el párroco Glauco Torres la convenció a que aceptara la propuesta y acabó enrolándose en la gestión pública: hasta 2009 fue la primera autoridad de la parroquia, cuando fue elegida concejal y desde 2011 es Vicealcalde de Cuenca.
 
La trayectoria desde el juvenil reinado de belleza hasta la alta función pública actual, tiene matices personales y políticos que cuenta para AVANCE, en su sobrio y elegante despacho en el edificio de la Alcaldía de la ciudad patrimonio cultural de la humanidad.
Estudió la primaria en la escuela Francisca Dávila de Cuenca y se graduó de bachiller en Contabilidad en el colegio Manuela Garaicoa. Luego cursó Contabilidad Superior y Auditoría, tiene un título universitario de cuarto nivel en materia tributaria y está por concluir la carrera de Jurisprudencia en la Universidad Católica de Cuenca.
 
Presencia en una jornada sabatina de mingas
El reinado de Ricaurte orientó su vocación social, vinculándola con los jóvenes, con los adultos mayores y grupos humanos desprotegidos y también creándole conciencia para aprovechar el tiempo: “el reinado sólo duró un año y me hizo advertir que en cualquier campo no somos sino transitorios”, comenta.
 
Cuando en 2005 fue derrocado el Presidente Lucio Gutiérrez, el Gobernador Paúl Sánchez promovió asambleas que propusieran ternas para tenientes políticos. En Ricaurte estaba fresca la gestión de la reina y fue escogida. “El pueblo, cansado de una autoridad que con intervalos laboró treinta años, quería cambios”, dice.
 
El primer cargo fue un reto, empezando por afrontar al antiguo secretario molesto con la joven convertida en jefe. Por eso él se fue de vacaciones acumuladas por tres meses y al regresar presentó la renuncia: “La necesidad me forzó a empaparme de los trámites y obligaciones” dice, satisfecha por revertir esa falta de colaboración en ocasión de aprendizaje.
 
En 2007 asumió la Presidencia Rafael Correa y el Gobernador del Azuay, Oswaldo Larriva, le ratificó en la tenencia política, que la ejerció hasta 2009, cuando el movimiento Alianza País le puso en primer lugar de candidatos a concejales rurales del cantón y ganó las elecciones. La tenencia la proyectó más allá de su parroquia, pues la Gobernación le encomendó gestiones de diversa índole en pueblos vecinos, lo que la promovió en sectores ciudadanos que no dudaron en darle el voto en las elecciones cantonales.
 
En 2009, en el seno municipal, fue elegida Presidenta Ocasional y luego de dos años, Vicealcalde. Ha presidido varias comisiones y destaca su gestión en las de planificación y desarrollo rural, en las empresas de Movilidad y ETAPA y en la comisión de Festejos. “Procuramos que en las fiestas predomine la alegría, con programas austeros dignos de las familias, con seguridad, en forma descentralizada en barrios y parroquias, según la ordenanza que propugna la hermandad y la buena vecindad”. El alcalde le ha delegado responsabilidades en el Hospital de la Mujer y la Familia y en los servicios de mercados, donde ha puesto empeño en temas sobre la maternidad, la educación sexual y la protección de los niños, así como el trabajo organizado de los mercados.
 
Al ser representante rural en el Concejo, ha impulsado el incremento de los presupuestos participativos de las parroquias, triplicados en relación al período anterior: De 2005 a 2009 fueron 6.5 millones y en la actual administración son 21 millones, más rubros de la empresa ETAPA a través de diversos servicios, en los que sobresale la dotación de internet en centros educativos rurales.
 
Su labor diaria empieza temprano, generalmente atendiendo a los medios de comunicación sobre temas de su incumbencia, y se prolonga hasta la tarde o la noche. Los fines de semana son para recorridos y para ir a las mingas, recuperadas para interesar a los vecinos en la participación comunitaria.
 
En el tema de género es muy concreta: en las mingas el 90% de asistentes son mujeres, como en las asambleas parroquiales, el cultivo del campo y en la preparación de los alimentos en el hogar y en los actos comunitarios. Es la primera mujer Vicalcalde, cargo que no había antes de 2009. “Me satisface participar como mujer en las decisiones, más como mujer joven que representa al medio rural. Las mujeres ahora no sólo están, sino que pueden”, dice.
 
¿Y su futuro? Tiene la respuesta en los labios: seguirá en movimiento Pais, como militante activa, leal a su ideología, disciplinadamente. Espera que su colectivo la coloque donde le considere útil y capaz, no solo en lo político, sino en lo comunitario. Candidatizarse o no a reelección de concejal está en manos de su movimiento político, que decidirá a su debido tiempo y ella acatará.
 
Su gestión terminará en meses y se confiesa satisfecha. “Nunca me he sentido jefe, sino una más del equipo de trabajo. Cuando termine mi función quisiera dejar los mejores recuerdos en quienes estuvieron a mi lado, así como yo de ellos”, dice, pero desprecia las maneras de hacer política mediante el desprestigio de las personas, como cuando la acusaron de abrogarse funciones y tras severas investigaciones, fue absuelta de culpa.
 
La otrora Reina y Teniente Política de Ricaurte, luego concejal y Vicealcalde, tiene el gran mérito de ser una mujer del ámbito rural que por  propios méritos ha alcanzado posiciones de trascendencia en su vida y en la de ciudad de Cuenca. Tiene 31 años y un futuro entero por delante.
 
 
El sacrificio de lo personal
La Teniente Política con atuendos típicos en una celebración parroquial
Ruth es segunda de cuatro hijos, tres de ellos varones. Desde que en la adolescencia fue Reina, es una mujer del sector público, su mundo, con la vida familiar en segundo plano.
 
Dos hermanos emigraron ilegalmente a los Estados Unidos y regresaron hace tres años al funeral del padre, Manuel Caldas,  “trabajador del transporte que fue mi jefe de campaña en las elecciones y mi mayor estímulo para incursionar en la vida pública”, comenta orgullosa de su ancestro y de su familia.
 
Es una mujer de pensamiento maduro, ansiosa de ser útil a la sociedad, especialmente de los sectores populares y marginales que más necesitan comprensión y apoyo. Se confiesa católica practicante y mantiene frecuente relación con los sacerdotes, para coordinar labores de interés social. Además, la religión le da paz y ayuda en situaciones de estrés propias de la vida pública.
 
En los dos años de Vicealcalde, 31 días ha asumido la Alcaldía por encargo del titular, Paúl Granda, presidiendo 17 sesiones del Concejo. Por tres ocasiones fue a los Estados Unidos, por invitaciones, evitando en lo posible los viáticos al alojarse donde familiares. Para ir a Nueva York recibió dos mil dólares de viáticos y como solo gasto 350, devolvió el saldo a las arcas municipales.
 
La gestión pública está en sus prioridades sobre lo personal y familiar y se esfuerza por culminar con prontitud lo que se promete: “el año que fui Reina pasó volando y me dio pena que seamos tan transitorios: esa fue una lección que no la olvido y que además me llevó a tener conciencia de que los padres ni los hijos son eternos”.
 
Las prioridades públicas le separan de la familia, pero no deja de estar junto a los suyos en Ricaurte, donde reside, sin que esté en sus proyectos hacer hogar, como el común de los jóvenes que sólo creen realizarse a través del esposo y de los hijos. 

 

 
 
 

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