“De lo más enriquecedor fue el dialogo con otros artistas. No tiene que gustarnos todo lo expuesto, de hecho, sería imposible con tantas obras, pero hay que ver la pasión de cada uno por su trabajo y aprender de esta experiencia, enterarse cómo es el mundo de los artistas plásticos en otros países y continentes”, dice Christine Chemin, ganadora en representación del Ecuador.