Con capa y birrete, 960 ciudadanos de la cuenca hidrográfica del río Jubones, recibieron diplomas de capacitación en desarrollo y ciudadanía, en el plan de socialización del proyecto hidroeléctrico Minas-San Francisco y La Unión, en el límite de Azuay con El Oro

La ceremonia, en el patio de la escuela de Sarayunga, parroquia de Pucará a medio camino entre Cuenca y Machala, fue un acontecimiento el 25 de febrero, con la asistencia de autoridades de las dos provincias. Nunca antes se había reunido allí gente de comunidades rurales de Pucará y Santa Isabel del Azuay, y de Pasaje y Zaruma, de El Oro. Fue de aquellos actos trascendentales para los beneficiarios, inadvertidos de los comunicadores, acomodados a la cobertura restringida a cuanto ocurre en capitales de provincia.

Jóvenes y adultos, varones y mujeres, recibieron 49 horas de capacitación en desarrollo, democracia y ciudadanía; realidad nacional y latinoamericana, liderazgo, organización social, derechos humanos y comunicación, entre otros temas.

La Universidad Politécnica Salesiana dio el aval académico para los 14 talleres de 3,5 horas cada uno, en ocho sedes, para pobladores de 36 comunidades del área del proyecto hidroeléctrico. El sacerdote Xavier Herrán, Rector de la Universidad, destacó la importancia de instruir a los pueblos sobre el aprovechamiento y utilización de las obras que ejecutan los gobiernos en su jurisdicción, así como para que sean partícipes de sus beneficios.

La empresa de generación hidroeléctrica Enerjubones, cuyos accionistas por partes iguales son los gobiernos provinciales de Azuay y El Oro, promovió la capacitación, a través de la Unidad de Gestión Social, para que los habitantes de la zona tengan pleno conocimiento de que estas obras contribuirán al desarrollo de sus comunidades y para prepararlos a que una vez en operación, obtengan el máximo provecho. El Gerente de la empresa, Diego Rodas, agradeció la comprensión de los vecinos de la zona, dispuestos a apoyar el proyecto.

El aprovechamiento hidroeléctrico de los ríos San Francisco y Jubones, es una aspiración que viene de los años 60 del siglo pasado, cuando se lo incluyó en el Plan Maestro de Electrificación del Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL), que para 1976 dispuso de los estudios de factibilidad ejecutados por el consorcio Hidroservice-ASTEC. Por razones políticas o desinterés de los gobiernos desde entonces, el proyecto no prosperó.

Autoridades de Azuay y El Oro, directivos de la empresa Enerjubones, técnicos y público participante en el programa académico de clausura de los talleres de capacitación. El Rector de la UPS, Xavier Herrán, interviene en el acto.

En 2006 los Prefectos de Azuay y El Oro, Paúl Carrasco y Montgómery Sánchez lo retomaron, empezando por convocar un concurso a nivel de universidades y escuelas politécnicas del país, para actualizar los estudios. Ganó la Universidad del Azuay.

A finales de 2007 los gobiernos provinciales de Azuay y El Oro constituyeron la empresa de generación Enerjubones, para impulsar la obra, ubicada en los límites de las dos provincias.

Al finalizar el mes de febrero, la consultora Geodata-ASTEC, acreedora al trabajo por concurso internacional, entregó los diseños definitivos: el proyecto Minas-San Francisco generará 285 megawatios y el de La Unión 92 megawatios. La fiscalización del contrato estuvo a cargo de la Comisión de Electricidad, de México.

El costo de los estudios y diseños definitivos fue de 12 millones de dólares y las obras por ejecutarse costarán alrededor de 700 millones de dólares.
Los proyectos   hidroeléctricos están al sur del país, en la cuenca del río Jubones, cuya superficie es de 4362 kilómetros cuadrados, entre las provincias de Azuay, Loja y El Oro. El Proyecto Minas-San Francisco, al suroccidente del Azuay, está a 92 kilómetros de Cuenca y el proyecto La Unión, a 29 kilómetros de Machala. Ambos, se ubican junto a la carretera que une las dos ciudades.

Las dos centrales hidroeléctricas por construirse producirán en total 377 megawatios de electricidad, para distribuirla al país a través del Sistema Nacional Interconectado. Los proyectos, que recibieron impulso de los consejos provinciales de Azuay y El Oro, pasarán a ser administrados y ejecutados por el Consejo Nacional de electricidad (CELEC), organismo que de acuerdo con las últimas decisiones gubernamentales, absorberá todo lo que tiene que ver con la generación y distribución de electricidad en el país.

La esperanza de los habitantes de las comunidades dentro las cuales se localizan los proyectos, es que durante la construcción y más tarde, durante la operación, sus pueblos y habitantes sean partícipes de estas obras que brindarán servicios a todo el país.