Las retretas y serenatas, recuerdos del pasado siglo, van cediendo tiempo y espacio a insinuantes manifestaciones culturales que reflejan formas de ser, de sentir y de vivir de las juventudes del convulso mundo contemporáneo
Desde el atardecer hasta entrada la noche, especialmente en fines de semana, la glorieta del Parque Calderón es escenario de un espectáculo de arte y deporte a la vez, cuyos actores son adolescentes varones. El público rodea el sitio para admirar las acrobacias de los jóvenes con giros vertiginosos, parándose de cabeza o de manos, al ritmo de la música.
La destreza y originalidad de los bailarines-atletas, de tanto verlas, parecen perder interés por la rutina. Pero María Emilia Cordero Moncayo, una muchacha de 15 años, que con su padre y amigos miraron con detenimiento la actuación de tres jóvenes, se sorprendió por el insólito espectáculo y decidió hacer algo para rescatarlo como expresión cultural digna de mérito: así surgieron un comentario y una entrevista –hechos en grupo-, material que se lo incluye en el presente espacio.
Los medios de comunicación no pueden dejar de ser portadores de las inquietudes juveniles ni de las formas de expresión cultural y artística que a veces, al aire libre, encuentran más libertad y acogida que en galerías, auditorios o tablados.
“Estos talentosos bailarines llevan una vida similar a la de los demás habitantes de la urbe: estudian, trabajan, tienen tiempo para las fiestas, para los amigos, para las novias. Lo único que no hacen es fumar ni consumir licor y eso les hace diferentes de muchos jóvenes cuencanos”, es el comentario de María Emilia, quien añade: “la sociedad cuencana es muy conservadora y maneja la idea de que todos los jóvenes que se dedican a este tipo de actividades son pandilleros, adictos, etc., criterio muy lejos de la realidad. Estos artistas de la calle son ejemplo de dedicación y disciplina al emplear su tiempo libre en un quehacer sano y divertido”.
María Emilia, Mario Cordero, su padre, y Felipe Serrano, un amigo, prepararon el presente trabajo. Ellos consideran que los jóvenes pugnan cada vez con más iniciativas y fuerzas, por ser actores de formas culturales originales y a la vez diferentes de las “consagradas” en la sociedad cuyo tiempo ya pasó.
Es domingo por la noche, el sonido de una música pegajosa impregna el ambiente y tres chicos se encuentran en la Glorieta del Parque Calderón, haciendo movimientos y contorsiones increíbles.
Son Edison, Juan y Franco, integrantes de un grupo de arte de la calle que practican Break Dance, con quienes nos dimos modos para dialogar.
- ¿Cómo nació el grupo?
- Nuestro grupo nació hace tres años aproximadamente y lo bautizamos con el nombre de Town Crew. Cada uno de nosotros tiene entre 5 y 7 años de practicar. Ya nos conoce la ciudadanía en Cuenca, pues llevamos algún tiempo bailando en el parque central.
Uno de los objetivos de Town Crew es difundir la cultura y hacer que se respete este tipo de baile, ganarnos el apoyo de la gente, ya que lo que hacemos no es nada que pueda ser mal visto por la sociedad. Los movimientos que hacemos no son fáciles y necesitan de entrenamiento diario.
-¿Entrenan en algún lugar en especial?
- Sí, entrenamos en un gimnasio. Dos horas en la tarde y dos en la noche; el tiempo máximo que dedicamos al entrenamiento es de cinco horas diarias. Practicamos todos los días porque si no el cuerpo se vuelve pesado para hacer los movimientos que requieren de mucha fuerza y flexibilidad.
- ¿Alternan el entrenamiento con trabajos o estudios?
-Claro, todos estudiamos y entrenamos. Bailar así nos gusta, es algo diferente, no tiene limitaciones; para bailar break no necesitas de un instrumento, solo el propio cuerpo y se lo puede hacer en cualquier lugar.
- ¿Estarían dispuestos a presentarse en colegios, escuelas, etc.?
- Las hemos hecho. Hemos participado en concursos nacionales e internacionales, pero quisiéramos interesar a la Municipalidad para que nos ayude a promocionar el talento que hay en la ciudad. En Cuenca hay muchachos con muchísimo talento, pero la gente extranjera se interesa por ellos más que los cuencanos.
- ¿Alguna autoridad les ha estimulado a participar en eventos culturales en Cuenca?
- No. Para participar en un evento cultural hay que hacer muchos trámites y eso no es justo, porque somos jóvenes cuencanos que se esfuerzan por mostrar su talento y hacernos conocer. Cuando vamos a otras ciudades damos todo de nosotros para que el nombre de nuestra ciudad quede en alto, pero no comprendemos por qué hay quienes se resisten a apoyarnos.
- ¿Acaso la gente les identifica y confunde como muchachos vagos o callejeros?
- Hay quienes piensan que quienes bailamos Break Dance, hacemos cosas malas o tenemos adicciones, pero es un error. Una persona adicta a algo no puede tener los reflejos, la fuerza ni la flexibilidad que se necesitan en esta práctica. Es un mal pensamiento de la gente. El Break Dance es un deporte más, como el fútbol, el básquet, etc. La gente debe abrir su pensamiento y opinar de una manera positiva sobre nosotros.
- ¿Qué mensaje darías a la Juventud?:
- Si quieres hacer algo, hazlo bien, da todo de ti, haz lo mejor que puedas; mantén en lo alto la cultura cuencana y si te gusta el Break Dance, ven, te apoyaremos en lo que quieras.
Del Break Dance |
• Nace en Estados Unidos y Francia, en la década de los 80.
María Emilia Cordero Moncayo, quinceañera, alumna del American School, tuvo la iniciativa del presente reporte. |