Por Alba Luz Mora
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Difícil, en un solo trabajo de opinión, resumir las realizaciones y proyectos del actual gobierno del Ecuador en los cuatro años de gestión. Sin embargo hay asuntos de fondo que vale la pena subrayar en este intento de balance. |
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Una gestión gubernamental sin recursos económicos resulta difícil, por ello debemos recordar los ingresos que hemos tenido en esta etapa. El petróleo ha sido el renglón más importante, porque nunca antes sus precios fueron tan positivos, sobrepasando los 80 dólares por barril, y las nuevas explotaciones puestas en marcha en el oriente ecuatoriano prometen ingentes ingresos. Por otro lado, la gestión seria, bastante efectiva del SRI, logró el aumento de los ingresos fiscales como en ninguna etapa anterior. Todos los medios y arbitrios ideados para evitar la evasión impositiva tuvieron repercusiones importantes aunque todavía hay algunos "duros" que no reaccionan ante esta persistente tarea de que se sometan a la ley ecuatoriana. La política contracíclica del Gobierno para gestionar recursos externos o firmar convenios internacionales que acentúan la dependencia en una sola dirección, fue riesgosa aunque positiva, como evitar la ingerencia del Fondo Monetario Internacional y otras instancias parecidas en las demandas de ayuda económica o la decisión de no rubricar el Tratado de Libre Comercio Internacional y mantener libre albedrío para decisiones similares. Fue muy positivo impulsar el desarrollo nacional con la utilización de los ingresos petroleros en infraestructura vial, rellenos estratégicos y construcción de puentes que unen regiones importantes. Hay un repunte de la inversión social cuyo rubro hoy es mayor y supera en tres veces al servicio de la deuda externa. Se destaca el apoyo fiscal destinado a las medianas y pequeñas empresas, el crédito multiplicado del Banco de Fomento para los sectores mas deprimidos de la agricultura, la creación de bonos de ayuda para los más pobres, discapacitados o personas que han sufrido calamidades económicas. Se ha recuperado el poder adquisitivo de los salarios y ha mejorado el acceso a la canasta familiar básica, aunque no se ha logrado establecer las bases para |
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reducir la pobreza y todavía no podemos hablar de equidad, porque nunca antes los grupos poderosos estuvieron mejor. El comercio exterior continúa débil porque el déficit comercial fue un problema para el Ecuador y las restricciones a las importaciones y el aumento de aranceles han permanecido como una constante.Los acuerdos comerciales que más se ha promocionado han sido con Chile y México. Y la Unión Europea empezó a aplicar aranceles diferentes a los países que no tengan acuerdos comerciales establecidos, por lo cual el Ecuador no se ha beneficiado todavía de ellos. Con respecto a la producción, no ha habido políticas productivas ni adquisitivas orientadas estratégicamente. La producción nacional no subió en las metas esperadas ni hubo ingresos positivos para el país. En el tema externo persiste la inquietud por el mantenimiento de la misma política de exportaciones, que deja al descubierto un aparato productivo importador menor al exportador y a veces de bienes no indispensables y que afectan la producción nacional. El déficit comercial del país se ubicó en los 6.982 millones además.La medida de subir los aranceles de los vehículos nuevos en un 5% se hizo indispensable. En cuanto a créditos para el desarrollo, preocupa que un grueso de ellos vaya a la parte económica aventajada, que sigan las excesivas ganancias de los banqueros monopolistas y que la tenencia de la tierra no haya cambiado porque no hay oportunidad para el acceso de los trabajadores a la propiedad mientras se tenga un Ministro de Agricultura orientado a los grupos poderosos. El gobierno de cambios sociales no se ha definido. La Revolución tiene en la Constitución de Montecristi un alcance importante y los puntos de la Consulta parecen únicamente empeñados en debilitar la Justicia.Ojalá se equilibren las estrategias y podamos advertir rectificaciones oportunas y justas. |