En 1867 nació el primer plantel de educación superior al que con el devenir del desarrollo integral de la urbe, se ha sumado hasta hoy una decena de universidades con alrededor de 40 mil alumnos

El Congreso del Ecuador decretó la creación de la Universidad de Cuenca el 15 de octubre de 1867 y tres días después el Presidente Jerónimo Carrión firmó el ejecútese, partida de nacimiento del primer plantel de educación superior de la actual ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Desde el 1 de enero de 1868 Cuenca es ciudad universitaria. Fue ese día la pomposa inauguración, con actos religiosos y académicos, de la Universidad que nacía compartiendo los claustros del Seminario y las aulas del colegio Nacional, detalle que marcaría la proyección del pensamiento inicial entre idearios conservadores y liberales.
" Es menester, señores, que si la Universidad de Cuenca quiere vivir de la verdad, no se separe un punto de la doctrina católica; y por esto lo es también, que si por una parte es útil que haya emulación entre los colegios Seminario y Nacional, por otra jamás debe ser permitido que exista divergencia de opiniones, en todo lo que toca al dogma y la moral", destacaría el discurso del primer Rector, Benigno Malo Valdivieso, después del Te Deum multitudinario en la ya vieja Catedral cuencana.
El visionario pensador, político, maestro y hombre de empresa, diseñaría en su discurso la proyección del destino de la Universidad de Cuenca, coincidente con criterios vigentes a la altura actual del siglo XXI, reactivados por la Asamblea Legislativa que el 4 de enero pasado declaró a Cuenca Ciudad Universitaria.

 


Edificio de la sede inicial de la Universidad de Cuenca, en la esquina de las actuales calles Colombia y Padre Aguirre, junto al templo de Santo Domingo.
" ¿No sería una gloria inmarcesible que a la Universidad de Cuenca le tocase la iniciativa de proclamar la igualdad entre el laboratorio y el taller, entre las bellas artes y la literatura? ¿No sería un gran paso de progreso en la moralidad de las ideas, colocar a igual altura la pluma de Solano y el cincel de Vélez? Ojalá, señores, en el frontis de nuestra Universidad se leyera esta inscripción: ¡Honor y gloria a todos los talentos, a todas las virtudes, a todos los merecimientos! Así comprendida la Universidad de Cuenca será, señores, el más grande bien que el Cielo nos pudiera enviar; iniciará una grande época de regeneración social y ejercerá una poderosa influencia en los destinos del Ecuador entero", decía Benigno Malo hace 143 años.
En los tiempos transcurridos desde entonces el destino de Cuenca ha estado vinculado a la Universidad. Ahora no es una, sino una decena de planteles de educación superior, unos con asiento en la ciudad y otros con subsedes. En el discurso del primer Rector está el germen del devenir histórico de la Universidad €“de las universidades cuencanas hoy- consonante entre aquellos conceptos iniciales, acoplados al ecumenismo enriquecedor acumulado a través de la transformación del mundo de ayer en el de hoy. He aquí los siguientes considerandos de la Asamblea Legislativa:
- Que, Cuenca, es sede de una inédita experiencia basada en la conjunción de intereses que vincula a la universidad pública y las universidades particulares con la administración local, los sectores productivos y la ciudadanía para el desarrollo de proyectos e iniciativas de interés urbano y regional trascendentes, entre ellos, su constitución como ciudad del conocimiento, las ciencias, los saberes, el arte y la cultura.
- Que un reconocimiento público de la calidad universitaria de Cuenca abrirá nuevos escenarios para el desarrollo cultural, científico, académico y artístico, facilitará el acceso a recursos de inversión renovados y fortalecerá la identidad de una ciudad vinculada por tradición y esencia con la cultura.
Es interesante destacar que la reciente declaratoria culmina una propuesta de Jaime Astudillo €“que acaba de terminar la gestión de 10 años de Rector de la Universidad de Cuenca- planteada en 1995 junto con la propuesta de gestionar la inclusión de Cuenca en la lista de ciudades patrimoniales culturales del mundo, como que la ciudad fuera un centro de convenciones a nivel nacional e internacional.
Fue a raíz de la catástrofe de La Josefina, cuando del desastre surgieron proyectos de reconstrucción integral de la región y proyecciones para no solo recuperar la realidad anterior a aquel fenómeno, sino para mejorarla.
El entonces Consejo de Programación de Obras Emergentes y la Universidad de Cuenca convinieron en elaborar el Plan de Desarrollo Cultural para Cuenca y la Región, encomendando a la Facultad de Filosofía el diagnóstico, los estudios y las propuestas. Astudillo Romero, entonces Decano de Filosofía y Letras, dirigió el trabajo y preparó los programas respectivos, recogidos en un libro en cuya elaboración participaron con él María Rosa Crespo y Leonado Torres León.
El proyecto se respaldó también en la UNESCO, que declaró al período de 1988 a 1997 como el Decenio Mundial para el Desarrollo Cultural.
La declaratoria de Cuenca como Patrimonio Cultural de la Humanidad, en cuya gestión se apersonó el Alcalde Fernando Cordero Cueva (1996-2004), se consiguió el 1 de diciembre de 1999 y, la declaratoria de Cuenca como Ciudad Universitaria, aprobó la Asamblea Legislativa, presidida por el otrora Alcalde Cordero Cueva, con 109 votos, el 4 de enero de 2011.
Los rectores de varias universidades que apoyaron la iniciativa de la Universidad de Cuenca para la proclamación de Ciudad Universitaria, fueron consultados sobre la importancia del hecho y sus derivaciones futuras. La pregunta planteada es la siguiente:
¿Qué importancia tiene la declaratoria de Ciudad Universitaria para Cuenca y cómo debería aplicársela en la práctica en beneficio de la ciudad y de la Universidad de su rectoría?

A continuación sus respuestas:

Fabián Carrasco Castro
Rector de la Universidad de Cuenca


La Declaratoria de Ciudad Universitaria representa un nuevo eje de desarrollo para Cuenca, que surge de los procesos académicos, científicos, tecnológicos y de innovación que deben integrarse a las realidades sociales, productivas, culturales y artísticas de la localidad, de la región y del país.

Para ello se ha propuesto la elaboración de un Plan de Desarrollo Humano Sustentable en el que deben incorporarse los actores locales, las fuerzas vivas de la región, a fin de contribuir al progreso de nuestra comunidad y al mejoramiento de la calidad y condiciones de vida de nuestra gente.
Cuenca deberá demostrar una vez más que es un referente de eficiencia y que la unidad de su gente puede convertirle al sur del país en un polo de desarrollo importante, que marca la diferencia en la gestión administrativa nacional y que se proyecta internacionalmente de forma sustancial.

Antonio Martínez Borrero
Rector de la Universidad Panamericana de Cuenca

Un reconocimiento y un reto.
Un reconocimiento a la vinculación que la universidad tiene con la ciudad y la región, y a la gestión que aquélla ha realizado para la formación de un estilo de vida cercano al pensamiento y a la acción. También un reto, pues supone el inicio de un nuevo camino vinculado con el conocimiento y la ciencia.

La Universidad Panamericana se ha involucrado de manera decidida en este desafío, que llevará al mejoramiento de la educación universitaria, y a una mayor vinculación de la academia con el desarrollo y la investigación, en beneficio de la comunidad. Esperamos que esta declaración amplíe de contacto con las universidades del exterior, con las que mantenemos proyectos comunes, para desarrollarlos de manera más activa y directa. La creación de nuevos proyectos educativos, que llevarán a que nuestros profesores alcancen los niveles de preparación requeridos por la actual Ley Orgánica de Educación Superior, entre ellos el PhD, se verán reflejados en una calidad superior de los estudiantes. El esfuerzo que debe hacer el Ecuador para que la educación superior dé un salto cuantitativo importante, puede concentrarse en las universidades cuencanas, para evitar que se desperdicien recursos y el resultado sea tangible en el menor tiempo posible.

Javier Herrán Gómez, sdb.
Rector de la Universidad Politécnica Salesiana

Nuevo símbolo y autoestima.
Un nuevo símbolo que se añade a la imagen de la ciudad y favorece la autoestima y creatividad de la vida universitaria en Cuenca. La relación universidad-ciudad es positiva en Cuenca, cuya historia está muy vinculada a la de la Universidad. Las universidades creadas en los últimos 40 años han mantenido lazos de amistad y cooperación que han marcado el camino de "la universidad cuencana" con el carácter específico de Cuenca.

El Parque Tecnológico como trabajo conjunto de las universidades de Cuenca,
es ya una aplicación directa de la declaratoria. La oferta de estudios de cuarto nivel con el apoyo del Municipio abre posibilidades a la iniciativa de la población como Ciudad Universitaria. La universidad está presente en las empresas municipales. La declaración estimula a crear espacios de encuentro y proyección con Las Cámaras de Cuenca. Los Movimientos Sociales y la diversidad de organizaciones sociales que forman la ciudad son sustento de la presencia universitaria en su vinculación con la colectividad. La Ciudad Universitaria se define en la dinámica social de su ciudadanía.
Para la UPS ser parte de la Ciudad Universitaria es un compromiso para continuar presente en el desarrollo industrial del Austro. Nos obliga a pensar y ejecutar los nuevos proyectos académicos que requiere el Azuay. Pero también da una nueva energía a nuestra identidad cuencana; nuestro carácter de universidad nacional está marcado por pertenecer a esta ciudad, Ciudad Universitaria.

Mario Jaramillo Paredes
Rector de la Universidad del Azuay

Honor y responsabilidad.

Es un honor para la ciudad y sus universidades, pero también una responsabilidad enorme para mantener y cuidar la reconocida calidad que tenemos.

Seguir desarrollando la confianza y relaciones de mutua colaboración en bien de la ciudad y del país. Ninguna otra ciudad tiene una relación tan estrecha entre universidad-gobiernos locales y sector privado.

Gonzalo Changoluisa
Rector de la Universidad Tecnológica América

Puerta al emprendimiento.

La UNITA, reconocida como "Universidad de Emprendedores", está comprometida con la comunidad. Por ello fue parte del proceso para declarar a Cuenca como ciudad universitaria. Estuvo presente en las mesas de discusión, foros, reuniones y diálogos para delinear y presentar el proyecto de Ciudad Universitaria.
La Asamblea Nacional aprobó la declaratoria con 109 votos, en reconocimiento a la trascendencia histórica y académica de la capital azuaya. Para el cumplimiento de su nueva misión, se estableció que Cuenca, a través de sus centros de educación superior, la administración local, los sectores productivos y la ciudadanía, diseñe y ponga en vigencia un Plan Maestro de Desarrollo Humano Sustentable.
El Plan incluye la constitución de Cuenca como ciudad del conocimiento, una política de desarrollo científico y tecnológico regional, con proyección nacional; la dotación de políticas específicas para la consolidación y ampliación de la vocación cultural y universitaria. La UNITA, desde su modelo educativo, participa en la elaboración del plan y se constituye en una puerta para que, jóvenes emprendedores, lleven a la práctica ideas innovadoras para el progreso de la urbe identificada como Ciudad Universitaria.
Marco Vicuña Domínguez
Pro Rector de la Universidad Católica de Cuenca

Acto de justicia y ponderación.

Es un acto de justicia y ponderación que rescata la realidad histórica de Cuenca, "Atenas del Ecuador", que desde el siglo XIX tiene la condición de urbe universitaria y debió recibir tan honrosa categoría y distinción hace mucho tiempo, para incrementar la relevancia que posee por el servicio educativo superior que con solvencia entrega.
La declaratoria tiene que pasar de la proclama a realidades beneficiosas, proyectadas fundamentalmente a buscar la excelencia académica, ya que sólo así la juventud podrá beneficiarse de mejor manera en los procesos formativos. Cuenca puede ser bastión de educación universitaria con programas concretos que beneficien no sólo a quienes habitan en su jurisdicción sino también en la región, con proyección nacional e internacional.
La Universidad Católica de Cuenca, por el periodo de su creación, número de estudiantes y crecimiento de servicios, está entre los dos más importantes centros universitarios de la zona y por lo mismo, aspira beneficiarse de los proyectos que el Gobierno está llamado a impulsar en beneficio de la Ciudad Patrimonial, considerando además a nuestro Centro de Estudios como protagonista en los procesos educativos que el cambio demanda y tienen que buscarse sin reservas limitaciones ni discrímenes.

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