La obra hidroeléctrica más esperada por el Ecuador en los últimos 20 años, se encuentra en proceso de llenado del embalse de 410 millones de metros cúbicos para formar un lago de 32 kilómetros
 
Presa mazar
Vista de la cara de la presa aguas arriba cuando el volumen estaba en 25 millones de metros cúbicos de los 410 millones que llenarán el embalse.
Un hito en la historia del desarrollo eléctrico del Ecuador, constituye el llenado de la presa de Mazar, del Proyecto Hidroeléctrico Paute, para embalsar 410 millones de metros cúbicos de agua que permitirán regular los caudales de acceso a la Central Paute y utilizar las aguas turbinadas en el futuro, con nuevos proyectos de generación.

 
El súbito cambio de las condiciones climáticas en el austro del país, con lluvias copiosas tras un verano riguroso desde agosto del año pasado, permitió cerrar las compuertas de la presa de 180 metros de altura, el domingo 7 de febrero a las 11:17, para retener las aguas. En las primeras 24 horas se habían acumulado 25 millones de metros cúbicos y los técnicos iniciaron la regulación de caudales, permitiendo el paso de 50 metros por segundo para el funcionamiento de la Central Molino 25 kilómetros aguas abajo, la actual mayor fuente de generación eléctrica del Ecuador, con un millón cien mil kilowatios de electricidad.
 
Esteban Albornoz, Gerente de Hidropaute y Segundo Vanegas, técnico de la empresa, bajo cuya responsabilidad y decisión se procedió al histórico momento del cierre de válvulas y llenado del embalse a partir del 7 de  febrero  en curso.
El Gerente de la compañía Hidropaute, Esteban Albornoz, reunió a los periodistas del país en el sitio de la presa, para observar el lunes 8 de febrero el paso de los primeros caudales regulados, que marcan el fin de la crisis energética del país, que provocó dos meses y medio de racionamientos de electricidad a nivel nacional. El hecho se produjo al medio día.

 
El paso del agua por los sumideros de fondo, formando una cascada impresionante, fue el mayor acontecimiento hasta el momento en la construcción de la presa de Mazar, obra ejecutada por el Consorcio italiano ecuatoriano Impregilo-Herdoíza Crespo, desde finales de 2005.

La cara aguas debajo de la presa con los desagües de fondo instantes previos a la salida del caudal a la izquierda y cascada con los primeros chorros evacuados por los sumideros este 8 de febrero, en el proceso de llenado del embalse de Mazar.


Sandra Grimaldi, periodista de Quito, en el sitio de la presa.


Se prevé que en 40 días, si hay aportes hídricos significativos, podría llenarse el embalse que formará un lago de 32 kilómetros de largo entre las montañas. Además de disponer de reservas de agua para períodos de sequía, Mazar retendrá la sedimentación para prolongar la vida útil de la Central Paute y de las que vendrán en el futuro, así como generará 180 megawatios de electricidad en una casa de máquinas subterránea al pie de la presa.
 

El directivo de Hidropaute y los técnicos de la empresa expresaron su satisfacción por el éxito en el proceso de cierre de válvulas y el inicio del llenado del embalse, pues se trata de momentos delicados y de intensa expectativa que se los ha pasado en forma satisfactoria. Ahora vendrán calibraciones y pruebas previas a la operación normal, que será luego de la inauguración entre fines de marzo y comienzos de abril próximos.
Febrero 8 de 2010

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