La crisis eléctrica que dejó mil millones de pérdidas al Ecuador, habría sido la última, pues la presa de Mazar, que ya está construida, podrá empezar a llenarse en la temporada de lluvias que está a las puertas
El verano más prolongado de los últimos 15 años €“hay quienes afirman que de los últimos 30-, empezó a ceder en el sur del país y se aleja el riesgo de los racionamientos eléctricos. La cota del embalse de Amaluza se aproxima al nivel más alto de 1.991 metros, y es probable que en horas empiece a desbordarse el agua por primera vez en el último año.
Intensas lluvias caídas en las zonas altas y medias de la cuenca del río Paute elevaron el caudal de los ríos. Por primera vez, desde el último año, la creciente llamó la atención al paso por Cuenca de los ríos Tarqui, Tomebamba, Yanuncay y Machángara. Al suroriente de Cuenca, en Monay, donde están juntas las aguas de los tres primeros ríos mencionados, el volumen se calculaba en no menos de 50 metros cúbicos de agua por segundo, diez veces más del caudal de una semana antes.
Entre el 5 de noviembre y la mitad de enero pasados el Ecuador sufrió cortes de electricidad por la falta de lluvias en la cuenca del río Paute, donde está la mayor central hidroeléctrica del Ecuador, que abastece alrededor del 50% de la energía que consume el país.
Esa habría sido la última crisis en la historia de la electricidad nacional, pues está terminada de construir la presa de Mazar, que empezará a llenarse en los próximos días, para disponer de una reserva de 410 millones de metros cúbicos de agua que permitirán regular los caudales en verano y en invierno, además de generar 180 megawatios.
El Ecuador habría sufrido pérdidas por mil millones de dólares por la crisis eléctrica, casi tres veces más de lo que ha costado construir la presa de Mazar, obra que debió operar desde febrero de 1991 según los diseños originales del Proyecto Paute.
El verano más prolongado de los últimos 15 años €“hay quienes afirman que de los últimos 30-, empezó a ceder en el sur del país y se aleja el riesgo de los racionamientos eléctricos. La cota del embalse de Amaluza se aproxima al nivel más alto de 1.991 metros, y es probable que en horas empiece a desbordarse el agua por primera vez en el último año.
Intensas lluvias caídas en las zonas altas y medias de la cuenca del río Paute elevaron el caudal de los ríos. Por primera vez, desde el último año, la creciente llamó la atención al paso por Cuenca de los ríos Tarqui, Tomebamba, Yanuncay y Machángara. Al suroriente de Cuenca, en Monay, donde están juntas las aguas de los tres primeros ríos mencionados, el volumen se calculaba en no menos de 50 metros cúbicos de agua por segundo, diez veces más del caudal de una semana antes.
Entre el 5 de noviembre y la mitad de enero pasados el Ecuador sufrió cortes de electricidad por la falta de lluvias en la cuenca del río Paute, donde está la mayor central hidroeléctrica del Ecuador, que abastece alrededor del 50% de la energía que consume el país.
Esa habría sido la última crisis en la historia de la electricidad nacional, pues está terminada de construir la presa de Mazar, que empezará a llenarse en los próximos días, para disponer de una reserva de 410 millones de metros cúbicos de agua que permitirán regular los caudales en verano y en invierno, además de generar 180 megawatios.
El Ecuador habría sufrido pérdidas por mil millones de dólares por la crisis eléctrica, casi tres veces más de lo que ha costado construir la presa de Mazar, obra que debió operar desde febrero de 1991 según los diseños originales del Proyecto Paute.