Por Eugenio Lloret Orellana
La UNASUR, con 388 millones de habitantes, ostenta un producto superior a los 2.9 millones de millones anuales, posee un tercio de las fuentes de agua dulce del planeta, ubicada en el primer lugar en la producción mundial de alimentos y con reservas de hidrocarburos para los próximos 100 años |
Las dos últimas décadas del siglo XX, a pesar de retomar los procesos políticos institucionales, fueron globalmente negativos para nuestro Continente. |
crisis social de su historia. Los grupos de poder están sentados impávidamente sobre barriles de pólvora que ellos mismos han puesto, mientras la inmensa energía de nuestros pueblos se pierde de forma destructiva, por la agitación de la olla en ebullición, en forma de crisis de seguridad pública, de violencia social y hasta catastrófica que, en el fondo, sirve a los poderosos para sus proyectos de perpetuación. Socialismo o barbarie: ése viene a ser el desafío para América Latina. De nuestra capacidad de crear proyectos socializadores con el objetivo de la construcción de una sociedad de negación y superación del capitalismo, depende la victoria de la civilización o de la barbarie, es decir, del socialismo humanista sobre el capitalismo salvaje. Los recursos naturales que posee América del Sur podrían convertir a la región en la cuarta economía más grande del mundo sí se trabajara con una visión de integración regional a través del UNASUR, último intento para ingresar a la nueva política y diplomacia multipolar del siglo XXI. La UNASUR, con 388 millones de habitantes, ostenta un producto superior a los 2.9 millones de millones anuales, posee un tercio de las fuentes de agua dulce del planeta, ubicada en el primer lugar en la producción mundial de alimentos y con reservas de hidrocarburos para los próximos 100 años, y para su consolidación tiene la opción jurídica y política para unir los dos sistemas subregionales de la CAN y el MERCOSUR. Tiene como desafío fundamental la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, un sistema de seguridad y defensa regional con la prohibición de injerencia extranjera y el control de los gastos militares, la protección de la biodiversidad, los recursos hídricos y los ecosistemas, además de la lucha contra los efectos del cambio climático. Estados Unidos ha perdido presencia política y comercial en el sur de América. Otros actores extra regionales, como Rusia, China e incluso Irán, podrían fortalecer la UNASUR. El reto está planteado. |